Una "Gran Soireé de Ballet" realizará a las 21 de hoy el Ballet del Atlántico en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium. Se trata de su espectáculo anual en el que participarán más de setenta bailarinas y en el que podrán verse diferentes disciplinas de la danza clásica.

Según explicó Beatriz Schraiber, legendaria directora de este ballet marplatense, esa noche habrá danza de carácter, danza jazz, baile flamenco, ballet de repertorio (fragmentos de "Giselle" y "La sílfide") y el broche de oro será la puesta en escena de una comedia musical del mismo autor de "El fantasma de la opera", Andrew Lloyd Webber.

Además de las y los alumnos de Schraiber, también bailará el grupo de jazz de Silvina Spampinatto -una de las docentes del Ballet del Atlántico-, encargado de realizar un fragmento de la obra "Fama".

Y una destacada alumna del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires, Azul Sementza Valdez, participará de la noche con un repertorio basado en "Primavera porteña", de Astor Piazzolla, y "Variaciones", de Pugni.

El espectáculo de esta noche será también la oportunidad de que Schraiber, de amplia trayectoria en la danza, celebre sus cuarenta y cinco años en Mar del Plata y sus cuarenta y dos años al frente del Ballet del Atlántico. "Di clases en Azul, Tandil, Olavarría y Necochea, además de Mar del Plata, soy más que una profesora de danza, soy una maestra", expresó esta mujer, que también es licenciada en Letras, carrera que cursó recientemente.

Pujante, exigente, Schraiber se declara una militante de la "vieja escuela" de la danza, es decir, aquella que pugna por entrenar a bailarines con un desempeño escénico ejemplar. "Me cuesta mucho ponerme a la par de ciertas formas permisivas de los adolescentes", recalcó la ex bailarina, que bailó hasta los 35 años y que es madre de un único hijo varón.

"Soy desafiante y combativa", se definió y recalcó que siempre se encargó de ir más allá y "comprender mejor las cosas" que enseñaba y el arte que amó desde chica, el ballet clásico.

Fruto de esa trayectoria y de ese recorrido estricto, Schraiber y su escuela fueron elegidas para ser la sede local del certamen Julio Bocca que organiza todos los años el Consejo Argentino de la Danza.

En estas más de cuatro décadas de trabajo, el Ballet del Atlántico se encargó de crear vínculos con otros centros de la danza nacional e incluso albergó a figuras de la talla de Jorge Don y de Maia Plisetskaya.