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28-08-2010

Volver a Italia y 3 de Febrero

Con un artículo escrito por el martillero Santiago Cocetta inauguramos la sección "Mi barrio era así". El propósito es que los vecinos marplatenses dejen escrita la historia de la vecindad donde nacieron.

Soy martillero. En mis muchos años de profesión -este año estoy cumpliendo 60 en la intermediación inmobiliaria- he tenido el privilegio como pocas profesiones de ver cómo ha crecido y se ha extendido nuestra hermosa ciudad, y cómo nuestros profesionales con sus loteos permanentes colaboraron en mucho para que ello suceda. Me inicié con Rodolfo P. Peracca, en calle Rivadavia 2152 frente a Galería Bristol. A una cuadra estaban las oficinas de viejos martilleros, la mayoría con casa central en Capital Federal. En la esquina de Rivadavia y Corrientes, A. C. Taquini, donde trabajaban y se iniciaron los colegas Di Bartolo y Miguelito Valencia. Sobre calle Corrientes, Rufino de Elizalde, donde también trabajó y hoy tiene su estudio Juan Carlos Torlaschi, ex presidente de nuestro Colegio de Martilleros, también sobre Rivadavia a esa altura, Cacuri, Reinaldo Elena, Comi Pini, a la vuelta sobre Santa Fe, Horacio Ledesma, un poco más alejado sobre Av. Independencia Juan Boracchia y Don Berengeno, de Berengeno y Mora. Pero hoy voy a hablar de mi viejo barrio.

Días pasados, en ocasión de hacer un viaje a Capital Federal tuve la oportunidad de ver mi viejo barrio desde otra ventana, recordar sus calles, sus vecinos, sus colores, ruidos. Qué notable, estoy asombrado de ello. Pasaron casi 70 años.

Como aún no había visitado la nueva estación terminal, estuve en ella unos 30 minutos antes de la partida del micro, para recorrerla, pero mientras tomaba un té, lo que en realidad recorrí mentalmente fue "nuestra" esquina del viejo barrio: Italia y 3 de Febrero. Nuestro barrio no era la Estación Vieja, la estación de trenes, sino "esta" esquina, posiblemente porque en ella estaba la canchita de fútbol. La esquina número uno la integraba la canchita; las tres restantes estaban formadas, una por el terreno donde posteriormente la Bodega Furloti construyó su edificio, la otra, la carnicería de Don Loureiro, sobre su misma vereda yendo hacia 9 de Julio, la casa de Pieroni, quien junto a su hermanita Raquel, fabricó los primeros pulóveres de Tejidos Raquel. Haciendo cruz con la carnicería, los Lorenzani. Recuerdo el color gris de sus carros de venta de hielo. Muchos de los muchachos del barrio trabajaban con ellos en el verano. De los Lorenzani estaba Titi, el Indio Lorenzani, nuestro ídolo. Corría en moto, y recuerdo el día que compró una moto HRD, la "Sombra Negra", ¡qué revuelo en el barrio!

Nosotros vivíamos en una casa a mitad de cuadra sobre calle Italia, su número 1234. Lindero, vivía la familia Dugheti; su hijo Carlitos creo que ocupó un cargo importante en tesorería de la Municipalidad. Un día los visitó el Mayor Aloé, entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires. El arribo de su auto y su comitiva hizo hablar a todo el barrio por días enteros.

Sobre la vereda de enfrente, Panchito Baso, su padre tenía un puesto de diarios en la llegada del micro El Cóndor, cuando los mismos tenían su parada en San Martín y Mitre. Luego con el traslado de dicha empresa mudó su puesto a la Estación de Alberti y Sarmiento. Vecino estaba Adriano. Sus padres tenían un restaurant sobre calle Belgrano, lindero a Obras Sanitarias y luego en el Puerto, su negocio "La Caracola" sobre Bvard. Marítimo. Su familia venía de Italia y con él aprendimos a comer a media mañana, el emparedado de tomates cortados al medio con un poco de aceite. El perfume del tomate recién cortado de la planta volvió a mis sentidos.

Al llegar a la esquina de Italia y 11 de Setiembre vivían los hermanos Listorti, en esa época también incipientes fabricantes de pulóveres. En la esquina de enfrente, en casa de adobe, vivía Doña Julia. La recuerdo con un carácter afable, de un orden y limpieza como nadie, su vereda y patio interior de tierra brillaban como mosaicos. Enfrente, los hermanos Palacio, tenían las famosas canastitas: carruajes de paseo con las cajas de mimbre. Recuerdo el color amarillo que lucían. Sobre 11 de Setiembre hacia Misiones los Carducci. Lindero a ellos un cuarto de manzana baldío, donde los Lorenzani sembraban alfalfa para sus caballos. Enfrente mi amigo Heber. Su padre Don Carmelo Arbizu, eximio pescador de caña. También al llegar a la esquina de Misiones otro amigo Diego Pérez. Por sus muchos años trabajando con la yesería Fiorentini, siempre decíamos que estaba en el inventario de la firma.

Recuerdo sus calles, el olor que despedían en esas tormentas de verano la tierra mojada; sus colores, y el perfume de las manzanillas que crecían en las veredas, de los jazmines y ruda en sus cercos vivos.

Con todos estos recuerdos lindos subí al micro y al salir de la estación antes de pisar 9 de Julio, volvió también a mi memoria el embarcadero de ganado a su izquierda, y el ruido de las pezuñas del ganado cuando resbalaban sobre el empedrado de calle antes de llegar a Misiones, calle de tierra, donde la tropilla era arriada a caballo.

Para escribir

La sección "Mi barrio era así" creada en el marco del proyecto Fotos de Familia convoca a los vecinos marplatenses a que escriban sobre sus viejos barrios y dejen registro de su historia.

Los artículos, de no más de 80 líneas, pueden ser enviados a la siguiente dirección de correo electrónico:

[email protected]