En un breve discurso televisado ayer, el primer ministro griego, Antonis Samaras, condicionó la celebración de elecciones anticipadas en 2015 a la previa elección consensuada de un nuevo presidente que represente una conciliación nacional proeuropea y brinde estabilidad frente a los acreedores.

Samaras, conservador, indicó que de ese modo se podría ampliar el gobierno "a personas que crean en la perspectiva europea del país", para luego cerrar las negociaciones con la troika de acreedores de Grecia y reformar la Constitución. Recién después de ello podría hablarse de celebrar elecciones en 2015.

Con su convocatoria, Samaras intenta sortear las dificultades que encuentra para imponer unilateralmente como sucesor a su candidato Stavros Dimas y el riesgo de una elección anticipada donde triunfe Syriza haciendo suya una propuesta de ocho diputados de partidos opositores que previamente habían formado parte del gobierno.

La propuesta, de diputados de Dimar y el Pasok, fue respaldada por el propio líder del socialdemócrata Pasok, el viceprimer ministro, Evángelos Venizelos, y algunos dirigentes conservadores, como el ministro para la Reforma Administrativa, Kyriakos Mitsotakis, pero hasta ahora no obtuvo el del líder de Dimar, Fotis Kuvelis, ni, obviamente, el de Syriza.

El mandato de Samaras concluye en junio de 2016. Según la Constitución vigente, si el Parlamento no consigue elegir presidente en tres rondas de votaciones, deberían convocarse elecciones anticipadas en enero, recordó la agencia de noticias DPA.

Para tratar de conseguir el visto bueno de la Unión Europea (UE), la coalición gubernamental entre los conservadores de Nueva Democracia (ND) y Pasok propuso a Dimas por ser una figura respetada, con una larga trayectoria política a nivel nacional y europeo, que pudiese lograr un gran consenso.

Dimas cuenta con el apoyo de la Comisión Europea (UE), que lo califica como "un europeo convencido".

Ex ministro de Nueva Democracia, en repetidas oportunidades, y ex comisario de la Unión Europea (2004-2009), tiene 73 años y dejó el cargo de vicepresidente de ND, tras su designación como candidato a la jefatura del Estado.

El próximo martes, Dimas se somete a la segunda ronda de votación en el Parlamento, en la que necesita reunir una mayoría de dos tercios, es decir 200 votos. En la primera vuelta, el candidato solo logró reunir 160 votos.

Si la segunda votación no prospera se realizará una tercera vuelta el 29 de diciembre, en la que el candidato deberá lograr tres quintos, 180 votos.

En caso de que la última votación no prospere, la Constitución establece un plazo de diez días para la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales entre tres y cuatro semanas después, esto es, entre el 25 de enero y el 1 de febrero, informó la agencia de noticias EFE.

El Ejecutivo de Samarás solo cuenta con 155 escaños, mientras una parte de la oposición, entre ellos el izquierdista Syriza, que se propone negociar con mayor firmeza con los acreedores, ya adelantó que votará en contra para forzar la celebración de comicios.

Hasta ahora ni el gobierno ni la oposición se mostraron dispuestos a conciliar posiciones. La oposición reclama desde hace meses la celebración de elecciones anticipadas, pero Samaras y su Ejecutivo pretendían agotar su mandato.

Según los conservadores y sus socios, la celebración de nuevas elecciones y un posible cambio de gobierno provocaría inestabilidad, teniendo en cuenta que las encuestas sitúan ahora mismo en cabeza a Syriza.

Esa estabilidad sería, según Samaras, "extremadamente importante para la recuperación del país y para poder negociar la salida del Memorándum (rescate), y para el nuevo paraguas de ayuda".

"Les llamo para que permitan la elección de Stavros Dimas como presidente de la República", dijo Samarás a la oposición moderada, y agregó: "Después de la elección presidencial, podemos ampliar el Gobierno con la participación de personas que creen en la perspectiva europea del país".

Por otro lado, un diputado de partido populista de derechas Griegos Independientes denunció un intento de soborno para que votase a favor de Dimas como presidente. La fiscalía de Atenas investigará el asunto.