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06-02-2010

"La espiritualidad tiene que ver con la sabiduría no con la estupidez"

Ari Paluch estuvo en la ciudad presentando su último libro que habla sobre la espiritualidad y que se convirtió en un éxito de ventas en Argentina.

por Albertina Marquestau

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Ari Paluch está parado en el hall del hotel donde se hospeda y después de saludarnos se sienta y empieza a hablar. Lo hace de un modo rápido no sólo porque es su forma habitual de comunicarse, sino también, porque está apurado ya que se acerca la hora de inicio de su programa de radio en El Exprimidor. Igual hace un parate y asegura que tiene tiempo para dialogar de su otra pasión, la espiritualidad. Con "El combustible espiritual 2", una suerte de guía para saber cómo sobrevivir al vértigo y la ansiedad de la vida cotidiana, Paluch alcanzó un éxito impensado para él y para muchos que descubrieron en la persona del periodista otra faceta.

Todo nació cuando una joven le dijo: "Usted no puede tener tanto ego". Esto fue hace algunos años, después de terminar de dar una charla a estudiantes de periodismo. Según el comunicador, esta frase no le cayó bien, pero lo hizo reflexionar. A partir de ese momento y con la llegada de los 40 años, inició una nueva etapa en su vida que le cambió para bien. Luego vino la propuesta de la Editorial Planeta de escribir un libro sobre "el ser argentino" que retrucó proponiendo hablar de la espiritualidad, así fue como nació el primer libro que fue un éxito, y la segunda parte que alcanzó ventas importantes en Argentina y que ahora presentará en España.

En diálogo con LA CAPITAL, Paluch se refirió a "las buenas consecuencias que genera transitar un camino propio de sabiduría", y cómo compatibiliza eso con la vida diaria.

- ¿Le agradece a aquella chica que le dijo que usted tenía mucho ego?

- Sí claro, por supuesto, esas cosas se agradecen siempre y es un camino de todos los días porque la dilución del ego es un desafío cotidiano para nosotros. Y por eso la mencioné en el libro.

- ¿Qué lo llevó a cambiar su estilo de vida? ¿Le pasó algo?

- Gracias a Dios yo no tuve nada trágico, porque hay historias muy trágicas. Creo que todos estamos acá para evolucionar, aprender y crecer y hay momentos en que viene la trasformación porque la insatisfacción te pide un cambio. Eso es lo que habitualmente se llama el click. Ahora, muchas veces hay un crack, una ruptura. Yo cuento en el libro algunas cosas, como que cumplí 40 años y está la ingenuidad de suponer que empieza el segundo tiempo, pero quién sabe si voy a vivir 80. Esto coincidió con un momento muy álgido de la economía y política argentina en 2002, también tuve un cambio de terapia porque empecé con un terapeuta espiritual que me ayudó mucho, asimismo comencé a hacer lecturas de algunos libros que a mí me daban mucha paz... y bueno, la vida tiene un destino circular. Yo leía esos libros y decía, ojalá yo algún día pueda escribir algo que diera tanta paz, y bueno... Dios después me dio la oportunidad. Es que empezás a probar las consecuencias de transitar un camino más propio de sabiduría, de entregarte a la situación y aprender tus limitaciones, y ves que las consecuencias de ser un ser más amoroso son mejores. Entonces para qué bajarse de un camino que es asfaltado, que tiene días mejores o peores pero que vos siempre sabés que cuando conectás con tu creador y con lo que sos esencialmente, te va mucho mejor.

- ¿Por qué cree que la gente busca más ayuda en libros o en especialistas? ¿Hay más apertura?

- Me parece que cuando vos insistís por un camino que no te trae felicidad y plenitud te das cuenta que tenés que buscar por otro. Einstein decía que una mente que creó un problema es una mente que no lo puede solucionar. A mí me parece que hay mucha insatisfacción, que hay muchas cuestiones que nos hicieron pensar y mandatos que están arraigados que creíamos que nos iban a llevar a disfrutar y estar bien, pero eso no sucede. Entonces la gente empieza a darse cuenta de una verdad muy interesante, que nosotros no somos seres humanos, sino seres espirituales que estamos viviendo una experiencia humana. Entonces si vos sos un ser espiritual, tu esencia es el espíritu, entonces vos para reconectarte con lo que sos te nutrís, por eso la metáfora del Combustible Espiritual. Y ¿cómo se hace para nutrirse con uno mismo?, por la introspección, el autoconocimiento y la meditación que permiten tomar conciencia de quién realmente sos, y en ese escenario uno se siente a gusto. Después se vive la vida cotidiana y la experiencia terrestre, pero básicamente somos un ser espiritual, entonces cuando tomás conciencia de eso y empezás a experimentar la plenitud y estás bien, indudablemente querés transitar ese camino. Entonces la gente se empieza a enterar, y ve que si va por esa ruta le va mejor que por la otra y bueno, creo que estamos todos buscando lo mismo, estar en paz, ser felices, dejar de postergar los sueños, y me parece que esta ruta es buena porque vamos a suponer que no lográs nada, tampoco te va a perjudicar. Esto es inocuo, acá no hay meditación, no hay dogmas ni ningún tipo de imposición y eso también te suelta mucho.

