CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
28-07-2015

Lila Downs: "La música ha sido mi salvación"

La mexicana asegura que "Balas y chocolate", su último trabajo discográfico, "es esa reflexion de la vida y de la muerte". Mantiene su apuesta por nuevas sonoridades. El 14 de agosto inicia una gira por Argentina.

La cantante y compositora mexicana Lila Downs, una de las mejores voces del continente que actualiza el canto popular con nuevas sonoridades, viene a la Argentina para una serie de presentaciones, que se desarrollarán en Rosario, Córdoba, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires.

Downs junto a su banda La Misteriosa, dirigida por su marido el saxofonista norteamericano Paul Cohen, llega para presentar su último trabajo discográfico, "Balas y chocolate", que, dice, "se creó a partir de lo que me pasa en lo personal y de los contrastes de lo que pasa en mi país".

La gira de Downs, que incluye también Montevideo, Santiago de Chile y La Paz, arranca en la Argentina el próximo viernes 14 de agosto en el teatro El Círculo de Rosario, sigue el sábado 15 en el Espacio Quality de la ciudad de Córdoba, pasa el lunes 17 por el Auditorio Angel Bustelo de Mendoza y llega a Buenos Aires el viernes 21 y sábado 22 con dos conciertos en el teatro Gran Rex.

"Este es un proyecto que surge a partir de lo que me pasa en lo personal y de lo que pasa en mi país y en el entorno cultural y social de México, que presenta una serie de contrastes, ya que por un lado somos un crisol de diversidad que se celebra de diversos modos y con distintas ceremonias y por otro reina en algunos lugares una violencia terrible que invade nuestros pensamientos diarios", destacó Lila en charla con Télam desde su casa en Oaxaca.

Hija de padre estadounidense y madre mixteca, Downs, que reúne e integra mixturas y procedencias, asegura que este nuevo trabajo discográfico "es esa reflexion de la vida y de la muerte" y pone como ejemplo la celebración del Día de los Muertos en México, que asume características muy particulares.

"Se convive con los muertos, se les recuerda y ese día se les hace una oferta gastronómica que es un reflejo de ese convivir", cuenta del otro lado de la línea en su casa mexicana.

Sobre la situación que enfrenta su país, especialmente después de la matanza de estudiantes de magisterio registrada en Ayotzinapa, Lila dice que "es difícil generalizar porque México es un país de muchos millones de personas, muy extenso y de una geografía también muy diversa".

"Para los que podemos ir y venir, encontrarnos con la diversidad surreal de mi país es fantástico pero al mismo tiempo te puede tocar que de pronto estás inmerso en la violencia, en una situación donde no sabes qué tanto marca la mafia las decisiones y cuánto participa la política en todo eso, lo de Ayotzinapa fue como la gota que derramó el vaso y eso generó mucha movilización y manifestaciones de la gente, pero sigue sin esclarecerse", dice.

Sobre su modo de hacer música, los sonidos y las cosas de su vida y su país que la atraviesan, y de las que deja registro en su nuevo material de estudio, Lila dice que "la meta es lograr borrar fronteras artísticas y también humanas".

"Soy hija de diferentes culturas y a veces esas culturas se han odiado en el pasado y hoy también expresan realidades tristes; la música ha sido mi salvación y por eso la necesidad de retomar cosas que están pasando en la modernidad que me motivan", asegura.

Autora de versiones inolvidables de canciones anónimas y populares como "La cucaracha" o creadora de composiciones propias como "La cumbia del mole", Downs asegura que "como artista me aburre la repetición".

"Creo que siempre hay que buscar sonoridades nuevas y propias e incluso retomar géneros de otros países y pasarlos por el tamiz de uno; en mi país la música del norte es más celebratoria mientras que en el sur somos más introspectivos, y yo creo un poco en esos contrastes, en esas dos caras, de hecho en este disco estamos celebrando la vida por medio de los versos a la parca, esas son las paradojas que nos hacen reflexionar", comenta.

Refiriéndose a las tradiciones populares que recoge y retrata en sus canciones, Lila dice que "esa es la parte sagrada que hay que enaltecer y son los pilares de nuestro trabajo".

"Están las mujeres que trabajan el maíz, hacer el maíz es lo menos acreditado y es una felicidad tributarlas con una canción; en este disco tributamos al cacao que es un semilla mágica que provoca tanto la avaricia como la sensualidad y esos elementos me causan mucha fascinación".

Autora de las letras, es su esposo (Paul Cohen) quien comienza el trabajo de armonización de las canciones y Lila cuenta que en este disco todo fue "cocinado a fuego alto por la banda".

"Hicimos una serie de talleres donde nos juntamos, comimos y bebimos y de esos encuentros salieron los arreglos y las músicas de este disco", relata.