errado en 2005. El proyecto propuesto por el oficialismo fue acompañado en general por 45 votos a favor y 10 en contra.

BUENOS AIRES ? La Cámara de Senadores aprobó ayer y convirtió en ley el proyecto para suspender temporalmente hasta el 31 de diciembre de 2010 la llamada "ley cerrojo", con lo cual el Gobierno quedó habilitado para reabrir el canje de deuda en default cerrado en 2005.

El proyecto propuesto por el oficialismo fue acompañado en general por 45 votos a favor y 10 en contra.

En particular, se votó la propuesta presentada por el senador de la UCR Gerardo Morales de incluir en el artículo 5 de la ley un agregado que deje en claro que el Estado no pagará comisiones a los bancos que intervienen en el canje, ni honorarios a los abogados, lo que no fue aceptado, por lo cual el texto quedó tal cual como había sido enviado por el Gobierno.

Sin embargo, el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, y encargado de presentar el informe del proyecto, Fabián Ríos, garantizó que, pese a que no figura explícitamente en la ley, el Estado no se va a hacer cargo del pago de comisiones, y recordó que ese compromiso había sido asumido por el ministro de Economía, Amado Boudou, cuando fue a explicar los alcances de la iniciativa en el Parlamento.

"No podemos fijarlo por ley, pero queda establecido el compromiso de que no va a ser el Estado el que asuma el costo de las comisiones", sentenció.

La norma fija la suspensión temporal de la denominada "ley cerrojo" -que el Parlamento sancionó en el 2005 para impedir la reapertura del canje de deuda-, hasta el 31 de diciembre de 2010 o hasta que el Gobierno declare terminado el proceso de reestructuración, lo que ocurra primero.

Diputados le agregó al proyecto original un articulado por el cual se fija expresamente que todos aquellos acreedores que participen de la operación deberán desistir en forma fehaciente de continuar o de iniciar acciones legales contra la Argentina.

Durante el debate, Ríos defendió el proyecto al destacar que ayudará a "reactivar la inversión externa" en el país. "Restablecer la seguridad jurídica en el tema endeudamiento, y mecanismos de financiación que propendan a bajar el riesgo país, y las tasas para permitir al sector privado financiarse en el exterior, ayuda a reactivar la inversión externa dentro de la economía argentina", subrayó.

El legislador recordó que el canje realizado en el 2005 fue "exitoso" ya que logró la adhesión de más de 75 por ciento, pero sostuvo que "quedaron sin solución 20 mil millones de dólares que continúan en situación irregular".

"La intención de este proyecto es complementar ese mecanismo y poder sanear la deuda en un porcentaje mayor" aseveró, aunque reconoció que seguramente no se logrará sanear el 100 por ciento, sino que "quedará un residual".

Ríos aseguró que con la reapertura del canje "se consolida la posición de Argentina" para lograr una "negociación razonable con el Club de París".

Por el bloque radical, Gerardo Morales fundamentó que "acompañamos" la medida "porque es una fuerte señal para acceder a los mercados internacionales, y para arreglar con el Club de París, lo cual va a poner mejor a la Argentina en años que vienen, y la va a poner en situación mejor para afrontar lo que necesita la economía doméstica que es la reactivación de la inversión".

Morales remarcó que la medida "le va a dar oxígeno a la macro, a las cuentas públicas", pero acotó que esta situación "también tiene que tener un correlato hacia adentro, hacia las provincias que tienen muchas complicaciones financieras", por lo cual pidió que el gobierno ayude con planes de refinanciación a esos distritos. El legislador rescató como "importante" el artículo que fija "que no se negocie ahora en mejores condiciones que en 2005".

Por su parte, el socialista Rubén Giustiniani votó en contra, al considerar que "el ingreso de los holdouts ahora es una exigencia del FMI".

"El FMI nos ha puesto esa exigencia, nos dice que no vamos a tener crédito si no arreglamos con holdouts y con el Club de París", e ironizó que el gobierno siempre dijo que el organismo "era el diablo y ahora estamos sacándonos fotos con el FMI en todo el mundo".

Por el justicialismo disidente, Juan Carlos Romero también expresó su disidencia con el proyecto al resaltar que "lo único seguro en Argentina, es que nada es seguro".

"Esta mal llamada ley cerrojo la volvemos a abrir, lo que queda probado es que fracasó" opinó al sostener que con el anterior canje del 2005 "no se logró facilitar el acceso a los mercados financieros", como había planteado en ese momento el Gobierno.

"Lo único logrado es que el hermano mayor nuestro (el presidente venezolano, Hugo) Chávez nos prestara al 16 por ciento", apuntó.