CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
11-10-2009

Eduardo Jozami y los dilemas del peronismo

El ex fundador del Frepaso, de paso por la ciudad para presentar su libro, vaticinó una candidatura de Néstor Kirchner para 2011.

El peronista histórico y militante de Carta Abierta Eduardo Jozami analizó la actualidad política del país, se esperanzó en que no se repita la violencia para controlar conflictos sociales y hasta opinó que en 2011 Néstor Kirchner será candidato a presidente a pesar de que "el resultado (electoral) del 28 de junio es una advertencia fuerte para el gobierno".

De paso por la ciudad, para presentar su último libro "Dilemas del peronismo. Ideología, historia política y kirchnerismo", uno de los fundadores del Frepaso dialogó con LA CAPITAL.

- En su último libro parte de la premisa de que no hay un solo dilema en el peronismo, entonces ¿cuáles serían?

- El libro es una recopilación de trabajos que va desde el peronismo histórico, hay un trabajo del ´45, hay otro sobre John William Cook, las razones de la perduración, el peronismo y el campo literario. En realidad lo que va apareciendo es el movimiento que perdura en el tiempo, más allá de los pronósticos negativos que alguna vez se hicieron. Como contrapartida, va apareciendo cierta dilución de la identidad peronista en el sentido de que cada vez más, en nombre del peronismo, se pueden albergar propuestas políticas muy diferenciadas. Si uno hoy dice, en la Argentina del 2009, es peronista, eso solo no hace más que mostrar una identificación con una cultura política, con una tradición popular, pero de ninguna manera nos dice nada acerca de qué pensamos.

- Entonces no hay una única definición del peronismo, de acuerdo a lo que dice.

- Claro, eso fue cada vez más así después de 1955. Perón en el exilio pudo contener a todo el peronismo, porque había una demanda común que era terminar con las proscripciones. Pero cuando vuelve a la Argentina, los enfrentamientos que ya se suceden muestran que las contradicciones en el interior del peronismo eran muy fuertes. Ese proceso se va planteando de maneras distintas, según la coyuntura, pero sigue subsistiendo ésta heterogeneidad cada vez más notable dentro de lo que se dice peronista. Es decir, hoy nadie puede negar que el proyecto de Kirchner y Cristina es peronista, pero no puede negarse que algunos de los opositores, dejaría afuera a de Narváez....

- ...pero él se define como peronista.

- Sí, se define como peronista y como ha comprado la biblioteca de Perón pareciera ser que ese gesto simbólico le da más pertenencia. Más allá de este caso, hay otros que no discutiría que son peronistas. Para mí esta discusión se empieza a plantear en términos más claros cuando (Carlos) Menem asume el gobierno, porque adopta una política que implica una ruptura muy fuerte con algunos temas de la tradición peronista. En ese momento, quienes rompieron con el justicialismo, y fui uno de ellos...

- ...con el llamado Grupo de los 8

- Exactamente. Discutimos si eso era peronismo o no, y llegamos a la conclusión de que era muy difícil negar que tuviera que ver con el peronismo una política apoyada por el 90 por ciento de los dirigentes del justicialismo. Más que ir a buscar alguna verdad esencial del peronismo, había que reformular un proyecto de país, una propuesta política que parte del peronismo pero que tiene que convocar a muchos sectores no peronistas. Creo que esto también se le plantea al gobierno kirchnerista.

Prácticos

- ¿El peronista, por definición, es pragmático?

- Creo que hay una cultura política del peronismo, que en los sectores populares sigue siendo fuerte, y me parece que se identifica con algunos conceptos muy centrales, como la justicia social, la participación popular, cierta autonomía del país. Creo que en ese sentido, no diría que el peronismo es necesariamente pragmático al estilo de Menem, que decía que en cada coyuntura hay que hacer lo que convenga, pero creo que se ha ido naturalizando una idea de que para gobernar hay que estar en el peronismo. Entonces con pragmatismo y cierta oportunidad política, muchos se acercan sin tener mucho que ver porque se parte de esta idea.

- Bueno, al matrimonio Kirchner se los acusó de eso, de carecer de militancia conocida y hasta de eliminar la marcha de los actos.

- Sí, pero el gobierno ha tenido una actitud muy sobria respecto a todo lo que es la liturgia del peronismo. Me parece que no es malo, los peronistas son muchos pero también hay gente no peronista. Me parece que todo lo que se haga para tener una actitud más convocante, más abierta, está bien, sin perjuicio de que se cante la marcha en los actos. Hubo en el gobierno de Néstor Kirchner una actitud de cierto desconocimiento del PJ al principio y se habló de convocatoria a la transversalidad, que no avanzó mucho por culpas compartidas. Entonces se refugió en el PJ, que nominalmente es muy poderoso, pero también se descubrió que ese apoyo no era bastante cuando sectores del justicialismo no acompañaron la votación de la 125.

Me parece que después de los resultados del 28 de junio no queda otro camino para el kirchnerismo que avanzar desde el justicialismo a una convocatoria que vaya a toda la sociedad.

- ¿Qué cree que puede pasar, en términos políticos, de acá al 2011?

- Es difícil ser analista objetivo, pero creo que el resultado electoral del 28 de junio es una advertencia fuerte para el gobierno. Me parece que el modo como se está trabajando ahora con el proyecto de ley de radiodifusión demuestra una actitud más correcta para encarar el proceso de aquí al 2011, sobre todo si tenemos en cuenta que el justicialismo va a disminuir en su representación parlamentaria. Ya empiezan a delinearse las posibles fórmulas o los posibles candidatos. Después del 28 cabía la duda de si el kirchnerismo iba a seguir peleando por el poder en el 2011 o si de alguna manera iba a terminar en algún acuerdo en el seno del justicialismo apoyando a otros candidatos. Creo que hay una propuesta de pelear por una candidatura, probablemente de Néstor Kirchner en el 2011. Me parece que eso exige una convocatoria muy amplia, recuperar cierta credibilidad sobre todo en los sectores medios de la sociedad, y creo que el fuerte del gobierno tiene que ser cuánto ha cambiado la Argentina desde el 2003 hasta hoy.

- ¿Tiene ganas de volver a la política partidaria?

- Eso nunca se sabe, yo estoy comodísimo dando clases en la universidad y publicando como nunca antes. Por otro lado, estoy militando activamente en Carta Abierta, que no es un grupo político ni lo será, pero cada vez se mete más en política en una coyuntura como ésta. Así que no me atrevería a decir sí o no.