Durante su andar por el fútbol de ascenso, entre 2007 y 2015, Unión construyó una rica historia. Un club pequeño, de barrio, con apenas decenas de seguidores, logró codearse con los grandes del país. Tras escalar rápidamente, fue el segundo equipo de la ciudad que llegó hasta la Primera B Nacional. Pero la absoluta dependencia del aporte de Francisco Pagano provocó un final abrupto. Cuando el directivo no pudo continuar sosteniendo el proyecto, no hubo cómo mantener en pie ese castillo de naipes. El descenso derrumbó en un abrir y cerrar de ojos lo construido durante tanto tiempo. Sin un soporte económico, Unión competirá en el 2016 sólo en la Liga Marplatense de Fútbol.

Durante los ocho años, hubo más rosas que espinas. Después de obtener el título local anual de 2006 (ganó el Apertura y Clausura), el primer partido del camino por los torneos nacionales fue el 21 de enero de 2007. El equipo salió al campo con: Matías Villar; Martín Palmero, Germán Tempone, Rubén Fortunato y Juan Cuello; Leonardo Lisi, Esteban Alioto y Pablo Damboriana; Gustavo Fernández; Martín Cuevas y Jesús Collantes. Y fue triunfo en Miramar ante Once Unidos, por 1-0, con gol de Fortunato.

Collantes y Cuevas, dos de tres de los máximos goleadores de Unión en el ascenso con 38 y 30 tantos respectivamente, llevaron al equipo a la definición. Y el primer duro revés fue la final perdida contra Liniers (1-2 en Bahía Blanca y 1-3 en la revancha como local). Tampoco pudo el equipo marplatense en la Promoción contra Deportivo Coreano de Lobos.

Pero Unión tuvo pronta revancha. En el 2008, logró su primer ascenso. Nuevamente la final le fue esquiva. En la ida, vencía 4-0 a Huracán de Comodoro Rivadavia, una mañana de lluvia y de fuertes vientos, pero el partido terminó con una ventaja corta: 4-3. Y en el sur del país, el conjunto comodorense se impuso con autoridad por 3 a 0. Pero esta vez sí pudo en la Promoción frente a Gimnasia de Santa Fe. El "celeste" ganó 3 1 el cotejo de ida (con dos goles de Cuevas y otro de Javier Gómez) y pese a caer en la revancha (1-2, gol de Cuevas), logró su cometido por el resultado global. La base del plantel: Pablo Arduini; Mariano Felices, César Zabala, Facundo Vega, Rubén Fortunato, Pablo Damboriana, Federico Moreira, Esteban Alioto, Leonardo Gómez, Emanuel Alesi, Jesús Collantes, Javier Gómez y Martín Cuevas.

El Argentino B, un trampolín

La experiencia del Argentino B (2008-09) fue corta pero muy intensa. Ya con Marcelo Zwicker en el banco, en reemplazo de José Pintado, el "celeste" tuvo un andar muy bueno, por juego y resultados. El equipo salía casi de memoria, con mayor rotación en el segundo marcador central y el punta que acompañó a Leonardo Serfaty, quien llegó como refuerzo y, como era de esperar, resultó goleador con 15 tantos. Federico Moreira y Alejandro Aguirre le dieron al equipo el toque de distinción, respaldados en el mediocampo por la dupla Damián Luengo-Esteban Alioto. El equipo base estuvo conformado por Aldo Suárez; Mariano Felices, Juan Di Bártolo, Pablo Di Bártolo y Cristian Castagnino; Moreira, Alioto, Luengo y Aguirre; Serfaty y Cuevas. Facundo Vega y Franco Vóttola también tuvieron mucha participación llegando desde el banco de relevos.

Después de clasificar con tranquilidad, Unión jugó un duro cuadrangular frente a Huracán de Comodoro Rivadavia, Deportivo Madryn y Grupo Universitario. Los seis puntos frente a los tandilenses y el triunfo en Kimberley ante el "aurinegro" fueron vitales para acceder a la final. En la instancia decisiva, superó como local 2-1 a Sportivo Belgrano de San Francisco (Serfaty, de penal, y Aguirre, de tiro libre) y se trajo de Córdoba, en la revancha, un empate 1-1 (Aguirre) que le dio el segundo ascenso.

