Katja Alemann: "La actuación es un misterio"
La actriz, quien no estaba en Mar del Plata desde finales de los años '80, es una de las "8 mujeres", espectáculo basado en una obra de Robert Thomas que puede verse en el Teatro Lido.
"Hacía muchísimo que no venía a Mar del Plata y aunque dudé, no tardé mucho en decidirme", explica la actriz, quien no estaba en la ciudad desde finales de los años '80. "Como género, lo que más me gusta es el teatro y el acto vivo", narra Alemann, una de las "8 mujeres", espectáculo basado en una obra de Robert Thomas que puede verse en el Teatro Lido.
-¿Cómo aparecés en esta obra?
-Me llamó el director, José María Muscari, para participar en lugar de Silvia Pérez. Yo estaba a full preparando "Reciclarte" -una movida ambiental que lleva tres años- y estaba con algunos proyectos más. Le dije que me dejara pensarlo porque tenía que recoordinar un montón de cosas y terminé diciéndole que sí. Fui a ver la obra y me gustó el producto, mi personaje está buenísimo y además las otras siete actrices son maravillosas.
-¿Qué características tienen esas mujeres y esas artistas?
-Somos todas muy distintas como actrices y venimos de palos diferentes. Pero hay un concepto y un criterio de dirección que se termina imponiendo en todas nosotras, por lo cual la música suena bien. Todas tocamos la misma partitura. Es una adaptación que hizo José María en base a una obra de Robert Thomas (estrenada originalmente en París en 1961). Es una tragicomedia, hay risas, suspenso y acción.
-¿De qué manera responde el público hasta ahora?
-A la gente le encanta y se ríe muchísimo. En verdad es una obra muy pareja, se sostiene todo el tiempo y es divertida. Y está muy bien actuada por todas. Hay una mezcla interesante de edades, está Juana Repetto, Hilda Bernard y las demás nos ubicamos y funciona. Somos todas actrices a las que nos encanta hacer teatro y eso es lo más importante.
-¿Cómo te sentís de nuevo en Mar del Plata?
-Muy bien, disfrutando mucho. Había venido una sola vez acá a hacer temporada, cuando murió Olmedo en 1988, el año en el que Monzón mató a su mujer. Ese verano, por la hiperinflación, me fui sin un peso habiendo hecho dos funciones por día con el teatro lleno, trabajando como vedette con Porcel. Era una locura. Desde aquel momento, no volví más, porque no tenía ofrecimientos atractivos ni obras divertidas para hacer. Y quedé un poco espantada por todo lo que pasó, no fue agradable y me quedó un recuerdo muy fuerte. Pero pasó el tiempo, ahora estoy contenta de estar en la ciudad. Y creo en el azar, nunca sabés donde vas a parar.
-¿Te parece que te siguen viendo como sex symbol?
-Los años pasan para todos y ahora tal vez estoy en otra historia, pero los hombres, en general, insisten y me siguen rindiendo culto. Creo que el símbolo es una imagen, no es uno. Aunque quizás en mi caso pase el tiempo, llegue a los 90 años y siga siendo para algunos ese símbolo sexual de los años '80. Es algo que queda en el inconsciente colectivo y no muere, permanece inmutable en muchos.
-¿Por qué creés que el ser humano necesita expresarse?
-Me parece que es algo inherente a la conciencia y a la capacidad de habla, al hecho de comunicarse. Eso es lo que nos distingue. Los animales también se expresan, pero nosotros tenemos la reflexión acerca de eso y razonamos. Entonces la expresión tiene que ver con la libertad y con la alegría de ser, esa es nuestra fuerza vital y lo que en definitiva necesitamos.
"Buenos Aires es la capital teatral del mundo, en este momento hay 300 obras variadas para ver en Capital Federal, tenés lo que quieras para elegir", rescata Alemann respecto a parte de la escena cultural del país. "Y hay mucho teatro independiente".
-¿Qué tenés ganas de hacer que aún no hayas hecho?
-Un montón de cosas. Me gustaría hacer algún clásico, una cosa que todavía no hice. Algo bien naturalista y riguroso, uno de esos textos que te vuelan la peluca. Una comedia de Shakespeare, por ejemplo, también me encantaría. Todavía tengo cuerda para rato. Ahora se estrena una película en la que participé, se llama "La última mirada", está dirigida por Jorge Ruiz y trata acerca de recuperar la identidad. Es un proyecto que hicimos a finales de 2008. Y me gusta escribir también, ya publiqué varias cosas.
"Detesto definirme, aunque podría decir que soy una luchadora y una aventurera responsable", dice la actriz sobre su persona. Y a modo de reflexión, preocupada y ocupada, deja un mensaje para prestarle atención. "Colaboro con varias asociaciones que trabajan en cuestiones ambientales, es un tema que me preocupa muchísimo. Trabajo mucho por el futuro. Creo que falta conciencia, estamos devastando el planeta.
Somos todos parte de todo, debemos ubicarnos y respetar lo que nos rodea. El hombre no es el dueño de la naturaleza".
