La actriz Verónica Castro, en el último día de su estadía en la ciudad, puso sus manos en la "Vereda de las Estrellas" del Hermitage Hotel ayer al mediodía.

Antes de partir a Buenos Aires, para regresar a su México natal, la famosa "Chaparrita" se mostró "encantada" por dejar su huella "en este lugar tan sagrado", aventuró en diálogo con LA CAPITAL.

Después de calificar a su corta estadía como "maravillosa", llegó el miércoles pasado para participar del Pokerstars.net LAPT Mar del Plata y ganó el torneo de celebridades realizado en el Gran Hotel Provincial NH, agradeció "las salutaciones y todo el cariño que me han brindado en esta ciudad".

"Fue maravilloso -continuó- porque todos estos días me esperaban en la puerta del hotel, incluso me han esperado cantando las canciones de mi hijo Cristian. Es realmente muy lindo todo lo que pasé aquí".

Según sus cálculos, pasaron "como 20 años" desde que estuvo en la ciudad trabajando en el teatro y calificó a Mar del Plata como "una ciudad impactante, súper edificada, es lo que más me llamó la atención, la cantidad de edificios que han construido".

"Yo aquí -dijo- me lo he pasado muy bien, unas noches increíbles, tanto en lo restaurantes con muy buena comida como en las discotecas, tengo muy buenos y bellos recuerdos de Mar del Plata.

A la vez que se mostró entusiasmada con la posibilidad de volver a trabajar en la ciudad, durante la temporada veraniega, anunció que "en julio próximo voy a presentar mi nuevo disco. Quizás me tienen aquí de nuevo".

El cemento fresco la esperaba, al igual que numerosos fans que se agolparon en la vereda del Hermitage para pedirle autógrafos, fotos y hasta algún beso. La actriz, antes de estampar sus manos, miró las huellas de las demás estrellas, "tengo de vecino a Cacho (Castaña)", se rió y, mirando a las cámaras, dejó su firma.