Una de las dos comunidades de caballitos de mar existentes en el país se encuentra frente a las costas marplatenses y ejemplares de la especie estarán en exposición en el Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia para el próximo verano. El hipocampo es una especie protegida y fue declarado "monumento natural de Mar del Plata".

Hace cinco años, un grupo de investigadores comandado por la bióloga María Gabriela Pujol -titular del área Ecología de Ambientes Acuáticos del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia- halló una población "de estos animalitos y los empezamos a estudiar, generando toda una actividad alrededor de esto". La ordenanza 19692, promulgada en abril pasado, declaró a los caballitos de mar como especie protegida y "monumento natural de Mar del Plata".

En el país, sólo hay otra población estable de hipocampos frente a Las Grutas, en Río Negro. Los caballitos de mar son peces óseos, de la familia de los "Syngnathidos", y la especie ubicada frente a la ciudad se denomina "Hippocampus patagonicus", cuyo tamaño promedio oscila entre los 11 y 13 centímetros.

El esqueleto de los mismos es una "armadura" de placas óseas, no tienen escamas y son nadadores lentos que se desplazan gracias a su aleta dorsal. Su cola es prensil y la utilizan para sujetarse en el fondo, alimentándose de pequeños crustáceos.

Una característica muy distintiva de estos animales es que son los machos los encargados de incubar los huevos. La hembra, luego de un cortejo nupcial, deposita los huevos dentro de la bolsa incubadora del macho. Luego de ser fertilizados, incubados, alimentados y protegidos por las estructuras de la bolsa, son liberados en un proceso que se parece mucho a un parto. Los caballitos nacen con las mismas características morfológicas de los adultos, mientras que la cantidad y tamaño de las crías varían mucho, dependiendo de la especie, de las características ambientales y del tamaño y edad de los progenitores.

Protección

Los caballitos de mar están protegidos porque "se considera una especie amenazada por varias razones. Por sus propias características biológicas, por su comportamiento reproductivo, por su biología, por su dispersión, son pocos organismos que viven en lugares muy pequeñitos", explicó la bióloga Pujol.

Además, esta especie desarrolla sus actividades "en relación con el fondo, por lo que cualquier alteración física o química del mismo automáticamente los afecta. Dependen mucho del medio ambiente, en cuanto a refugio y alimentación".

Asimismo, la investigadora consideró que el caballito de mar es "un animal muy llamativo para el ser humano, por ejemplo, los chinos se los comen y además los utilizan para sus medicinas, aunque nunca se les descubrió propiedad curativa alguna".

También está asociado con la mitología y en Mar del Plata tiene una fuerte presencia en logotipos, isotipos y monumentos, ya que "en las antiguas farolas de la Rambla, que ahora están en la Plaza Mitre, se los puede hallar", ejemplificó.

Actualmente, y en conjunto con el investigador de Las Grutas Diego Luzato, están investigando ambas poblaciones y comparten el proyecto de desarrollar la técnica de acuicultura para la crianza de los animales.

"Es un proyecto -detalló Pujol- para desarrollar la técnica de acuicultura y así poder criar a los caballitos de mar en cautiverio y tratar de hacer crías. La idea es hacer una demostración a escala para el acuario educativo, no una granja de cría".

Si bien en muchos acuarios del mundo ya se exhiben hipocampos, el proyecto local apunta a "mostrar el proceso completo a los visitantes, lo que involucra el hecho de tener caballito de mar en cautiverio, los sistemas de cultivo continuo, empezando por las algas, darles de comer a los anfípobos, para darles de comer a los caballitos". Las obras ya comenzaron y planean estrenarlo durante el próximo verano.

De esta manera, con la crianza en cautiverio se puede "bajar la presión de captura, entonces si no podemos convencer a los chinos de que dejen de comer caballitos de mar, se los venderán de cautiverio", analizó la científica.

Los caballitos de mar gozan de un status de protección mayor, al ser declarados "monumento natural de Mar del Plata", por lo que se prohíbe su comercialización.