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24-11-2014

Otra latinoamericana en Competencia Internacional

Segundo día de proyecciones para la Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Con "Come to My Voice", una co-producción entre Turquía, Francia y Alemania (a las 9) y la brasileña "Ventos de agosto" (a las 11,30), continuará hoy la Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

"Come to My Voice" (2014) ("Were dengê min - Vengan hacia mi voz", dirigida por Hüseyin Karabey sobre su propio guión, con Abidin Parilti, refiere a los habitantes de una montañosa aldea kurda del este de Turquía que se reúnen alrededor del Dengbej, el trovador, quien se dispone a contar la historia de la anciana Berfé y su pequeña nieta Jiyan. Las vidas de estas se han visto conmocionadas desde el momento en que su querido Temo (hijo de la primera, padre de la otra) fue arrestado por la gendarmería, junto con los otros hombres del pueblo, como resultado del allanamiento colectivo ordenado por un oficial del ejército en busca de las armas que las familias presuntamente esconden en sus casas. Los varones no podrán regresar a sus hogares hasta que las pistolas y fusiles sean entregados; el gran problema de Berfé y Jiyan es que no hay nada de eso en su casa. Desesperadas, no les queda otra que salir a conseguir un arma que entregar a cambio de Temo. Ambientada en impresionantes escenarios naturales el filme es la desventura de dos personajes corrientes e inocentes atrapados en una región del mundo plagada de crueldades y conflictos.

Ventos de agosto

Esta película brasileña dirigida por Gabriel Mascaro relata las vidas de Shirley y Jeison.

Basta con ver unos pocos minutos de la relativamente breve nueva película de Mascaro para comprender que utiliza un contexto usual (sin duda explotado hasta el hartazgo por cierto nuevo cine de la región) para atravesarlo con un instrumental extraordinario, por momentos, oscuramente mágico. Así, lo que podría reducirse injustamente como la relación de dos trabajadores de una plantación de cocos y sus respectivos problemas familiares se abre paso impulsivamente ?a fuerza de la presencia de un investigador ocupado en el registro de los sonidos del viento tropical de agosto, una banda de sonido punk, cierta predilección de los personajes por desnudarse y un vínculo necrofílico? hacia un territorio fresco donde el cine ya no se alimenta del costumbrismo, sino que lo combate a fuerza de una sencilla originalidad.