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04-10-2015

El Obelisco de Buenos Aires recuperó su punta

Luego de la intervención artística.

Uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires, el Obelisco, recuperó su punta esta mañana luego de que el artista Leandro Erlich hiciera desaparecer su ápice, hace dos semanas, como parte de su intervención artística "La democracia del símbolo", informaron desde el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).

Conocido por sus instalaciones que juegan con la ilusión óptica, Erlich había recubierto la punta del monumento con un capuchón rectangular de tres toneladas y la ayuda de una grúa, la misma que esta mañana se abocó a quitar la carcasa que devolvió a los transeúntes la habitual postal de la 9 de Julio y avenida Corrientes.

La "desaparición" momentánea de la punta del Obelisco formó parte de una intervención artística de Erlich que implicó el traslado de una réplica idéntica del ápice a la explanada del Malba, en Avenida Figueroa Alcorta 3415, donde permanecerá hasta marzo de 2016, con entrada gratuita.

De este modo, la obra de Erlich invita a a introducirse dentro de la emblemática punta del edificio de 67,5 metros de alto para disfrutar de las vistas que se verían desde arriba, y descubrir así su vista aérea por primera vez desde su fundación en 1936.

"La democracia del símbolo" es el primer proyecto de carácter site specific que Erlich (Buenos Aires, 1973) realiza en su ciudad natal, donde ya había realizado

en la inauguración de la Usina del Arte porteña, en 2012, una fachada de una casa típica de principios del siglo XX a la que la gente podía trepar, creando la ilusión de estar cayendo al vacío.

"Me interesa generar proyectos en los que el arte escape a las fronteras de los centros convencionales de exhibición y se imbrique en el orden de lo cotidiano", había dicho el artista el día que el Obelisco amaneció sin su punta, el pasado 20 de septiembre.

Erlich suele generar extrañeza con sus esculturas e instalaciones, arquitecturas de lo incierto, espacios de límites fluidos e inestables, tal como hizo ayer, en París, durante la denominada Noche Blanca en la que fue uno de los protagonistas al presentar su obra "Maison Fond", una casa que se derrite.

La noche Blanca de París dedicó su edición de ayer a concientizar al público sobre el medio ambiente y la obra de Erlich, una de las más convocantes, contó con el apoyo de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien recibió de manos del artista argentino las llaves de la perenne construcción.