El chañar, belleza dorada en los campos bonaerenses
Es un árbol mediano cuando crece aislado y arbusto cuando crece en esos bosquecitos puros denominados "chañarales". Tiene variados usos.
por Mario Alfredo Galetti y Carlos Alberto Esparrach (*)
Hemos elegido en esta oportunidad una especie de aplicación ornamental debido a su belleza tan particular que la ha convertido en un exponente cabal de la diversidad y riqueza de la flora bonaerense que es preciso conocer, para luego admirar, cuidar y proteger.
Su nombre científico es Geoffroea decorticans. Es un árbol mediano cuando crece aislado y arbusto cuando crece en esos bosquecitos puros denominados "chañarales", originados por brotes que sales de las raíces de la planta madre.
Una vez al año, en la primavera, se despoja de su ropaje verde grisáceo y polvoriento para cubrirse con el manto amarillo dorado de sus infinitas flores y convertirse en uno de los mejores adornos de nuestros campos.
Su vistosa corteza es muy característica, relativamente delgada, color gris amarillento verdoso, fibrosa, resistente, resquebrajada longitudinal y transversalmente. En los ejemplares jóvenes se desprende todos los años la porción externa, en largas tiras secas, parduscas que dejan a la vista la corteza nueva de un lindo color verde lustroso.
Su área de distribución es muy amplia y abarca gran parte de los territorios semiáridos de Argentina. En la Provincia de Buenos Aires, el chañar está presente en el Norte y Oeste. Es una especie resistente a sequías y heladas.
Utilidad y usos
El chañar se puede considerar un árbol multipropósito, ya que presenta una amplia utilidad no solo desde el punto de vista de su rol ecológico, sino que por sus usos derivados. Como cerco: ideal como cerco viviente, cortaviento natural y para abrigo del ganado, ya que genera sombra en su interior crecen pastos tiernos y por su escasez de espinas no molestan demasiado. Controla la erosión eólica.
Uso de su madera: se utiliza para fabricar muebles rústicos y debido a sus reducidas dimensiones también se la emplea en cabos de herramientas, leña y carbón.
Comestible y forrajero: sus frutos, muy dulces, se pueden comer crudos o bien preparar dulces y jaleas (arrope). También se preparan chicha y aloja de chañar, ambas bebidas alcohólicas. Como alimento del ganado, los frutos son comidos por equinos y bovinos, mientras que las cabras ramonean las ramas.
Uso en medicina popular: la corteza, hojas y flores tienen propiedades expectorantes. La corteza hervida, se ha usado como expectorante y antiasmática. Su cocción con azúcar quemada se ha usado para combatir la tos, sobre todo la convulsa.
Uso como tintura: el chañar proporciona tintes indelebles. Para teñir se hierve la corteza, dando un color marrón claro. Desde el punto de vista ornamental y paisajístico: es recomendable plantarlo en grupos homogéneos donde se destacan sus hermosas flores amarillas que aparecen entre los meses de septiembre y octubre. Además de su follaje verde azulado y su corteza decorativa.
Es necesario tomar conciencia de la importancia de preservar la diversidad genética de estos bosques con el fin de seleccionar y mejorar el recurso.
(*): Ingenieros forestal y agronómo, respectivamente. Especial para LA CAPITAL.
