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02-07-2009

El GNC con precios muy dispares

Taxistas y remiseros lo consiguen a partir de $ 0,85 el metro cúbico mientras que los particulares lo están pagando entre $ 0,99 y $ 1,399. A pesar de que el precio es mucho más barato que el de los combustibles líquidos, el consumo se redujo.

En un marco inflacionario como el que se está viviendo, no deja de llamar la atención lo que ocurre con el precio del gas natural comprimido que utilizan los automovilistas. Contrariamente a lo que sucedió con los combustibles líquidos (hace un par de días sufrieron un nuevo incremento) el GNC no sólo no aumentó sino que, en base a las promociones implementadas por algunos comerciantes, sigue evidenciando una tendencia a la baja que, así como favorece a los consumidores, preocupa seriamente a los responsables de algunas de las estaciones de servicio que lo expenden.

La libre competencia ha posibilitado que, en algunos establecimientos, taxistas y remiseros estén pagando el metro cúbico $ 0,85 mientras que para los particulares el precio es $ 0,99. En otros, en cambio, se implementó un valor uniforme de $ 1. Y están también las estaciones de servicio que, sin hacer distingos entre transportistas y particulares, lo cobran $ 1,399 aduciendo que, debido a los gastos que tienen que afrontar, no están en condiciones de venderlo a un precio más bajo.

Menor consumo

Hay que aclarar que con el GNC no ocurre lo mismo que con los combustibles líquidos, en los que la diferencia de valores que es dable observar cuando se comparan estaciones de servicio de distintas banderas puede ser la resultante de la diferencia de calidad entre un producto y otro; el gas natural comprimido es extraído de la misma red (domiciliaria) tanto por los que lo venden a un precio inferior como por aquéllos que lo comercializan a un valor más alto. En consecuencia, es fácil inferir que, a causa de esa diferencia, estos últimos vienen perdiendo clientela, lo cual no ha hecho sino agravar aún más la situación por la que atraviesan debido al descenso del volumen de ventas que se viene dando desde que muchos automovilistas, ya sea por desconfianza, por razones de comodidad o bien por la tecnología que tienen los vehículos de última generación que hay en el mercado, han vuelto a inclinarse por unidades equipadas con motores que utilizan nafta y/o gasoil.

Así, la guerra de precios que se observa entre las estaciones de servicio que expenden GNC sumado a los costos operativos y al descenso de ventas, ha hecho que no sean pocos los que estén pensando que, en un tiempo más, deberán replantear su actividad; y es que se trata de un negocio que -dicen- en algún momento fue próspero pero ahora casi no arroja rentabilidad.-