El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, llegó ayer a Damasco para llevar a cabo una nueva ronda de conversaciones e impulsar su propuesta de un alto el fuego en Alepo, la mayor ciudad del norte de Siria.

Una fuente de la ONU en la capital siria dijo que durante su estancia, en principio de dos días, de Mistura se reunirá con responsables del gobierno del presidente Bashar Al Assad, aunque no dieron más detalles.

El diplomático sueco-italiano viaja Siria tras entrevistarse esta semana con el líder de la principal formación opositora, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Khaled Khoja, quien insistió en que cualquier plan de paz debe ajustarse a lo acordado en Ginebra en junio de 2012 por las potencias.

Ese pacto estipula, entre otros puntos, la creación de un gobierno interino con la participación de miembros del gobierno de Al Assad y la oposición.

La visita que ayer ha iniciado De Mistura es la segunda en menos de un mes a Damasco, ya que estuvo allí a principios de febrero en una gira en la que se reunió con Al Assad.

Tras ese viaje, De Mistura reveló la semana pasada que las autoridades sirias habían aceptado detener los bombardeos y el fuego de artillería en Alepo durante seis semanas, aunque el Ejecutivo sirio por el momento no lo ha confirmado.

Además, el enviado de la ONU adelantó que regresaría próximamente a Damasco con motivo del anuncio de la fecha del inicio de esa pausa en las hostilidades.

Aun así, en los últimos días, la violencia se ha recrudecido en la periferia septentrional de Alepo, después de una ofensiva lanzada por el Ejército nacional para ganar terreno y cortar las vías de suministros de los opositores desde Turquía.

La propuesta del mediador internacional consiste en "congelar" las hostilidades en Alepo, y si tiene éxito este alto el fuego aplicarlo en otras partes de Siria para allanar el camino a una solución política al conflicto, que en casi cuatro años ha causado más de 200.000 muertos, según la ONU.