JERUSALEN. Aunque públicamente el gobernador Daniel Scioli eludió hacer referencia a las elecciones del año próximo, la posibilidad una candidatura presidencial se coló en diversos comentarios y bromas que recibió en el primer día de actividades oficiales en Jerusalén.

Temprano, el mandatario juró y perjuró que en el papel que depositó en el Muro de los Lamentos, lugar santo de la religión judía, no figuró ningún deseo de carácter político sino sólo sus ganas de tener un hijo junto con su esposa, Karina Rabolini, que lo acompañó en parte de este viaje a Ciudad Santa.

"Me parece que en el papelito se vio el número 2011", bromearon en su entorno, pero rápidamente la primera dama bonaerense lo sacó del apuro y dijo ante los periodistas que llenó varios renglones de la hoja, pero referidos a la paternidad, y que debido a esa extensión podrían "tener catorce hijos".

Esta mañana, Scioli comenzó una serie de actividades oficiales que muchos asemejan a una agenda presidencial, porque incluye audiencias con el premier Benjamín Netanyahu, tres ministros nacionales (Relaciones Exteriores, Seguridad e Industria) y una disertación ante empresarios en Tel Aviv.

Scioli llegó a Israel al frente de una delegación de más de una treintena de hombres de negocios de la Provincia con ansias de incrementar el comercio bilateral.

Tras cumplir con la tradicional ceremonia de plantar un árbol en el Parque Yad Kennedy, donde, se le recordó, hicieron lo propio varias figuras políticas del mundo y artistas famosos como Sharon Stone, el gobernador se reunió con directivos de una empresa dedicada al reciclaje de basura y brindó una disertación en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Fue allí cuando las autoridades le recordaron que Cristina Fernández expuso en el mismo auditorio del departamento de Estudios de América Latina cuando era senadora nacional y luego terminó siendo electa Presidenta de la Nación.

El rector de la Universidad, Méname Ben-Sasson, le realizó al gobernador una mezcla de broma y advertencia electoral: "Si usa una foto de (Albert) Einstein en la campaña presidencial, por ejemplo, nos tiene que pagar royalties".

El académico había recordado, tan sólo minutos antes, que el famoso científico legó esos derechos de propiedad a la casa de altos estudios que él mismo ayudó a fundar en 1935, previo incluso a la creación del Estado de Israel.

Pero Scioli eludió en ambos casos con una risa cualquier comentario que pudiera tener un impacto decisivo en la actualidad nacional, puesto que se viene especulando con la posibilidad de que sea el candidato del oficialismo si la Presidenta desiste de competir por la reelección en 2011.

Lo que sí recibió con atención e interés fue la copia de una carta que el propio Einstein escribió en 1954 a su amigo argentino Curt Zacharias, entonces residente en Nueva York, donde sostiene que si Israel llegara a la independencia económica, además de la política, el logro sería posible por los científicos y alumnos de la Universidad.

Esta famosa casa de altos estudios tiene en su haber a siete premios Nobel y recibe 60.000 millones de dólares en concepto de royalties por los productos ideados en sus aulas, como por ejemplo el tomate cherry.