La comunidad educativa del Instituto Fray Mamerto Esquiú (Libres del Sud 299) vivió ayer una jornada de enorme alegría y emoción. Y es que, a la culminación de los festejos por el 50º aniversario de su fundación (el 20 de marzo de 1960) asistieron dos frailes que tuvieron que ver con la etapa inicial del colegio y que vinieron especialmente de España para participar del festejo de las bodas de oro.

Se trata de los sacerdotes franciscanos Pedro Irurzun y Francisco Javier Vidaurreta (vasco-navarros) quienes actualmente se desempeñan en la Iglesia San Fermín de los Navarros, ubicada en pleno centro de Madrid.

Por la mañana, en el Teatro Auditorium, ambos asistieron a un acto en el transcurso del cual la Municipalidad de General Pueyrredón reconoció los 50 años de labor educativa del establecimiento; al mediodía, en tanto, en dependencias del colegio, descubrieron una placa conmemorativa del cincuentenario de su fundación.

Emocionada alegría

Al dialogar con este medio, Irurzun, tras recordar a otro de los fundadores del instituto, el padre Fermín Errasti (fallecido) dijo que "estoy muy feliz y emocionado ya que me reencontré con muchos conocidos; estuve en Mar del Plata entre 1956 y 1982 lapso en el cual constituimos una gran familia; si bien hace más de 25 años que me fui, advierto que la amistad perduró; el colegio nació en 1960 a pedido de la gente del barrio; antes se construyeron una capilla y una casa para que viviéramos nosotros; me complace ver que el instituto sigue creciendo (en sus 3 niveles de enseñanza, cuenta con una matrícula de casi 1.500 alumnos); todas las instalaciones del edificio han sido mejoradas lo cual demuestra que los franciscanos que hay actualmente, que son argentinos, lo llevan muy bien; el reconocimiento que nos dio la Municipalidad es algo que también me llena de satisfacción", expresó. Finalmente sostuvo que "es muy bueno saber que quienes egresan de este colegio son personas que, además de haber sido educadas, fueron suficientemente capacitadas para cursar estudios superiores".-

Vidaurreta, en tanto, dijo que "llegué al colegio en 1962; estuve 4 años, me fui a Buenos Aires y volví en 1968; después de un tiempo viajé a España y más tarde a Paraguay; en 1979 regresé a Mar del Plata adonde permanecí durante 20 años; hoy me toca vivir una gran emoción ya que, para el colegio, que se levantó ladrillo por ladrillo en base a kermeses, rifas, reuniones y festivales, es una fecha memorable; la comunidad, con justa razón, siente que este instituto es suyo; para mí, estar aquí en este día representa una alegría enorme; es algo que, a su vez, me puso al borde de las lágrimas a raíz de haberme reencontrado con tantas personas conocidas".-