LIMA.- El primer ministro Oscar Valdés declaró anoche, en una entrevista por televisión, que la caída del mandatario en una encuesta divulgada ayer, de 56 por ciento en abril a 51 puntos en mayo, expresa "la percepción existente tras el secuestro masivo de trabajadores" de un gasoducto.

El secuestro fue seguido de emboscadas con ocho uniformados muertos, el mes pasado en la selva de la región sur-central de Cusco, un nuevo frente abierto por los insurgentes que tiene base en el valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae) desde hace más de 20 años.

Según la agencia Prensa Latina, Valdés negó que esos choques hayan constituido un fracaso y argumentó que el Ejecutivo "cumplió su trabajo, tiene información de haber causado bajas a los alzados y pronto dará sorpresas".

Señaló el funcionario que el Gobierno tiene una estrategia de tres líneas que apuntan a "ganar el apoyo civil, combatir a los alzados y luchar contra el tráfico de drogas que opera en el Vrae".

El sondeo adverso al gobierno, de la empresa Ipsos Apoyo, indica que 61 por ciento de los encuestados desaprueba el desempeño de Humala en la conducción de la lucha contra los alzados y el 69 por ciento considera que los subversivos están ganando la contienda.

Ante los reveses, Humala reemplazó a sus ministros de Defensa e Interior y a los jefes de las Fuerzas Armadas y el Ejército, y anunció una estrategia que prioriza acciones sociales y económicas y el mejoramiento militar en las zonas conflictivas.

El nombramiento más criticado es el del ministro del Interior, Wilver Calle, firmante en 1999 de un documento de apoyo incondicional al gobierno de Alberto Fujimori, ahora preso por corrupción y crímenes de lesa humanidad.

En el sondeo, 57 por ciento opinó que Calle debe ser reemplazado y solo 19 aprobó su designación, mientras que el nuevo titular de Defensa, José Urquizo, cuenta con un apoyo de apenas 22 por ciento, al igual que Valdés.

Los encuestados señalaron, en un 46 por ciento, que la persistencia de la escisión armada del grupo Sendero Luminoso en el Vrae y Cusco se debe principalmente a la corrupción en las Fuerzas Armadas y la Policía.

(Télam)