Los seguidores

- ¿Cree que las mujeres eligen más sus libros que los hombres?

- Puede ser, y después ellos le preguntan: ¿a ver qué estás leyendo? Yo soy un tipo al que le va muy bien en radio, y en esa situación me pasa muchas veces que son las mujeres que les dicen a sus esposos cambiá a ese tipo que no para de hablar, y después ellas se enganchan. Mientras que con el libro sucede a la inversa. Yo alguna vez escribí una nota para la revista de Susana Giménez donde explicaba que la espiritualidad es básicamente femenina, no solamente por el artículo, sino porque tiene más que ver con la entrega, con la intuición. Mientras que el ego es mucho más machista porque cuando se habla de machismo no se hace referencia al género sino al tipo que tiene razón a cualquier precio, que impone las cosas, y eso el ego. Pero a mí me parece que la espiritualidad está haciendo un crossover y está llegando a los dos sexos.

- Y qué pasa con los más jóvenes.... ¿cree que también leen o escuchan lo que dice?

- Sí, creo que sí. Yo cambié a los 40 años pero ojalá que haya otros que lo hagan a los 20 ó 30, cada uno tiene su momento y tiene que ser oportuno porque tampoco hay que forzarlo porque hay gente que dice "voy a probar", pero si lo fuerzan los resultados van a ser malos, se van a decepcionar. Esto tiene que fluir, lo vas a elegir y disfrutarlo. Osho dice que en Occidente se usa la frase "me tengo que relajar" y no hay mayor contradicción que eso, porque si te relajás no podés usar el "tengo".

- ¿Cómo es un día suyo, le cambió la rutina?

- La rutina de vida es la misma porque yo hace 15 temporadas que hago un programa de radio. Pero lo que hago a la mañana es meditar 20 minutos y eso me energiza para el resto del día y me da mucho amor y paz para empezar un programa de radio con noticias crueles pero con una predisposición más amorosa. Hago una vez por semana yoga, rara vez me enfermo, voy a trabajar todos los días, tengo un ritmo de vida importante pero no por esto de estresarme en vano. Creo que a partir de tomarte la vida de una manera mucho más sabia las consecuencias son interesantes. Puedo decir que a mí me gusta lo que hago, lo disfruto, tengo días mejores y peores, y me ayuda mucho el hecho de conectarme con lo que soy esencialmente. Yo creo en Dios, y él anida dentro de uno y si nos podemos conectar con el espíritu y la esencia, eso se ve en tu expresión, tu relación y en tu vida.

- ¿Y cómo resultó la compatibilización del periodismo con esta actitud de vida?

- Me enriqueció mucho porque hago un análisis más profundo, tengo más intuición, me puedo anticipar más a la jugada. Yo no entiendo la espiritualidad como un tipo que está aislado, al contrario, sino que es la conexión de todas las cosas. Empezás a ver más las causas que los síntomas, sos mejor analista me parece. Yo no pierdo vínculo con la cosa diaria, la espiritualidad tiene que ver con la sabiduría, no con la estupidez. Hay cuestiones que se siguen vinculando con la vida cotidiana, pero la profundización del análisis está muy vinculada con la espiritualidad.

- ¿Ya tiene pensado un tercer libro?

- La verdad es que nunca los pensé, siempre fluyeron. El primero desde Planeta me dijeron si quería escribir sobre el ser argentino a lo que agradecí y dije que si lo hacía era para hablar de espiritualidad y me dijeron que le diera para adelante. Y salió y gracias a Dios fue un éxito enorme. Después caí en la cuenta que en vez de escribir sobre el ser argentino escribí sobre el ser. Y cuando me dijeron si quería hacer el segundo, les dije que cuando lo sintiera lo iba a hacer. Así fue que empecé a bocetear y después de 8 meses dije: ahora hay un libro y salió el segundo. A lo mejor en un tiempo me pongo a escribir de nuevo y sale, pero no hay una idea inmediata. Disfruto mucho lo que está pasando, ahora lo presento en España, el primer libro está editado en Brasil y en México; y lo acabo de presentar en Uruguay, así que por ahora dejo que fluya.