Divisiones en la cúpula de la CGT
Omar Viviani y Carlos Gdansky remarcaron la existencia de posiciones disidentes en la conducción del núcleo moyanista que conduce la central sindical.
BUENOS AIRES.- La cúpula de la CGT comenzó a dar muestras de la existencia de un división entre dirigentes que se orientan a una confrontación con el Gobierno, como el secretario general, Hugo Moyano, y otros que "no están de acuerdo con el enfrentamiento".
El secretario gremial de la CGT, el taxista Omar Viviani, y el titular de la CGT de La Matanza, el metalúrgico Carlos Gdansky, coincidieron ayer en remarcar la existencia de posiciones disidentes en la conducción del núcleo moyanista que conduce la central sindical.
Viviani dijo a Radio 10 que la queja contra la falta de convocatoria al diálogo por parte del Gobierno de Cristina Fernández "es una posición que ha planteado el compañero (Hugo Moyano). Hay algunas cuestiones en las que tiene potestad el secretario general de la CGT, (pero) a lo mejor no representa al conjunto de la CGT".
El taxista reconoció que "en este caso hay alguna división porque algunos compañeros no están de acuerdo con enfrentar al Gobierno", aunque se excusó de mencionarlos.
Opinó sobre el tema, el metalúrgico y diputado del Frente para la Victoria Carlos Gdansky aseguró que le "pareció muy buena las declaración de Omar Viviani, que apuesta al diálogo, (pero) que inconvenientes podemos tener todos", al hablar por Radio El Mundo.
La proximidad de ambos dirigentes quedó demostrada cuando Gdansky afirmó: "También comparto con Viviani que hay mecanismos para llegar a conseguir el objetivo que uno busca cuando está defendiendo a los trabajadores".
El metalúrgico reclamó "atemperar los ánimos" y "un poco más de reflexión", al tiempo que argumentó que "se tenga en cuenta que hace muy poquito que estuvimos en una elección y que el voto soberano de la gente le dio el 54 por ciento de los votos a la Presidenta".
Por su parte, el titular del gremio de los canillitas y diputado nacional, Omar Plaini, reconoció que "hay tensiones" en la relación de la CGT con el Gobierno, y las atribuyó a "diferencias de agenda" sobre los temas que deben abordarse tras las elecciones.
Plaini, que parece coincidir con las críticas más frontales de Moyano, dijo por La Red que "con el apoyo que tuvo el Gobierno en octubre es el momento de discutir algunas herramientas con las que la Presidenta gobierna, que vienen de la dictadura genocida, como la Ley de Entidades Financieras".
El diputado Plaini, afirmó que entre las "diferencias de agenda", figuran los temas del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, las asignaciones familiares, "la grave situación de las obras sociales y la participación en las ganancias de las empresas".
Señaló otro problema, al que calificó de "estratégico", es la necesidad de la reforma del "sistema tributario impositivo que es muy regresivo" porque "hoy en la Argentina el que menos tiene paga lo mismo que el que más tiene".
Plaini reconoció que "en este momento no hay una relación de asiduidad con la Presidenta", pero advirtió que "no somos enemigos del Gobierno".
