DUBLIN.- El primer ministro irlandés, el conservador Enda Kenny, aseguró hoy que la decisión del papa Benedicto XVI de renunciar a su pontificado es muestra de un "profundo sentido del deber" hacia la Iglesia católica.

 La renuncia del Papa, indicó el dirigente democristiano, demuestra su "sentido del deber", así como una "apreciación profunda" de la "gran presión" que conlleva "el liderazgo espiritual en el mundo moderno".

  A pesar de que Kenny criticó duramente en el pasado a Benedicto XVI por la manera en que el Vaticano respondió al problema de los abusos sexuales cometido por sacerdotes en Irlanda, el primer ministro aseguró que el papa ha sido un "líder fuerte".

  Las relaciones entre el Gobierno irlandés y el Vaticano se habían deteriorado desde que Kenny lanzó en julio de 2011 en el Parlamento nacional (Dáil) un ataque sin precedentes contra las más altas instancias de la Iglesia católica.

  Entonces, el "Taoiseach" (primer ministro) aseguró que el Vaticano alentó a los obispos irlandeses a no denunciar los casos de curas pederastas, al tiempo que advirtió al Papa de que la religión "no dirige Irlanda", donde impera la ley civil.

  Kenny respondía así a la publicación de un informe sobre abusos cometidos por sacerdotes católicos en la diócesis de Cloyne, en el condado sureño de Cork, en el que se acusaba a sus responsables de obstaculizar la investigaciones de las denuncias y de proteger a sus miembros.

  Meses después, el Ejecutivo irlandés anunció el cierre de la embajada en la Santa Sede por motivos económicos, decisión duramente criticada por la Iglesia católica de este país.

  |