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15-02-2011

"No tengo edad, vivo la vida como cuando tenía quince años"

La familia, el poder terapéutico del escenario, el recuerdo vivo de Nito Mores, las transgresiones de Mariano Mores y la relación con sus "amigos", es decir, su público, fueron los temas que, ayer, nutrieron una charla amena con el gran compositor y su hija Silvia.

A punto de cumplir 93 años, el gran Mariano Mores quiso volver a estar presente este verano. Junto a su hija Silvia, su nieto Gabriel (hijo del recordado Nito) y su sobrino Ariel Mores, el tanguero y creador de éxitos como "Taquito Militar" y "Tanguera", se presentará a las 21.30 de hoy en el escenario del teatro Auditorium. Muchos de sus clásicos formarán parte del repertorio, al tiempo que una pantalla de grandes dimensiones respaldará visualmente el espectáculo, en el que también participarán bailarines, coreutas, su sexteto de músicos y la presencia detrás de escena de su esposa Mirna, esa mujer de fierro para los Mores.

"No tengo edad, siempre vivo la vida como cuando tenía quince años, pretendo seguir dando todo lo mejor de mí", dice en Mar del Plata, donde se reencontró con su casa, con sus plantas y con la energía del mar, esa vibración que se huele desde el cuidado parque de Gascón y Alem.

"Acá en Mar del Plata se levanta más temprano, esta ciudad lo motiva más", apunta su hija Silvia, una de las voces del show. "Estoy con mucha fuerza, cada vez que vengo a Mar del Plata me siento nuevo. Tengo esta casa en la que quisiera vivir todo el año, pero no es posible porque cada uno tiene sus compromisos", dice en relación a su familia, que secunda sus movimientos y lo sostiene en esta etapa.

Siempre elegante, ahora con bastón, Mariano no quiere despedirse del escenario. Por eso dice que "no" cuando la pregunta se hace necesaria: "¿Es esta una despedida?".

"Sigo firme hasta morir", dice sin dejar de sonreír ni de jugar con sus dálmatas. "Qué lindos son", les dice, amigablemente. "Papá dice que no existen las despedidas", interviene de nuevo Silvia, la mamá de la conductora Mariana Fabbiani.

"Es el contacto que tengo con el público, que lo recibe todo, tengo con ellos un intercambio físico, eso ayuda a mi cerebro", responde el compositor sobre lo que parece ser su "fuente de eterna juventud". A ese público siempre fiel, al que durante el invierno pasado visitó en provincias como Salta y San Juan y en ciudades como Chacabuco, los llama "amigos". Es que se conocen desde hace décadas. "Me gusta vehementemente viajar y la gente lo presiente, esa es la única manera en la que se puede conquistar una amistad", asegura.

Y su hija asiente: "La conexión con el público es un ida y vuelta, él pone todo de sí porque tiene una energía muy especial, siempre lo ha hecho y la gente es receptora de eso: uno pone toda la energía y a su vez la recibe, es lo mejor que te puede pasar, no siempre se da pero en papá es una constante. Hay un vínculo muy fuerte de cariño y de admiración". Entonces, se entiende por qué el gran Mariano no quiere despedirse: el escenario es, además, terapéutico.

- Con tantos Mores en el show, ¿se puede hablar del clan Mores?

- Silvia: Este espectáculo es una cuestión familiar, pero sé que a papá nunca le gustó hablar de clan, el prefiere decir familia. La familia siempre fue su pilar, su forma de expresarse, creo que papá ha conducido todo para que desde el escenario llevemos también un mensaje a la gente sobre la importancia de la familia. Sin querer todos nos fuimos orientando para trabajar al lado de papá, a pesar de que teníamos nuestro espacio bien ganado. Ya cuando vivía mi hermano Nito con mi cuñada participábamos, hoy él no está pero es como si estuviera.

- ¿Nito es una presencia fuerte en el show?

- Silvia: Es muy fuerte, sí, siempre lo fue, Nito nunca dejó de estar y papá se encargó de llevar su presencia, lo ha hecho siempre, con un tema o desde la pantalla siempre ha querido tenerlo presente en el recuerdo. Y hoy lo tenemos a Gabriel que es su hijo. Realmente podemos decir que somos tres generaciones en el escenario.

- ¿Y en qué participa Mirna?

- Silvia: Mamá está detrás, es un pilar, es la fuerza de todo, no es la que recibe los aplausos porque no está en el escenario, pero es la que está en todo, en las pruebas de sonido, en el vestuario, yo siempre lo digo en algún momentito del espectáculo, porque ella además de ser la compañera de toda la vida ha sido el sostén de todos y de papá ni hablar.

- ¿Recuerda Mariano cómo la conoció a Mirna?

- Mariano: Yo trabajaba en una academia de música que tenía Luis Rubistein y un día cayeron unas hermanitas de alumnas, las hermanas Margot y Mirna Mores.

- Silvia: Entonces papá les robo el apellido porque él no es Mores es Martínez, fue al revés, mamá le dio el apellido. Es que en aquellos años se usaba tener un apellido menos común. Así las hermanas Mores y papá formaron un trío, el trío Mores, que funcionó muy bien. Hace setenta y cuatro años que están juntos.

- Silvia, ¿qué es lo que más admirás de Mariano?

- Silvia: Desde que empezó ha sido un transgresor en lo suyo, porque se ha ido aggiornando siempre, ha ido incorporando elementos electrónicos cuando nadie lo hacía, fue criticado por eso pero siguió en su línea, incorporó percusión en el tango y también fue criticado. Eso es lo que más admiro de él, que nunca le importó todo eso. Es que como es un músico clásico tiene a la gran orquesta en su cabeza, pero llegó un momento en que era muy costoso mantener una orquesta. Ahí fue donde tuvo que armar un sexteto, pero siempre tuvo ese sonido en su cabeza. Para que ese sexteto pudiera sonar como quería le puso todos los sonidos nuevos: desde sintetizadores a cuerdas y vientos. También fue criticado por los tradicionalistas, pero no le importó. Y hoy sigue presentándose con su frac y su condecoración que recibió en Italia.

Asado

El viernes próximo, Mariano Mores cumplirá 93 años en Mar del Plata. Como todos los veranos el músico lo celebrará en su casa, con un asado para los más íntimos.