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08-01-2015

Gino Renni, uno de los hijos de ?La nona?

Sus orígenes italianos le permiten lucirse en el personaje de Carmelo, uno de los dos hijos de la nona que interpreta Pepe Soriano. Todas las noches desde el Bristol, Renni disfruta de la pieza de Roberto ?Tito? Cossa y agradece la convocatoria. ?Lo que manda es tu propia raza?, asegura.

Agradecido por la convocatoria para interpretar a Carmelo en ?La nona? y siempre sencillo, vozarrón mediante Gino Renni habla de sus raíces. Las italianas, las mismas que cada noche afloran sobre el escenario del teatro Bristol para vestir a su personaje con esos ropajes tanos que mamó de bien chico, como hijo de padre calabrés que tenía un puesto de venta de bananas en el Mercado del Abasto porteño.

?Yo nunca estudié arte escénico, primero fui un cantante que cantaba en italiano y en español, después entré a trabajar en La tuerca como actor cómico y empecé a interpretar personajes -repasa su propia historia-. Cuando hablo con actores prestigiosos, siempre digo lo mismo: creo que lo que manda es tu propia raza, lo que uno es, de donde uno proviene, creo que uno no se puede apartar de su procedencia?.

Cada noche vive un duelo actoral al lado de Hugo Arana, el hijo díscolo de esa viejita que no para de comer y que interpreta el actor Pepe Soriano. ?La nona es un proyecto muy interesante, mi personaje es motor del conflicto dentro de la obra y yo me siento contento por la repercusión que tenemos, el público se divierte de principio a fin y no hay una sola noche en que no aplaudan de pie?, cuenta, satisfecho y expectante porque la obra se trasladará a Buenos Aires, al teatro Tabarís, luego del verano local.

Ausente durante más de veinte años de las temporadas marplatenses (a excepción del verano en que abandonó la obra de Ricardo Fort en pleno enero), Renni dice haber encontrado ahora un lugar para volcar su caudal de italianidad. ?Tengo muy incorporado a un personaje como Carmelo, más allá de lo bien escrita que está la obra de Tito Cossa, yo he vivido en carne propia muchas de las cosas de la obra, eso me permite meter cositas que siento como parte de mi familia y de los italianos que vi?.

El mandato de que los más jóvenes tengan que mantener a sus mayores, tan típico de los clanes itálicos, es el aspecto de la pieza en el que siente mayor identificación. ?Solucionar los problemas de los mayores, mantenerlos, es algo que recuerdo y que te puede consumir?, dispara. Y sigue: ?Mi papá vino a la Argentina con 18 años para mantener a sus padres y a sus hermanos, después sus hermanos vinieron al país, yo hago una comparación entre la obra y el esfuerzo de mi padre por mantener a su madre y a sus hermanos. Dentro de sus problemáticas, las familias italianas han tratado de sostener a su entorno, así entiendo a la obra, lo que siento e interpreto es algo que tengo en la piel, lo que viví, lo que yo tuve, lo que vi en mi padre y en mi madre, en mis tíos maternos y en una cantidad de italianos que vinieron acá y a otras partes del mundo a sostener a sus familias. Era trabajar y trabajar para sostener a todos, a sus abuelos, a sus padres, a los tíos?.

-¿Hablás Gino el dialecto calabrés?

-En mi familia nos comunicamos en dialecto. Tengo a mi mamá de 95 años y mantenemos las tradiciones. Con mis primos, todos hijos de italianos, también mantenemos palabras en dialecto. El año pasado perdí a mi hermanita en cuatro meses, murió de cáncer y estando mal se expresaba en calabrés. Eramos dos hermanos, ahora quedé yo solo.

-¿Conociste Calabria?

-He vuelto pero ahora hace como cuatro o cinco años que no regreso a Italia.

-¿Por qué pasó tanto tiempo para que regresaras a Mar del Plata a hacer una temporada completa?

-Desde 1987 que no hacía temporada. La última fue en el Provincial, con una obra de Sofovich que se llamó ?Lomo a la pimienta?. Estábamos Tristán, Rolo Puente, Luisa Albinoni, éramos unos cuantos. Después vine a Mar del Plata a filmar, a hacer Los bañeros. Y hace cuatro años estuve en una temporada frustrada, porque tanto el recordado Carlos Moreno como yo nos bajamos de la obra de Ricardo Fort. Nos habían convocado y alrededor del 20 de enero decidimos bajarnos y no participar más. Después hubo propuestas pero no me gustaban o no me conformaban. He ido más a Carlos Paz.

-¿Como actor te resulta igual Mar del Plata que Carlos Paz?

-Para nosotros es igual, porque uno tiene que ir a trabajar. Ahora, si me preguntás por el público, todavía no lo sé, el público de Carlos Paz me parece que es un poco distinto al público que va a Mar del Plata, pero de todos modos son públicos de temporada, no puedo decir cuál es mejor o peor. Son públicos distintos, pero para mí es lo mismo, yo voy a trabajar, en un lugar ves un lago y una sierra y acá ves el mar. Y siempre es gente que nos trata con mucho cariño y afecto, tanto de un lado como del otro.

-¿"La nona" tiene que ver con la idiosincrasia argentina?

-Hay muchas interpretaciones sobre la obra. Tiene al personaje de la abuela que se come todo y que es como el poder que arrasa con todo. En mi caso, yo que soy el que mantiene la casa y no alcanza. Tengo un hermano que no labura que es Chicho (Hugo Arana), y a mi mujer (Mónica Villa). Hay muchas interpretaciones ideológicas y psicológicas de la obra, yo no me meto tanto, para mí es una obra costumbrista, muy bien escrita. Y me siento muy cómodo y agradecido a Carlos Rottemberg que me convocó. Y contento porque en el escenario tengo el contrapunto entre hermanos con Hugo, con quien trabajé en la película ?Muerte en Buenos Aires?. Con Pepe y con Mónica nunca había trabajado, y con Miguel Jordán sí. Estamos conformes y contentos, la relación es muy buena.