BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional dio a conocer ayer un informe preliminar con las víctimas fatales del bombardeo a la Plaza de Mayo como parte del levantamiento cívico-militar destinado a derrocar al general Juan Domingo Perón el 16 de junio de 1955, cuyo número ascendió a 308 personas.

"Esta es la primera vez en 54 años que un organismo del Estado da a conocer las conclusiones del levantamiento", indicó el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, quien no dudó en señalar que se trató de un "crimen de lesa humanidad".

La cifra se confeccionó a partir de una investigación llevada adelante por el Equipo Especial de Investigación del Archivo Nacional de la Memoria y en 90 días estará el informe definitivo.

Los datos fueron dados a conocer en una conferencia de prensa de la que participaron Duhalde y el presidente del Archivo Nacional de la Memoria, Ramón Torres Molina.

Previamente, los familiares de algunas de las víctimas del bombardeo colocaron una ofrenda floral en su memoria en la Plaza Colón, situada en la explanada posterior de la Casa de Gobierno, donde el año pasado se levantó un monumento conmemorativo.

Duhalde describió el bombardeo, encabezado por la Marina y la Fuerza Aérea, como una de las "masacres más horribles" de la historia argentina, y denunció la "complicidad de la clase política" del país que "acompañó el asalto al poder".

En la conferencia estuvieron Daniela Marino y Liliana Bacalja, nieta e hija de civiles muertos en el bombardeo de la aviación, y Francisco Robledo de 74 años, el único aún con vida de los seis granaderos que se encontraba en la Casa de Gobierno y resistió el levantamiento.

El listado fue confeccionado con datos de diferentes organismos, como cementerios, hospitales, archivos del Registro Civil, la Policía Federal, la Morgue Judicial y entrevistas a sobrevivientes y familiares de las víctimas.

De los 308 fallecidos comprobados -cuyos nombres fueron leídos por Duhalde en la conferencia-, 169 casos fueron identificados por las actas de defunción, 14 por noticias de la época y 125 por distintos informes y las entrevistas.

El informe menciona también a militares que participaron en las fuerzas golpistas de entonces, entre ellos los represores de la última dictadura militar Emilio Massera y Guillermo Suárez Mason, y otros militares que también tuvieron protagonismo en épocas posteriores en gobiernos de facto, como Máximo Rivero Kelly, Horacio Estrada, Eduardo Invierno, Carlos Carpintero, Horacio Mayorga y Oscar Montes.

"El golpe fue llevado adelante por oficiales y suboficiales de la Armada Argentina con el apoyo de un sector de la Aeronáutica. En esta ocasión el Ejército se mantuvo leal al Gobierno, aunque exactamente tres meses después, gran parte de él producirá el derrocamiento del gobierno constitucional presidido por el General Juan Domingo Perón", señala el informe.

"Su propósito, tras asesinar al Presidente de la Nación, era instaurar un Triunvirato civil integrado por Miguel Angel Zavala Ortiz (dirigente de la Unión Cívica Radical), Américo Ghioldi (dirigente del Partido Socialista) y Adolfo Vecchi (del partido Conservador)", se agregó.

El funcionario destacó la necesidad de hacer "memoria, verdad y Justicia después de 50 años" y subrayó que hay que "situarlo en su verdadera dimensión y señalar a los responsables directos y mediatos" del ataque.

En diálogo con DyN, Bacalja, una de las impulsoras del monumento a las víctimas, dijo que los hechos ocurridos en 1955 fueron la "punta del iceberg" de lo que ocurrió posteriormente en el país.

"Yo no quise ser nunca la hija de un muerto de la Plaza de Mayo, lamentablemente hubiera querido tenerlo vivo, quise serla hija de José Mariano Bacalja", sostuvo.

En el informe se destacó que el levantamiento de 1955 no hubiera sido posible "si no hubieran existido los tres artefactos explosivos colocados en los alrededores de la Plaza de Mayo en 1953, durante una concentración organizada por la CGT en momentos en que el Presidente Perón se dirigía a la concurrencia desde el balcón de la Casa Rosada".

"De las tres bombas estallaron dos, y la colocada en un andén de la estación de subte de Plaza de Mayo que mató instantáneamente a cinco personas e hirió a más de 100, de las que 19 quedaron mutiladas o lisiadas para siempre. Este acto criminal fue dirigido por el ingeniero Roque Carranza", quien en los '80 fue ministro de Obras Públicas del gobierno de Raúl Alfonsín y con cuyo nombre fue bautizada una estación del subte 'D', se recordó.

"Las bombas del '53 las puso Carranza; Zavala Ortiz fue el único civil que tripuló los aviones que bombardearon siendo ya connotado dirigente del radicalismo y candidato a integrar la Junta Civil del gobierno si el golpe se daba, y hoy tiene una plazoleta en la Ciudad de Buenos Aires. No es que he elegido nombres para hacer esta reseña sino que son protagonistas importantes de la historia oscura de nuestro país", dijo Duhalde a DyN.