MADRID, España (Télam, especial).- El presidente del gobierno español y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, anunció ayer que someterá las cuentas partidarias a una auditoría interna y externa, después de que un ex diputado avalara denuncias sobre cobros de sobresueldos.

Ante el Comité Ejecutivo de su partido reunido en la sede central de la calle Génova de Madrid, Rajoy aseguró que ordenará una investigación interna "profunda y exhaustiva" de las cuentas del PP, que luego "serán sometidas a una auditoría externa".

"El fin último es la transparencia y que se conozca toda la verdad", afirmó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, al explicar en conferencia de prensa la decisión adoptada por su líder.

Consultada sobre qué pasará si se comprueba que hubo financiación ilegal, la "número dos" de Rajoy respondió que los implicados "por supuesto" serán expulsados del partido.

Rajoy intenta desmarcarse así del escándalo de corrupción política que estalló la semana pasada en el seno de su partido al avanzar la investigación del famoso caso Gürtel, en el que está imputado el ex tesorero del PP Luis Bárcenas.

"Ya no es el momento de las auditarías en el PP. La exigencia de los ciudadanos es una auditoría en el Congreso de los Diputados", respondió la portavoz parlamentaria de los socialistas, Soraya Rodríguez.

El Partido Socialista (PSOE), principal fuerza de la oposición en España, reiteró que Rajoy y el ministro de Hacienda español, Cristóbal Montoro, deben comparecer en sede parlamentaria ante el grave escándalo de corrupción en el que está implicado el PP.

Bárcenas está procesado por evasión fiscal de al menos 22 millones de euros, descubiertos en cuentas en Suiza, y se sospecha que regularizó parte del dinero con la amnistía fiscal decretada por Rajoy el año pasado.

La mayor parte del dinero de las cuentas en Suiza, según investiga la policía, habría sido desviado a los negocios que Bárcenas y otro ex dirigente del PP tienen desde los años 90 en el norte de Argentina.

Los socialistas insisten en que Rajoy dictó la amnistía fiscal para beneficiar a Bárcenas y otros amigos: "pensamos que se ha ido adaptando a las exigencias de los defraudadores", dijo Rodríguez en conferencia de prensa.

Frente a las graves denuncias, De Cospedal sostuvo que Montoro comparecerá en el Congreso de los Diputados para aclarar que Bárcenas no se benefició de la amnistía fiscal dictada el año pasado por su gobierno. Tras calificar de "falsa" esa información, De Cospedal advirtió que el PP se "querellará" contra quienes lo "difamen".

Las medidas de Rajoy llegan después de que Jorge Trías Sagnier, diputado del PP entre 1996 y 2000, afirmara en un artículo de su autoría -que publica hoy el diario El País- que durante años se pagaron sobresueldos "en efectivo y en sobres", en función de los cargos, "hasta unos 10.000 euros por mes".

El testimonio de Trías Sagner es el primero que confirma la información publicada la semana pasada por el diario El Mundo respecto a la existencia de sobresueldos, práctica ilegal en la que estaba implicado Bárcenas.

Según la versión del ex diputado, los ex tesoreros del PP, primero Álvaro Lapuerta y después Luis Bárcenas "llevaban una contabilidad B tanto de las donaciones personificadas como de las anónimas, y de quiénes y a qué menesteres se destinaba ese dinero".

Pero De Cospedal asegura que la denuncia de Trias Sagnier "no acredita nada". La dirigente y presidenta regional de Castilla La Mancha insistió en que Rajoy trasladó a sus compañeros de partido que el PP "ni tiene ni ha tenido nunca ninguna cuenta bancaria fuera de España ni se lo ha encargado a persona alguna, a nadie".

El Mundo denunció que Bárcenas conservaba esa contabilidad y amenazaba con sacar a la luz para presionar al gobierno y eludir la cárcel.

Además, éste periódico informó ayer que algunos altos dirigentes del partido llegaron incluso a firmar recibos cuando cobraron los sobresueldos.