Fuertes quejas de los pescadores por el mal estado de las escolleras
Piden obras de mantenimiento y la instalación de luminarias. Los espigones están destruidos y parte de la estructura amenaza con derrumbarse. Advierten sobre los peligros y riesgos de pasear por las escolleras.
"Peligro, no pasar". La frase, pintada en letras blancas en un bloque de cemento totalmente destruido, advierte sobre el riesgo de caminar por el espigón de la playa. La imagen en La Perla es desoladora: el hormigón está roto, hay losas caídas, hierros tirados y parte de la estructura amenaza con derrumbarse. Pasear por la escollera dejó de ser una actividad placentera y se convirtió en sinónimo de peligro.
Las zonas más afectadas van desde Camet hasta La Perla y Punta Iglesia, donde las quejas de los pescadores se hacen sentir. No es para menos: ir a pescar se transformó en un deporte de riesgo. Por eso, reclaman obras de mantenimiento y la instalación de luminarias, entre otras medidas.
"Las escolleras están en muy mal estado. Así no se puede pescar tranquilo, corremos serio peligro", se quejó Martín Ludorame, un joven de 31 años que todos los domingos va con su caña a la Bristol acompañado por sus amigos Sergio Ludueña y Santiago Ferro. Como él, opina la mayoría de los pescadores marplatenses.
Las críticas fueron el común denominador en una recorrida que hizo ayer LA CAPITAL por la costa. "Las piedras están desparejas y la gente, sobre todos los ancianos, está expuesta a sufrir accidentes. Yo ya lo viví en carne propia, me caí una vez pero por fortuna no me pasó nada grave", cuenta Armando Bautisteza, un comerciante de 42 años que desde la década del '80 cumple el ritual de ir a pescar a Punta Iglesia. "Es parte de mi vida", confiesa. Y enseguida comenta que en el espigón no hay luz ni agua. "A la noche no se ve nada, la playa se convierte en una boca de lobo y es muy peligroso", agrega.
Pasear por la escollera es un clásico adoptado por los turistas y marplatenses que aprovechan su tiempo de descanso para distenderse y disfrutar del paisaje costero. Y es, también, un centro de pesca deportivo que no para de sumar adeptos en los últimos años. Pero la actividad se vio alterada por el mal estado de los espigones.
Mientras sostiene la caña con firmeza, Raúl Minaude -un jubilado de 73 años que dice entre risas ser un pescador experto- opina que la Provincia debe involucrarse en el tema y darle un corte definitivo. "Antes venir a pescar era un paraíso. Ahora, en cambio, tenés que preocuparte más por evitar que te pase algo que por estar atento al mar. Si das un paso en falso cuando caminás por las piedras, te caés", afirma.
En la misma línea, Sebastián Peñaro (59), que los fines de semana pasa horas enteras en La Perla, considera que "es una vergüenza" para una ciudad turística como Mar del Plata tener las escolleras en un estado "tan calamitoso". Y dice que la imagen que se brinda al resto del país no es la ideal. "Pero más allá de la cuestión estética, representa un peligro para todos -sostiene-. Parece que hasta que no ocurra alguna desgracia ningún político se va a preocupar". Similar es la postura de Boris Engelman, empleado de la Base Naval, que asegura que la situación empeoró y reclama mayor mantenimiento.
Proyecto
El concejal del GEN (Generación para un Encuentro Nacional) Guillermo Schütrumpf presentó un proyecto en el Concejo Deliberante donde solicita a la Dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas de la provincia de Buenos Aires que impulse una serie de medidas para mejorar el estado de los espigones en Mar del Plata. "Las escolleras se encuentran en un estado lamentable. Y ni siquiera se observa una señalización adecuada para prevenir accidentes. Es riesgoso caminar por ahí", dijo.
Para Schütrumpf, es necesario realizar un mantenimiento periódico de los muelles que se ven castigados permanentemente por las inclemencias del tiempo y su ubicación costera. "No queremos lamentar un accidente que, de no tomarse las precauciones necesarias, podría suceder en cualquier momento", aseveró.
Desde el GEN afirmaron que basta recorrer las playas del centro para descubrir el estado de destrucción actual y el significativo deterioro. "Hay losas caídas, quebradas, hierros amontonados y parte de la estructura se encuentra peligrosamente expuesta al público", describieron.
Además de encontrar a su paso bloques de cemento rotos y exponerse a sufrir un accidente, quienes recorren la escollera se topan con botellas tiradas, bolsas, papeles, residuos y otros productos contaminantes. "La basura también afea la imagen de la playa y hace que nuestros espigones tengan un estado aún más lamentable", expresó Schütrumpf.
Según consta en el proyecto, el GEN solicitó a la Provincia un relevamiento sobre la situación que genera suma preocupación entre los pescadores. "Las autoridades de Hidráulica tienen que implementar las acciones necesarias para solucionar el problema", insistió el concejal.
Un sector olvidado
Las autoridades municipales, desde el '83 hasta la fecha, han ignorado lo que significa el fenómeno de la pesca deportiva en Mar del Plata. Son miles y miles los hombres, mujeres y jóvenes que se lanzan a la costa marplatense a pescar, encontrándose en la mayoría de los casos con espigones totalmente destruidos y carentes de la mínima infraestructura. ¿Será tan difícil conseguir que los espigones tengan una luz, una pileta o un banco?
Parece un sueño, y sin embargo, no ya en otros países sino en localidades costeras (Necochea, Miramar, por nombrar tan sólo dos ciudades), los pescadores cuentan con lugares adecuados. La pesca deportiva genera un movimiento económico más que importante y no cuantificado por quienes deberían ver allí un sector que no está siendo cuidado. Basta sólo con ver la cantidad de casas de venta de artículos de pesca o de carnada que siguen multiplicándose en la ciudad. También hay programas radiales, televisivos, columnistas, que tienen como eje a la pesca deportiva y sin embargo, la ciudad que sin dudas cuenta con la mayor cantidad de adherentes a esta actividad de todo el país, ofrece los peores espigones de la costa atlántica.
"El deterioro es significativo"
El concejal del GEN (Generación para un Encuentro Nacional) Guillermo Schütrumpf consideró que es extremadamente peligroso el acceso a las escolleras y la gente "corre el riesgo de caerse al mar".
En el partido revelaron que recibieron denuncias y quejas de los vecinos sobre el mal estado de los espigones. "Recorrimos algunas playas desde la zona del centro hasta La Perla y observamos el significativo deterioro. Además, hay contaminación por la basura que se va acumulando en la playa", describió Schütrumpf.
"Sabemos la importancia a nivel turístico y deportivo que los ciudadanos marplatenses, turistas y pescadores les dan a nuestros espigones. Por eso es necesario mantener el estado de estos espacios que se ven castigados permanentemente y señalizarlos en forma adecuada para prevenir accidentes", concluyó.
El proyecto, punto por punto
Deterioro. Esa es la palabra que más veces se repite en el proyecto que el concejal del GEN (Generación para un Encuentro Nacional) Guillermo Schütrumpf presentó ante el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Artime, para que el gobierno bonaerense mejore el estado de las escolleras de Mar del Plata.
Aquí, la iniciativa punto por punto:
* El Concejo solicitó a las autoridades de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires que realice un relevamiento del estado de los espigones.
* Desde el GEN pidieron implementar todas las acciones necesarias para reparar las escolleras.
