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31-08-2014

Cierra el Güemes tras el verano, por la caída de la actividad teatral en Mar del Plata

Javier Faroni y Pablo Pérez Iglesias indicaron ayer que la sala, que antes se llamó La Subasta, dejará de funcionar como tal. La baja de espectadores, una tendencia que se experimenta desde hace años, motivó la decisión. Los cambios en el entretenimiento del turismo.

En diciembre de 2004, mientras inauguraba el teatro Mar del Plata, el empresario Carlos Rottemberg señalaba, orgulloso: "Algo está cambiando, ahora los estacionamientos se convierten en teatros". Su flamante sala se levantó en lo que había sido un playón a cielo abierto para dejar los automóviles. Lo cambiante de la actividad teatral puede verse reflejado en aquella frase: a sólo diez años de pronunciada, se podría señalar que efectivamente algo pasó en Mar del Plata para que el teatro Güemes cierre sus puertas definitivamente, después del verano que viene.

El hecho fue confirmado ayer por los empresarios Javier Faroni y Pablo Pérez Iglesias, responsables desde 2007 de este escenario. "Estamos pensando que después de la temporada que viene cierre el teatro Güemes, el edificio tendrá otro destino y lo más factible es que termine funcionando en otro lado", dijo ayer Faroni, quien indicó que la clausura de esa sala supondrá, a su vez, reabrir una similar en otra ciudad aún no definida.

A este dato debe sumarse otro ya difundido: el teatro Corrientes, histórica sala de Rottemberg, también se vendió. El desprendimiento revela que, como actividad económica, el teatro comercial en esta ciudad no transita su mejor momento.

Justamente, entre las razones para que el Güemes -ubicada en la calle del mismo nombre- cierre sus puertas se encuentra lo deficitaria que resulta la actividad durante el verano y, por ende, también durante el invierno. Lejos de ser una crisis de la concurrencia al teatro a nivel nacional, Faroni y su socio Pérez Iglesias circunscribieron el fenómeno únicamente a esta ciudad.

El primero amplió: "Lo que ocurre en Mar del Plata es que hay una disminución grande de la torta de espectadores que concurren al teatro desde hace algunos años. Eso hace que cueste más conseguir espectáculos para traer y para programar. Crisis no hay en el teatro porque a lo mejor en Buenos Aires o en Carlos Paz un mismo espectáculo funciona. Lo que está pasando es una coyuntura de Mar del Plata".

Su socio, en tanto, consideró que el Güemes, que desde 1998 a 2007 se llamó La Subasta y tuvo en esos años un formato de un teatro-café, es una sala pensada "para todo el año". "Los inviernos siempre fueron difíciles, pero ahora también los veranos son más complicados". Mantener la sala abierta en esta tendencia de fuerte restricción de la actividad sería "como luchar contra los molinos de viento", comparó.

-¿Esta caída de las entradas al teatro obedece a una sobreoferta de espectáculos en Mar del Plata? Cada verano se indica que suele haber más de trescientas propuestas.

Faroni: -Yo creo que sí, hay muchos espectáculos. Y hay muchos espectáculos gratuitos, hay menos noches de turismo en Mar del Plata para elegir teatro. Ha cambiado el formato del entretenimiento de la gente en la noche marplatense, del turista. El turista viene menos noches, tiene más alternativas en espectáculos gratuitos como en los museos, en los paseos por distintas áreas de Mar del Plata que son atractivas. Eso hace que por ahí tenga menos noches disponibles para el teatro y que se haya caído bastante en los últimos años el nivel de espectadores como hace diez o quince años.

Pérez Iglesias: -Es que el negocio dejó de ser negocio, por lo menos para tantos. Sobran salas, faltan espectáculos. Cuesta encontrar espectáculos que quieran venir a Mar del Plata. Creo que hay que reestructurar el mercado marplatense.

-¿Hacés Javier una crítica a la grilla de espectáculos gratuitos que hace la provincia de Buenos Aires todos los veranos¿ ¿Se lo puede leer así?

Faroni: -No, no, lo que creo es que es una realidad. Está bien, la gente tiene que tener todas esas opciones, lo que estamos hablando es del teatro, porque el entretenimiento en Mar del Plata incluye un montón de cosas: los espectáculos gratuitos, los museos, el fútbol de verano y un montón de otras actividades. Dentro de ese grupo de actividades que tiene el turista para elegir, el teatro es las más golpeada. Es una realidad de nuestra profesión y de nuestra actividad. Y hay que ver cómo se reajusta el teatro a la realidad de Mar del Plata de estos años, en estos momentos se está reajustando porque otros teatros cierran, como el Corrientes que se vendió. A lo mejor va por ese lado la reestructuración: menos títulos en la cartelera, hay que analizar bien por dónde se reestructura.

Un verano sin revistas

Faroni recalcó que la actividad posee gastos fijos muy elevados, lo que también complica su desarrollo. "Mover una compañía a Mar del Plata depende de la cantidad de actores que tenga, un solo rubro como el de vivienda se convierte en determinante con esas cifras", dijo. "Si estrenás en Mar del Plata, como en cualquier otra parte del país, tenés la escenografía, el vestuario, la gráfica, todo lo que es de producción que por supuesto lo absorbe el productor", agregó.

Para graficar lo difícil que resulta producir espectáculos en esta ciudad, contó que el verano que viene no llegarán espectáculos de revistas. "Ese es un síntoma claro: nadie está armando una revista para Mar del Plata porque el costo de mover una infraestructura con treinta o cuarenta personas es inviable para las cifras de personas que, hoy por hoy, concurren a ver teatro en Mar del Plata", dijo.

-¿Aceptarían recibir alguna clase de respaldo?

Pérez Iglesias: -Que quede claro que no queremos victimizarnos ni politizar el tema. Esta es una decisión empresarial, comercial.

Faroni: -No queremos presionar a nadie para nada, esto es una cuestión de privados. Si cierra un local, seguramente no llamás a los dueños de la casa de ropa. ¿Cuántos restaurantes cerraron en el invierno en Mar del Plata? Montones. ¿A cuántos llamaron para hablar? A nadie, a mí me llamaron diez personas, es especial porque es un teatro, porque es el espectáculo, porque tiene prensa, tiene difusión. El hecho de cerrar es con la expectativa de reabrirlo en otro lado, es un tema privado. No tiene por qué el Estado subvencionarnos, porque cuando nosotros ganamos dinero no le dimos al Estado más que los impuestos que pagamos. Con ese criterio todos los comercios a los que no les va bien tendrían que pedir subvención.