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25-04-2010

El trágico final de un valioso y atractivo banco de plaza

Formaba parte del Paseo General Paz en la década del '30. Después estuvo en San Martín y Mitre. Tras su rotura. permanece resguardado en la Villa Mitre.

En la década del '30, cuando el Paseo General Paz fue desmantelado para crear una nueva urbanización en la zona del Torreón del Monje, buena parte del equipamiento afrancesado que existía en el lugar fue diseminado por distintas espacios públicos de la ciudad. Uno de los objetos más valiosos terminó en la Plaza San Martín, en la esquina de San Martín y Mitre. Se trataba de un banco romano de mármol, de forma semicircular, que se destacaba por tener a dos figuras mitológicas como apoyabrazos.

"Yo tengo una fotografía del año 1938 en la que se ve claramente que el banco ya había sido ubicado en ese lugar, rodeado por una ligustrina", le explicó a LA CAPITAL el arquitecto Marcelo De la Plaza, integrante de la Comisión de Esculturas y Monumentos que depende de la Secretaría de Cultura de la comuna. Si bien el banco permaneció durante décadas en esa esquina, su presencia en ese lugar llegó a su fin de manera inesperada. "Este banco tuvo un final bastante trágico" recordó De la Plaza. En en año 1999, un operario del municipio pasó bien temprano por el lugar y descubrió que durante la madrugada alguien había reducido a esta valiosa pieza histórica a escombros. Cargó los restos a un camión y los llevó hasta un depósito. De la Plaza fue uno de los convocados para analizar en qué estado había quedado la pieza. "Llegamos a la conclusión de que era irrecuperable", dijo.

El análisis hecho por algunos especialistas determinó que alguien había retirado el pie trasero que sostenía al banco y que éste se cayó al suelo hacia atrás, partiéndose en pedazos. El bloque de mármol que hacía las veces de asiento quedó dividido en varias partes, al igual que la pieza que actuaba como respaldo. "Se estudió la rotura y las distintas alternativas que existían para repararla. Lamentablemente no había posibilidades de hacer una restauración. La única alternativa era la de rearmarlo mediante una estructura de hierro que sostuviera los fragmentos, pero sin la chance de que ese banco regresara a un especio público y se utilizara para que la gente se sentara", comentó el arquitecto.

Luego de que se diera este veredicto, las piezas fueron trasladadas el Museo Histórico Municipal Roberto Barili de la Villa Mitre. Su director, Marco Ceccotti, le confirmó a LA CAPITAL que los restos permanecen resguardados en ese lugar. Una parte (los fragmentos del asiento y el respaldo) se encuentra en un depósito, mientras que las llamativas figuras mitológicas que hacían las veces de apoyabrazos están exhibidas en el museo. Si bien es evidente que no existen chances de que el banco sea restaurado y devuelto a su estado original, Ceccotti opinó que aún es posible rearmarlo para, al menos, exhibirlo íntegramente. "Hace algunos años solicitamos presupuestos a artesanos y ahora lo volvimos a hacer porque tenemos la esperanza de que alguna vez podamos reparar esta pieza", comentó.