La próxima edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que arrancará el 13 de noviembre, rendirá un tributo al italiano Marco Ferreri y tendrá, a su vez, dos retrospectivas con la obra de Iván Zuleta y Pierre Etaix.

Ferreri es un director provocador y, a la vez, difícil de clasificar. Su figura trascendió las esferas de su obra desde temprano, cuando no tardó en hacerse fama de transgresor, maldito, obsceno y un sinfín de adjetivos que lo pusieron en el lugar de los incomprendidos.

Pero la misión velada de Ferreri fue más bien simple: plasmar en sus películas un discurso antiburgués ensayando una crítica a la sociedad de consumo de su época, siempre usando como armas un humor negro afiladísimo, que iba de la mano del grotesco y un marcado erotismo (el cuerpo femenino: otra de las pasiones en el cine de Ferreri).

El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata le rendirá un tributo, con una muestra que incluirá cinco títulos fundamentales para entender el carácter de su obra, además de un documental reciente que recorre la vida y la filmografía de este gran anárquico italiano.

Las películas serán: Dillinger ha muerto (1969), La gran comilona (1973), Ciao maschio (1978), Storie di ordinaria follia (1981), La carne (1991) y el documental Marco Ferreri - Il regista che venne dal futuro, dirigido por Mario Canale (2007).

De Pierre Etaix, en tanto, se puede decir que es un gran cómico francés, cuyas películas llegarán en copias que fueron restauradas.

?El heredero de Jacques Tati?. Así describe la historia del cine a este gran cómico francés, adalid del cine burlesco, que brilló como actor y director en un puñado de obras maestras.

Y hay mucho de cierto en esto. Porque Etaix dio sus primeros pasos como dibujante del gran autor de Playtime, con quien además plasmó un espectáculo musical en el Olympia de París. Y porque su humor responde a esa corriente infinita de nombres como Chaplin, Keaton, Lloyd y, claro, el enorme Tati.

Pero hoy la gran noticia es que sus películas han sido recientemente restauradas, luego de una incansable batalla legal por recuperar los derechos de su propia obra, que estuvo oculta durante décadas.

Así, en el marco del Festival, The Technicolor Foundation, Studio 37 y Groupama Gan Foundation hacen posible que por primera vez en Argentina podamos conocer películas como Rupture (1961) y Heureux Anniversaire (1963) ?sus primeros cortos?, y los largometrajes Yo Yo (1965), Tant qu'on a la santé (1966), Le grand amour (1969) y Pays de cocagne (1971). Y para completar, el último descubrimiento de Etaix, En pleine forme, un corto de 1966, inédito hasta hoy, en el que ya desde el título parece decirnos que con más de ochenta años, todavía está en buen forma.

Otro de los directores protagonistas de una retrospectiva es el español Iván Zulueta. ?No es a mí a quien le gusta el cine. Es al cine a quien le gusto yo?. Estas palabras dichas por el personaje de Eusebio Poncela al comienzo de Arrebato (1979), podrían aplicársele al propio Iván Zulueta, el director español a quien el cine le corrió por las venas, tanto que no pudo soportarlo.

Apenas finalizada esta película-ruptura, el director, mártir y adicto, quedó fuera de juego recluido en una dieta de metadona, alejado del cine. El ?efecto Arrebato? se fue haciendo cada vez más grande y con el tiempo la película llegó a transformarse en lo que es hoy: un antes y un después en la historia del cine español.

Ese relato intenso, en el que la vanguardia de la época y la industria se dan la mano, es apenas uno de los títulos que integran la retrospectiva dedicada al español, y que se completa con el largo que la precede, Un, dos, tres, al escondite inglés (1969), además de cortos y mediometrajes.