Diego Olivera: "La telenovela es una industria que tiene que ser mejorada"
El actor, que se hizo popular en México, vuelve a su país para protagonizar la telenovela "Herencia de amor", que debuta el próximo lunes en Telefé. Lo acompañarán Sebastián Estevanez, Luz Cipriota y Natalia Lobo, entre otros.
El actor Diego Olivera regresa a la TV argentina para encabezar el elenco de "Herencia de amor", luego de tres años alejado del país durante los cuales trabajó intensamente en México como protagonista de las exitosas "Montecristo" y "Vivir sin ti".
"Herencia de amor", es la nueva tira de Enrique Estevanez que Telefé estrenará el lunes próximo desde las 15.
Desde hace más de 15 años Olivera viene desarrollando una carrera en la TV y particularmente en el género de la telenovela. Ahora, en la piel de Lautaro Ledesma, el hijo de un estanciero, al que el actor describió como un hombre que "ha sido un gran perdedor en el amor", llega a su primer protagónico en el medio.
"Esta propuesta me agarra con los pies sobre la tierra y conociendo bien el medio, con una vida en tránsito, teniendo muy claro cuáles son mis objetivos y mis valores", expresó Olivera en charla con Télam.
El intérprete comparte las principales responsabilidades de "Herencia de amor" junto a Sebastián Estevanez, Luz Cipriota y Natalia Lobo. Y el elenco se completa con Thelma Biral, Luisina Brando, Nora Cárpena, Antonio Grimau, Raúl Lavié, Manuela Pal, Roly Serrano, Martín Seefeld, Ximena Fassi, Adriana Salonia, Micaela Brusco, Emilio Bardi, Sol Estevanez, Lionel Campoy, Irene Almus y Pablo Comelli.
"Carga vertical"
"Siempre quise contar historias y todos los papeles exigen un compromiso, pero el rol protagónico, te guste o no, tiene una carga vertical, tus compañeros tienen que confiar en vos", subrayó Olivera.
Aunque en México le ofrecieron un contrato por 10 años, Olivera, quien está casado con Mónica Ayos, decidió priorizar la familia. "Yo elegí ser actor y no un empresario", sostuvo, y enseguida apuntó que "era un desgaste físico enorme, dormía en el avión".
La nueva producción involucra conflictos familiares, dinero en juego e identidades ocultas. En ese sentido, el actor contó que "como en toda telenovela el conflicto importante es el amor y el desencuentro, dos personas que se aman y un guionista que los separa hasta el último capítulo".
Acerca de la criatura que le toca en esta nueva apuesta de Telefé Contenidos, relató que su Lautaro, "es un modelo empresario, un hombre inestable emocionalmente, al que lo único que le interesa es cumplir su objetivo y quien por otro lado reclama la herencia de su padre estanciero, que nunca lo quiso".
–¿Sentís que se está volviendo a revalidar el género de la telenovela, que durante muchos años fue tan vapuleado?
–Es un género, no es "clink caja", no es algo automático. Hubo una época en que no se trabajó en el género, hubo carencia de autores, se repetían las fórmulas que funcionaban y ahí dejó de ser interesante.
–¿Y ahora cómo ves el presente del culebrón en Latinoamérica?
–Hay que tener en claro que la estructura de la telenovela es una expresión popular. La verdad es que está teniendo otro lugar, es una industria que como tal tiene que ser mejorada y el caso de la brasileña "El clon" es un ejemplo.
–De todos modos, se lo sigue tomando como un género menor...
–Había y hay mucha gente que consumía telenovela pero dice que no la ve. Es un género que toca conflictos convencionales, es funcional, conmueve a todos cuando está bien hecha. Aunque siempre la realidad supera la ficción: el más amoroso en la tele siempre será menos romántico en la vida real.
