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18-04-2014

"Es libre aquel que desobedece órdenes"

Junto al compositor Fernando Tarrés, Leonardo Sbaraglia llega hoy a las 21,30 a la sala Piazzolla del Auditorium para componer "El territorio del poder", una propuesta de música y teatro. Por qué este tema y cómo entiende al poder.

Dice que lo mejor es cuando advierte que todos se fueron "de viaje" sobre el escenario. El viaje es su metáfora para explicar que los músicos y él lograron trascender los personajes, los textos, la música en vivo, la partitura, las imágenes y se entregaron al juego con el público, un juego que gira en torno al tema del poder, de la dominación y que ofrece caminos para desobedecer.

Ampliamente consagrado en el cine, esta vez Leonardo Sbaraglia desembarca en la arena del teatro con "El territorio del poder", una propuesta que fusiona varios discursos y en la que él se mete en varios personajes, hace de relator y hasta de él mismo, mientras los músicos recrean sus composiciones y ambientan los textos.

Para semejante desafío, se unió al compositor Fernando Tarrés, con quien ya protagonizó un espectáculo similar sobre el universo de Rodolfo Walsh. Ungido por ese halo de rebeldía del periodista asesinado en los `70, la dupla recayó en el tema del poder y en autores como Michel Foucault y Elías Canetti, entre otros intelectuales que pensaron en cuestiones afines.

Asistidos por el sociólogo Carlos Marín, "uno de los fundadores de la carrera de Ciencias Sociales en Argentina", Sbaraglia y Tarrés armaron esta propuesta "poética y metafórica", la describió. Y contó que a ellos se sumará la presencia del violinista Damián Bolotín y el trombonista Pablo Fenoglio.

"Todos aprendemos mientras hacemos este espectáculo -contó el actor-. No hay una manera de hacerlo, no hay una bajada de línea, son cosas ponemos en la parrilla para que sigamos encontrando herramientas".

-¿Por qué el poder?

-Siempre me interesó mucho los diferentes mecanismos del poder, me gusta mucho desentrañar algunas cosas. Y a partir de que tuve a mi hija me interesó más. Leí "Masa y poder", un libro de Elías Canetti, donde habla de cómo se transfieren las órdenes y de la crianza, del círculo vicioso de los mandatos, del tema de la orden. La orden es una construcción sórdida del ser humano, no tiene que ver con algo biológico de la propia subsistencia del ser humano, es una construcción de explotación, no es una construcción de supervivencia sino que es una construcción para explotar a otros. El capitalismo es parte de eso, hay cosas que son muy interesantes y de las cuales yo mismo aprendo mientras las estoy haciendo. El espectáculo ofrece alternativas para aprender a desobedecer, para rebelarse al poder y empezar a escaparse. Desobedecer como manera de encontrar la libertad. Es libre aquel que desobedece órdenes, quien aprende a eludir las órdenes.

-El del poder, la dominación y el castigo son temas de estricta actualidad: los linchamientos, la inseguridad, los pedidos de más cárceles. ¿Coincidís?

-Absolutamente. Siempre lo quieren hacer parecer actual (al tema). En los '90 se hablaban de las mismas cosas para construir negocios alrededor de la militarización y de los barrios privados. Hay una especie de sensación de parte de intereses económicos para generar un discurso alrededor del miedo y del poder. Por supuesto que nadie quiere que le roben, pero en principio tiene que ser más justo el mundo, más inclusivo, tiene que haber trabajo para todos. Si pasan estas cosas es porque hay un orden social que está desestabilizado.