No es un boom ni mucho menos, pero llama la atención la cantidad de marplatenses que en estas semanas están realizando viajes de turismo internacionales, indiferentes a los análisis o pronósticos que advierten sobre crisis diversas: desde la económica-financiera internacional a la crisis político-económica nacional, e incluyendo las alertas sanitarias que existen, igualmente, tanto en el mundo como en el país.

"Hay una situación de normalidad", dijo ayer a LA CAPITAL el ex secretario de Turismo de la Municipalidad de General Pueyrredon y presidente de la agencia OTI Internacional, Miguel Tetamanti, al consultársele sobre el flujo de turismo desde nuestra ciudad.

Decir "normalidad" o que no hubo prácticamente retroceso respecto de años anteriores, en la misma época, no es poco cuando reinan el pesimismo y la preocupación.

Tetamantti refirió varios factores, hasta en principio negativos algunos de ellos, que paradójicamente hoy actúan a la vez alentando a realizar los viajes de placer al exterior y no postergarlos.

Una temporada que no fue mala

En primer lugar citó un dato histórico y a la vez particular de Mar del Plata y la costa atlántica: empresarios, comerciantes o ejecutivos que tienen mucho trabajo durante la temporada alta, suele programar sus vacaciones y con estas la partida hacia algún destino internacional después de la Semana Santa. Como la temporada de verano no fue mala -algunos, considerando cómo les fue, hasta se animan a calificarla de muy buena-, se mantuvo pese a los pronósticos sombríos una franja de familias dispuestas a volcar un ahorro en turismo, cuando ni la realidad económica actual ni la perspectiva para después de las elecciones del 28 de junio dan certezas para emprender nuevos negocios o hacer inversiones.

A dicha condición local se suma que la recesión a nivel mundial generó un abanico de ofertas para destinos que antes no estaban al alcance de la clase media, ni aún de la media alta. Hacer un tour por Europa durante tres semanas, sin ir a una primera categoría pero conservando calidad internacional, a razón de 3.000 dólares por persona, aparece como una posibilidad interesante. No menos atractivas son las ofertas de reservar dos pasajes de avión y sólo pagar uno o las que resultan, por dar otro ejemplo, de la estrategia de China -también agresiva en esto- que propone un tour de 12 días desde Pekín a Hong Jong por 3.500 dólares por persona, incluyendo el aéreo desde Ezeiza. Es que los chinos están tratando de aprovechar la nueva infraestructura de los Juegos Olímpicos 2008, y de posicionarse en el mercado turístico internacional, ante las oportunidades que les brinda la crisis en otras naciones desarrolladas.

Bajó el petróleo, bajaron las tarifas

Otro motivo del reacomodamiento de precios turísticos internacionales es el gran baja en el valor del petróleo, que cuando se mantenía por las nubes había llevado las tarifas aéreas a topes exorbitantes. Se reacomodó el precio del petróleo y los aéreos comenzaron a volver al nivel histórico y normal.

Luego la recesión en el mundo desarrollado, al tiempo que los operadores turísticos deben cumplir con los cupos a los que se han comprometido para viajes, alojamientos y circuitos, ha provocado un pronunciado descenso de valores en la hotelería. Tetamanti citó como muestra que hasta hace poco se podía conseguir un alojamiento en Nueva York al mismo valor de uno en Buenos Aires, siendo que aquel, generalmente, está tres veces más caro.

Como también las grandes embarcaciones deben mantenerse activas, la ofertas para hacer cruceros de todo tipo son tentadoras para quienes tienen el sueño de hacer uno de estos paseos y cuentan con suficiente poder adquisitivo para convertirlo en realidad. Un crucero por el Mediterráneo, con todo incluido, puede hacerse a razón de 800 dólares por persona, claro que debe afrontarse aparte el costo del aéreo, pero aún así el programa puede ser accesible.

Tampoco hay un boom con los destinos no tradicionales o exóticos, como Dubai, Vietnam, India o Australia, entre otros, pero la limitada demanda se mantiene, no decae.

Meses de transición, pero oportunos

La situación propicia, sin olvidarse del "pese a todo", tal vez no dure demasiado. Los indicios de recuperación en Estados Unidos o en Europa probablemente pongan freno en los próximos meses al declive de precios, mientras lleguen los meses de temporada alta en el hemisferio Norte, julio y agosto, época de valores mucho más altos.

En tanto, Brasil, con su extenso litoral atlántico y su cada vez más diversificada infraestructura destinada al turismo receptivo, ha continuado captando preferencias, y más aún tras la fuerte devaluación del real. A una semana en alguna playa brasileña puede accederse por 1.000 dólares por persona.

¿Y qué pasa con México y el Caribe, afectadas más que ninguna otra parte por la psicosis por la fiebre porcina? "Se encuentran en stand by", comentó Tetamanti. "Se mantuvo la tendencia en cuanto a los cruceros por el Caribe, porque imaginarse arriba del barco disipa el temor -explicó-, pero puntualmente con México, los operadores parecen shockeados con la situación, que para colmo se ha complicado en lo político con motivo de la suspensión de vuelos con la Argentina, que allá se vio como discriminataria. Es posible que, una vez superado el tema de la fiebre porcina, México lance una estrategia de facilidades, para recuperar cuanto antes la gran corriente de turistas que está perdiendo ahora".

Los destinos argentinos

En cuanto a destinos en la Argentina, particularmente el dengue parece haber llamado la atención de los turistas que planeaban ir a destinos del norte argentino -de acuerdo con otra tendencia característica en estos meses de transición hacia la temporada invernal y sus centros de nieve, de Neuquén a Tierra del Fuego-, pero el dengue, decimos, no llegó a generar la  exageración que aparentemente determinó la fiebre porcina en México.

La santiagueña Río Hondo, por ejemplo, vuelve a atraer a la familia gracias a una renovada hotelería que apunta a la diversión, al tiempo de mantener el tradicional producto salud para la gente de mayor edad. Las provincias del NOA también siguen siendo elegidas.

Por último, Tetamanti celebró que avancen las gestiones para convertir a Mar del Plata en una escala en la ruta de los cruceros que llegan al extremo continental: "La temporada de cruceros de 2010 se va resolviendo pero tenemos el deseo enorme de que ya para 2011 podamos ofrecer la tan ansiada escala de Mar del Plata, y así que turistas europeos y norteamericanos bajen al menos por unas horas en la ciudad y al mismo tiempo haya turistas marplatenses que se suban aquí para ir hacia la Antártida y el extremo austral, o para dirigirse hacia Punta del Este y Brasil".