La estadía más larga

Unión tuvo la permanencia más larga en el duro Argentino A. Hizo pie enseguida, logró clasificar a las instancias por el ascenso en un par de ocasiones, pero también debió luchar para evitar el descenso. Vivió su momento más lindo en Junín, en una final histórica frente a Talleres de Córdoba.

En la temporada 2009-10 arrancó bien, pero luego se cayó y peleó abajo. Hasta que se salvó en la anteúltima fecha con un triunfo 3-2 ante 9 de Julio de Rafaela. Fue la despedida de tres referentes como Martín Cuevas, Esteban Alioto y Javier Gómez.

Al año siguiente, Unión fue protagonista y se clasificó al nonagonal. Sin embargo, estuvo lejos de conseguir el primer ascenso y en la llave de play-offs fue eliminado a manos de Sportivo Desamparados, que terminó ascendiendo a la Primera B Nacional. En esa temporada quedó la impresionante marca de Gonzalo Klusener, autor de 21 goles y fue el inicio del ciclo de Juan Ignacio Alesandroni, el último capitán y el futbolista "celeste" con más presencias en el ascenso.

En la 2011-12, después de una larga lucha en la primera fase, el "celeste" volvió a llegar al reducido por el ascenso, en este caso undecagonal, pero quedó noveno y luego fue eliminado en el cruce con Racing de Córdoba. Allí terminó el ciclo de Marcelo Zwicker en Unión, con 136 partidos dirigidos y el 47,5 por ciento de los puntos obtenidos.

Alberto Fanesi fue el DT en la 2012/2013. Pero Unión esta vez debió pugnar por mantener la categoría, algo que logró con un triunfo como local ante Guillermo Brown de Puerto Madryn 2-1 con un gol de Collantes y otro de Diego Galeano sobre el epílogo. El entrenador se fue y en el play-offs dirigió Claudio Balsano. Pero Rivadavia lo sacó rápido del medio con una goleada en el Minella, dando vuelta una serie que había comenzado con triunfo marplatense en Lincoln.

En la 2013/14 Juan Carlos Pirez armó un muy buen plantel, con la llegada de Wilson Albarracín y Joel Amoroso, entre otros. Pero Unión no encontró un funcionamiento adecuado, los resultados no aparecieron y el entrenador dio un paso al costado. Con Gustavo Noto el equipo levantó, pero tampoco alcanzó.

Sin embargo, esa experiencia le sirvió a Noto para lograr el ascenso en el torneo de transición 2014. Con pocos refuerzos y una pretemporada larga, el conjunto marplatense arrancó con todo, con un triunfo inolvidable 4-1 ante Talleres en el Mario Alberto Kempes en la segunda fecha. Después de un breve bajón, el equipo fue muy confiable en la recta final, con triunfos como local contra Tiro Federal, Talleres y Ferro de General Pico. Igualado en puntos con los cordobeses, debió afrontar una "final" por el ascenso en Junín. Ese será el partido más recordado de toda esta historia que escribió Unión. El 13 de noviembre, Unión ganó 1-0 ante 7.000 hinchas de Talleres, con el gol de Amoroso, quien sufría una luxación en el hombro derecho. Fue un momento glorioso.

Vara alta y abrupto final

Sin embargo, este equipo marplatense que supo ganarse la admiración de todos por haber llegado de la liga local a la principal categoría de ascenso en apenas ocho años, se desmoronó rápidamente. En lo deportivo, no logró hacer pie en la B Nacional. Los refuerzos no rindieron -nunca se encontró al reemplazante de Amoroso-, la defensa no estuvo a la altura de las circunstancias, sobre todo en la primera rueda, y hubo una considerable merma ofensiva del equipo en la segunda. Paralelamente, empezaron a surgir retrasos en los pagos de los salarios, algo inédito para este club que siempre cumplió en tiempo y forma. Se fue Noto para "descomprimir" pero Walter Otta se despidió sin haber conseguido un triunfo en nueve presentaciones. El descenso, que ya era un hecho varias fechas antes del final, generó más complicaciones económicas. Porque sin un ingreso importante de dinero por la televisación, el presupuesto para afrontar el Federal A quedó muy lejos de las posibilidades, teniendo en cuenta que se apartó definitivamente Pagano.

Unión construyó un castillo muy grande que al final no logró mantener en pie. La decisión de no jugar el Federal A fue un final abrupto para una aventura que superó los límites de lo imaginado.