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27-02-2010

Cada vez menos médicos optan por especializarse en neonatología

Se trata de un fenómeno que desde hace varios años viene registrándose a nivel nacional y que ya puede observarse en la ciudad. Alertan que la salud pública perinatal podría verse comprometida.

La escasez de médicos especializados en neonatología es una realidad que desde hace varios años viene observándose a nivel nacional y que en el último tiempo comenzó a afectar al servicio de salud marplatense.

Según admitieron referentes de las instituciones de salud de la ciudad, tanto del sector público como del privado, encontrar profesionales idóneos dispuestos a realizar las tradicionales guardias de neonatología se ha tornado una misión cada vez más difícil de concretar.

"Yo soy el jefe del área pero por lo menos tres veces por semana tengo que ponerme el ambo y hacer las guardias yo mismo, porque no tengo quién las cubra", resumió en diálogo con LA CAPITAL el Dr. Sergio Segretin, quien como él mismo explicó encabeza el servicio de Neonatología del hospital EMSA pero también se desempeña en el Hiemi e integra la Sociedad Marplatense de Pediatría.

El problema también fue señalado por Roberto Darling, conocido neonatólogo de la ciudad. "Yo tengo 60 años y sigo haciendo guardias" describió y lamentó que "la gran mayoría de los médicos más jóvenes se conforma con un sueldo y no le interesa crecer profesionalmente".

En el sector público la situación no es menos complicada. El doctor Mauro Costantini, director asociado del Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil -Hiemi- reconoció en diálogo con este medio que el establecimiento debe realizar "grandes esfuerzos" para tener cubiertos los puestos de neonatología.

El profesional relató que el nosocomio local tiene toda una política diseñada para paliar esta situación. "Intentamos brindarles las mejores condiciones de trabajo posibles" dijo aunque reconoció que es una misión "difícil, porque cada vez menos médicos quieren especializarse en algo que implica tanto esfuerzo y compromiso".

Una "muerte anunciada"

Como ya se dijo, la escasez de neonatólogos no es un problema local. La situación viene siendo motivo de debate en la mayoría de los foros y congresos de profesionales de la medicina, principalmente los ligados con las especialidades de pediatría y neonatología.

"Existe un marcado desinterés de parte de quienes finalizan su residencia en pediatría, por acercarse a la neonatología" se advierte en una carta publicada por los doctores Eduardo Halac, Martín Moya y José Olmas en el sitio oficial de la Sociedad Argentina de Pediatría en internet.

Bajo el título "Cada vez menos neonatólogos, ¿crónica de una muerte anunciada?", el texto sirve de virtual radiografía del sector: parafraseando al genial Gabriel García Márquez, los profesionales advierten que mientras otras subespecialidades pediátrias tienen "un exceso de demanda", la neonatología -la vedette de la especialidad durante cerca de veinte años- vive un franco retroceso.

En cuanto a las causas de dicho desinterés, los especialistas consideran que es multifactorial: por un lado explican que mientras las residencias de pediatría duran tres o cuatro años; la especialización en neonatología requiere de dos o tres años adicionales.

A lo anterior hay que sumarle que las guardias que deben realizar dichos profesionales figuran entre las más exigentes -tanto por su extensión como por su laboriosidad- en tanto que "el estrés propio de la unidad neonatal es considerable, mientras que los sueldos ofrecidos no difieren sustancialmente del de otros programas de capacitación alternativos".

Por otra parte, los profesionales explican que "al egresar del período formativo, la salida laboral no es demasiado alentadora: solamente se puede desarrollar lo aprendido, en unidades neonatales de envergadura, sean públicas o privadas; los costos de los seguros de mala praxis aumentan con demasiada periodicidad, y las perspectivas del estrés laboral y el burn-out a mediano plazo conspiran contra la seducción que esta subespecialidad ejerció hace relativamente poco tiempo".

El factor económico

La solución a este panorama no parece fácil. En diálogo con LA CAPITAL, Segretin consideró que "por el momento" la única alternativa es el estímulo económico.

"La realidad es que faltan neonatólogos por lo que las instituciones deben comprender que a los pocos que hay, deben pagarles mejor" reflexionó el profesional quien aclaró que "está claro que es un paliativo, no una solución de fondo, pero debería servir para salir del paso".

En este contexto, el profesional alertó que no existe una conciencia del problema en los directivos de las instituciones. "Hasta ahora nadie ha valorado la magnitud del problema, que se pone cada vez peor", alertó.

En su carta pública, los profesionales cordobeses alertaron sobre las posibles consecuencias de no buscar una resolución al problema. "Si no se toma un curso de acción efectivo y urgente, nuestros colegas de obstetricia contarán cada vez menos con la colaboración de un neonatólogo cercano a su área de trabajo y la salud pública perinatal de la nación se verá comprometida en algún futuro" alertaron, en un mensaje que parece ser aplicable a todas las ciudades del país.

Un largo camino

El camino para llegar a ser neonatólogo es uno de los más largos que plantea la medicina. En primer lugar hay que cursar la carrera de grado que en la Universidad de Buenos Aires, por ejemplo, dura seis años y comprende tres ciclos: el biomédico, el clínico y el Internado Anual Rotatorio.

Luego es imprescindible hacer la residencia en Pediatría, que puede llevar de dos a tres años más de estudio. Recién allí se cursa la especialización en neonatología. Estas residencias duran entre 3 y 4 años, y la diferencia de tiempo depende de dónde se realice -si en la Ciudad de Buenos Aires o en provincia- y en qué hospital.

Pero además los especialistas advierten que una vez obtenido el título, el estudio no cesa. "Uno se sigue formando toda la vida. No es una especialidad en la cual uno se pueda acostar con lo que se formó y seguir trabajando 30 años más para adelante con eso" explicó el el secretario de Fundasamin, doctor Néstor Vain.

El dirigente también explicó que si bien el médico asume el compromiso de actualización y estudio constante de por vida como consecuencia de los avances en la medicina, no todas las especialidades demandan el mismo esfuerzo.

"No es lo mismo lo que progresa la clínica general, la pediátrica o la dermatología que las terapias intensivas -dijo Vain-. En nuestro servicio el 70% de los chicos que nacen entre 500 y mil gramos se van a su casa y se va bien la enorme mayoría. Hace 20 años esto era impensable".

Edades

La edad de los especialistas en neonatología es un factor que preocupa. Fuentes de la Fundación para la Salud Materno Infantil -Fundasamin- denunciaron recientemente que el 45% de los neonatólogos tiene más de 50 años y preferiría no hacer guardias. En Mar del Plata, el doctor Ronaldo Darling fue un ejemplo de lo anterior: "Tengo 60 años, ya no quiero hacer guardias pero estoy obligado" se quejó.

El problema es que estos profesionales no cuenta con la necesaria "posta" de los profesionales más jovenes. Un caso prototípico son las plazas para residencias oficiales de la Ciudad de Buenos Aires: hasta hace diez años, aproximadamente, un promedio de 50 estudiantes buscaban alguna de las 15 plazas que ofrecían los hospitales para completar los estudios. En los últimos años, varios de esos puestos quedaron vacantes por falta de postulantes.