CORDOBA (Especial).- No era el rival más indicado este Atenas en alza para el dubitativo momento de Peñarol. Y no lo fue. El conjunto marplatense siempre corrió de atrás, pero logró llevar el partido más o menos parejo hasta el final del tercer cuarto. Pero, en el comienzo del último, cayó en una de sus nebulosas tan repetidas en los últimos tiempos. Nada atrás, nada adelante. El elenco local no se lo perdonó, le aplicó un parcial de 11-0 y se escapó definitivamente para luego triunfar por 88 a 77 en una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.

Como Atenas es capaz de repartir el gol en varias manos y no depende de un jugador en especial, el plan de juego peñarolense giraba sobre la idea de evitar los rompimientos de Bruno Lábaque para que no haga jugar a todos sus compañeros y, en cambio, cederle un poco más el tiro.

Lábaque, tal cual las previsiones, convirtió mucho. Pero sus 12 asistencias destrozaron la planificación de Peñarol y otros cinco jugadores de Atenas terminaron con dos dígitos de anotación.

El equipo marplatense no pudo plantar la defensa y corrió siempre de atrás. Resistió en la medida que le funcionó el tiro de tres puntos. Los aciertos de Diez y Fernández en el primer tiempo y una ráfaga de Boccia para acercarlo en el tercer cuarto le permitieron estar más o menos cerca.

Leonardo Gutiérrez, quien una vez más estuvo ausente y podría llegar a volver el miércoles en la visita a Quimsa, antes del partido sostuvo en la transmisión radial de Los Martines (FM 101.9 Red Puerto Libre) que le preocupaba que en su equipo coincidieran los baches defensivos y ofensivos.

Los temores del cordobés se vieron confirmados en el arranque del último cuarto. El parcial 11-0 que aplicó Atenas llevó la diferencia a un inalcanzable 75-57. Y para Peñarol ya no hubo retorno.