BUENOS AIRES.- "Este proyecto se fue armando solo, con Francisco (Valverde) toco desde hace 12 años y siempre tuvimos ganas de armar algo. En la última etapa de Intoxicados ya funcionábamos en paralelo y hacíamos shows sin promoción", explicó Barrozo a Télam.

A su rol en Intoxicados, además, Barrozo le sumaba la participación en un trío de guitarras que tocaba tango y alguna participación en un grupo de música celta.

Ante la consulta sobre la diferencia de sonido en relación con lo que producía junto al Pity, el guitarrista señaló que "queríamos hacer algo que nos gustara mucho y que no tuviera nada que ver con lo que sonaba en la radio y tampoco reprimirnos a la hora de sumar instrumentos y por eso hay cellos y trompetas".

"Hay mucha música inglesa acústica, más cosas de Spinetta en las épocas de Almendra e Invisible que nos gustan mucho", ejemplificó.

Sobre la situación en tiempos de Intoxicados, Barrozo destacó "que en el segundo y tercer disco me sentí cómodo porque tiene buenas canciones y el trabajo de composición y producción era muy bueno”.

“Ya para el cuarto álbum (por `El exilio de las especies`), cuando arreciaban las peleas, no me involucré tanto. Y además, después Pity lo volvió a mezclar y a mí no me gustó como quedó".

"Dejé de pasarla bien tocando, sentí que había cumplido un ciclo, así que fui un día a la sala, le expliqué a los chicos que me iba, agarré mi (guitarra) Telecaster y me fui", resumió en relación a su salida antes de unos problemáticos shows en el Auditorio Sur de Temperley.

Sobre las canciones que integran `Nada más que hoy`, Barrozo contó que "tienen cuatro años, las fuimos armando en los ensayos, en los conciertos que dimos. Pero la mayoría se terminaron en el estudio porque había letras que no estaban terminadas".

Sobre la banda que completan Adrián Fermanelli en bajo, Francisco Valverde en batería, Gilda Guichenduc en cello y coros, Luz María Congiusti en trompeta y percusión y Mariano Barbella en guitarra, Barrozo subrayó que con Valverde “somos amigos hace tiempo”.

"Los demás -contó- son personas que están siempre dando vueltas, amigos de otras bandas y conocidos de conocidos. Por ejemplo, la cellista hace siete meses que se sumó a la banda".

En esa línea de pensamiento y de acción musical, apuntó que “además yo nunca quise ser solista, siempre me gusto ser parte de una banda".

Barrozo sostuvo que decidió hacerse cargo de la voz principal porque "tenía ganas de cantar estas canciones. Estudié canto durante seis años y ya estaba cansado de los egos de los vocalistas".

El talentoso guitarrista concluyó que "en este tiempo compusimos mucho, hay mucho material y ya tenemos en la cabeza en el próximo disco que va a ser más rockero", aunque en este caso es necesario recordar que Barrozo es fanático de los Kinks, de Tom Petty, de Los Beatles y de los primeros discos de Los Rolling Stones.

Télam