BUENOS AIRES.- Lanús fue incapaz anoche de resolver el problema que le planteó Cerro Porteño y con el 1-1 definitivo en su estadio Néstor Díaz Pérez el equipo de Leonardo Astrada lo eliminó de los octavos de final de la Copa Sudamericana de fútbol que defendía.

Lanús alcanzó sobre el final del primer tiempo el 1-1 que resultó insuficiente para sus urgencias y necesidades.

El cotizado Oscar Romero ni bien comenzó el cotejo puso en ventaja a los guaraníes, valiéndose de una falla enorme de Diego Braghieri, pero sobre el epílogo del capítulo inicial el propio marcador central de Lanús en alguna medida se redimió al convertir el mejor gol de su vida, ya que arrancó en su propio campo, lo hizo con determinación y verticalidad y definió con un remate esquinado, a pesar de la salida del arquero Diego Barreto.

En el juego de ida los paraguayos se impusieron 2-1 en Asunción y fue ese tanteador el que los proyectó a los cuartos de final, instancia en la que deberán medirse con el que triunfe en la llave que componen Boca y Deportivo Capiatá.

Un grosero error en la salida del fondo de Braghieri, cuando apenas iban 50 segundos del partido, le permitió a Cerro Porteño abrir el marcador con un zurdazo preciso de Romero y trastocar la planificación del local en relación al objetivo inicial de remontar el 1-2 de la ida en Asunción.

La conquista visitante se sintió, y mucho, en el local, que se dejó gobernar por el nerviosismo y confundió los caminos al preferir envíos largos y muchas veces sin destinatarios.

Fue así que Lanús no acercó peligro concreto hasta la valla del adversario hasta el minuto 32, cuando el uruguayo Santiago Silva desperdió una inmejorable situación debajo del arco, al definir apurado.

Jugó decididamente mal Lanús el primer período ante un oponente por lo general precavido, que mostró por segunda vez una grieta recién a los 38 minutos, la que aprovechó Braghieri al partir desde su propio campo para llegar hasta el costado izquierdo del área penal, resolver y redimirse, parcialmente, de su grave error en el nacimiento del cotejo.

En la segunda parte, Lanús puso todo lo que tenía en ataque y se expuso a las réplicas de los visitantes.

El elenco azulgrana dispuso así de contraataques muy peligrosos. A modo de ejemplo, a los 27 minutos, Barreto le tapó una escena fundamental a Silvio Romero y en la devolución inmediata José Ortigoza estrelló un tiro en el poste izquierdo de Agustín Marchesín.

Esa chance de Romero y un remate de Jorge Valdéz Chamorro por arriba del horizontal fueron algunas de las oportunidades que tuvieron los dirigidos por los Mellizos, pero el grave error que se cometió temprano se tornó determinante.