La aviación rusa bombardeó un total de 27 objetivos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria en las últimas horas, informó ayer el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.

Aviones de asalto Su-25 y cazabombarderos Su-34 realizaron un total de 22 misiones, en las que lograron impactar posiciones fortificadas de los yihadistas en la provincia de Homs, agregó el representante militar ruso en una conferencia de prensa, según informó la agencia de noticias EFE.

"Como resultado del ataque fueron destruidas totalmente las fortificaciones de los guerrilleros", dijo Konashenkov, quien agregó que los aviones bombardearon otras once zonas de las provincias de Hama y Raqqa donde se encuentran campamentos de entrenamientos del Estado Islámico.

"Los ataques aéreos destruyeron las infraestructuras empleadas para adiestrar terroristas", precisó el portavoz, un día después de que Moscú empleara por primera vez misiles de crucero en sus operaciones en Siria cuando cuatro de sus buques de guerra lanzaron 26 de ellos contra once objetivos del Estado Islámico en Siria desde las aguas del mar Caspio.

Los misiles, según Defensa, impactaron todos en sus blancos, situados a unos 1.500 kilómetros de la zona desde donde fueron disparados.

La intervención rusa en el prolongado conflicto sirio desató la desconfianza estadounidense que ayer rehusó apoyar a Moscú en lo que calificó como una "estrategia equivocada" de bombardeos en Siria.

Moscú replicó poniendo en duda la voluntad de Washington de combatir al EI.

En una reunión celebrada con su ministro de Defensa, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que las fuerzas aéreas rusas van a sincronizar de ahora en adelante sus operaciones de bombardeos de posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) con la ofensiva terrestre que está lanzando el Ejército sirio en el centro del país contra los diferentes grupos insurgentes.