La banda de rock fusión Antiescéptico, una de los ganadoras de la Bienal Arte Joven 2013, presentará su nuevo trabajo discográfico "La hora de los sueños", mañana, a las 21, en Samsung Studio ubicado en barrio porteño de San Telmo.

A lo largo de las doce canciones que integran el tercer registro del cuarteto, los músicos se reencuentran con el género canción y asaltan una amplia gama de sonoridades que consiguen fusionar armónicamente durante 60 minutos conceptuales.

Formada en 2005 y actualmente integrada por Mariano Godoy (voz, bandoneón y guitarra), Lucas Hryniuk (batería), Christian Murias (bajo) y Damián Russo (guitarra y teclados), la banda registra "Antiescéptico", álbum debut de 2009, "La milonga del desierto", editado en 2012, y "La hora de los sueños", recientemente lanzado.

De cara a la presentación del nuevo álbum de Antiescéptico en el bar de Pasaje 5 de Julio 444, Mariano Godoy dialogó con Télam sobre la historia protagonista de la noche y adelantó algunos detalles de un espectáculo, que procura ser poco convencional.

"'La hora...' refleja el folclore de Buenos Aires. Vivimos rodeados de personas que nos generan cosas. Caminamos por la calle y podemos encontrar un supermercado chino, el mercado de Once, comida peruana, personas escuchando cumbia, otras rock, de pronto el ruido de los autos", esbozó el vocalista.

En la misma línea continuó: "Existe una mixtura cultural que nos atraviesa todo el tiempo y esta amalgama no ocurre en otros lugares del mundo, sólo pasa en Buenos Aires y a veces no la podemos apreciar ".

El nuevo trabajo discográfico del cuarteto "recupera -perfiló- el género canción. Recurrimos a la emoción de las canciones, como en nuestro primer disco, y a diferencia del segundo disco, en el que los géneros estaban más explícitos, en este sobrevuela la fusión".

"Sigue pisando el folclore. Nos identificamos con Atahualpa Yupanqui por su sinceridad y esa cosa media robusta que tiene con la música y su forma de cantar, pero no sé de dónde surgen nuestras melodías norteñas , indígenas, cuando no tenemos ningún tipo de relación y convivimos día a día con el rock".

Con un espectáculo interactivo, Antiescéptico propone poner en vilo la veracidad de los sentidos y cuestionar "por qué creemos que lo que llamamos realidad no puede ser un sueño y viceversa. A partir de ese juego con la realidad, apuntamos a generar otro sentido", adelantó Godoy.

"Como el espectáculo del disco 'La milonga del desierto' estaba relacionado con el desierto y la soledad, este va a estar delineado por los sueños, los deseos, y también por su dimensión onírica", añadió sobre el show que realizará el cuarteto el próximo jueves en San Telmo.

Remontándose al comienzo de la banda, casi una década atrás, Godoy recordó: "arrancamos buscando la forma de encarar aquellos temas que nos generaban algo, los que surgían después de un ensayo o después de un recital".

"Consecuentemente con el momento y con nuestras aspiraciones -prosiguió- hicimos un primer disco ('Antiescéptico') bastante diverso porque ciertas canciones eran una especie de chacarera, otras tenían un costado más pop, otras eran más rockeras".

Tres años más tarde, "nos acomodamos a un estilo. En 'La milonga...' hicimos una fusión entre la música del altiplano y el rock pero con la presencia del bandoneón, que en un principio incorporamos circunstancialmente y ahora nos identifica", relató el vocalista.

Durante una excursión en camello por el Sahara fue que Godoy se imaginó como podía ser "el lado B de la banda. Lo que iba a ser un disco conceptual y paralelo al primero con show interactivo, resultó tener más aceptación que la esperada y se volvió oficial", explicó sobre el espectáculo amateur que acompañó al segundo disco .

A diferencia de aquella experiencia, "La hora de los sueños" contará con dirección musical y teatral a cargo de Mauro Careri, una puesta audiovisual de Lucas Torturro y la documentalización de Joaquín Risa.

El show resumirá casi diez años de recorrido en una original combinación : la moderna puesta en escena que contempla la instalación, buscando despertar sentidos y sensaciones, y la inclinación hacia la música del altiplano, sin olvidarse del rock ni de la mixtura con el -ahora- distintivo sonido que el grupo despierta en el bandoneón.