Batán, una ciudad que crece a paso lento pero constante
El antiguo poblado rural avanza en su proceso de urbanización. La cantidad de habitantes estables aumenta año a año, de la mano de la inmigración boliviana, que reemplazó a la chilena. El mercado laboral se caracteriza por sus altos niveles de informalidad.
Para los habitantes más antiguos de Batán, la ciudad ya no es la misma. Incluso llamarla "ciudad", aunque los enorgullece, les suena raro: cuando ellos llegaron (o nacieron) era un "barrio" de Mar del Plata. Cuando mucho, un pueblo. Hoy, con cerca de 45.000 habitantes, el lugar luce diferente: más gente, más infraestructura, menos seguridad... En otras palabras: una ciudad que crece en forma lenta pero constante, al ritmo de los tiempos modernos.
"Está todo muy distinto", suspiró ante LA CAPITAL Amalia, una batanense de 40 años que enfrenta el desafío de educar a dos hijos -uno de 17 años y otro de menos de dos- en una ciudad en permanente cambio.
A criterio de Amalia, la nueva Batán tiene varios puntos a favor. Entre ellas, un sistema de salud mucho más eficiente -"con ambulancia y todo"-, escuelas más modernas y mejor equipadas y calles "donde antes era puro campo".
Pero también algunos en contra. Por ejemplo, que la sociedad y sus pautas culturales ya no son las mismas. "Es muy difícil educar adolescentes en este contexto", se lamentó para luego hacer una reflexión especial sobre el transporte: "Eso no está ni mejor ni peor: es el mismo desastre de siempre", se quejó.
Amalia no es la única que cree que Batán está cambiando. Así lo entiende también la mamá de un pequeño de 5 años que en los próximos días comenzará a tomar clases gratuitas de tenis en el "Club Batán". "Batán está progresando mucho -afirmó mientras esperaba a ser atendida en el hall de entrada de la delegación municipal-. Hay más negocios, más actividad económica y las quintas están trabajando bien. Creo que vamos bien".
Carlos Barreiro, propietario de uno de los numerosos comercios que funcionan al costado de la ruta 88, también habla de progreso. "Hace 11 años que estoy acá y desde entonces el pueblo cambió mucho -dijo-. Cuando vine, todos me creían loco. Ahora hay mucha más gente y muchos más negocios".
Según Barreiro, el verano es una época clave para Batán. "Hay muchísima gente que viene a trabajar en el campo", describió y relató que "hasta hay un hotel para ellos". Añadió que "muchos se van pero otros se quedan y así es como va creciendo la ciudad".
Bolivianos por chilenos
Durante décadas la población de Batán se nutrió de la inmigración chilena. Sin embargo en el último tiempo esta colonia fue reemplazada por la boliviana, al punto que hoy es la principal minoría de la ciudad.
Andrés Alegría, quien es en sí mismo un ejemplo de la historia reciente de Batán: nacido en Santiago de Chile, sus padres inmigraron cuando tenía cinco años. "Me quedaba largas horas mirando el campo porque yo venía del cemento y nunca había visto tanto pasto junto", recordó.
Argentina, y más específicamente Batán, no sólo le dieron la posibilidad de educarse en el sistema público -es licenciado en Enfermería en la Universidad Nacional de Mar del Plata- sino la de progresar en su trabajo: actualmente ejerce como coordinador del Subcentro de Salud de Batán, trabajo que combina con la guardia de una clínica privada marplatense. Como señal de agradecimiento, hace cinco años que se nacionalizó argentino.
Pero no todos siguieron su camino. "En los últimos años muchos se volvieron a Chile, porque allá la situación mejoró", relató a LA CAPITAL para luego confirmar que la nueva ola inmigrante es boliviana. "Ahora es a ellos a los que les conviene el cambio monetario", justificó.
Alegría ve todos los días a gran cantidad de madres bolivianas que concurren al subcentro a atenderse ellas o a sus hijos. "Son muy cuidadosas -relató-. El calendario de vacunas lo cumplen al pie de la letra y les hacen a sus hijos todos los controles, incluidos los odontológicos. En general son chicos chiquitos, por su composición genética, pero hace años que no vemos un caso de desnutrición, afortunadamente".
A diferencia de sus padres, la mayoría de los hijos de inmigrantes tiene documento. "Aunque hayan quedado embarazadas en Bolivia vienen a tenerlos acá, porque dicen que en el Hospital (Interzonal Especializado Materno Infantil) las atienden mejor", describió Alegría. De paso, se garantizan la obtención del DNI sin mayores inconvenientes.
Trabajo informal
La alta demanda del subcentro de salud de 24 horas de Batán se justifica, en gran parte, porque el porcentaje de habitantes que posee obra social es mínimo: un indicador, entre otros, del alto nivel de informalidad que existe en el mercado laboral.
Aunque los relevamientos difundidos a nivel oficial no diferencian entre la población de Mar del Plata y la de Batán -el último índice difundido por el Indec fue de 11,6% de desocupación para ambas-, la preponderancia del trabajo en negro en dicha localidad es un secreto a voces.
"Estamos en un 50% de trabajadores en blanco y un 50% en negro", afirmó el delegado municipal en Batán, Ernesto Lenzo -ver aparte- aunque luego admitió que "quizás la informalidad sea algo superior".
Las principales fuentes de trabajo en Batán están relacionadas con el cordón frutihortícola -las denominadas "quintas"-, los hornos de ladrillos y las canteras de piedras, además del incipiente comercio.
La principal fuente de trabajo formal está dada por la Unidad Penitenciaria XV. En cuanto al Parque Industrial, si bien se encuentra geográficamente más cercano a Batán, la mayoría de sus empleados está radicada en Mar del Plata.
Principales datos
* Es una ciudad de origen rural ubicada al Oeste del partido de General Pueyrredon, a aproximadamente 15 kilómetros de Mar del Plata.
* Fue declarada ciudad el 18 de diciembre de 1996.
* Tiene una superficie aproximada de 542 kilómetros cuadrados.
* La población actual rondaría las 45.000 personas, según la Delegación Municipal.
* Está conformado por 22 barrios, entre ellos Las Canteras, Parque Palermo, Las Dos Marías, Don Emilio, Parque y Valle Hermoso, Batán Norte, San Francisco, El Boquerón, La Polola, El Timbre, Chapadmalal, El Colmenar, La Gloria, La Avispa, Paraje Los Ortiz y El Trébol.
* Sus principales actividades económicas están relacionadas con el cordón frutihortícola, las canteras, el turismo y el comercio, estos dos últimos en franco desarrollo.
* Cuenta con una delegación municipal, a cuyo frente se encuentra actualmente Ernesto Lenzo.
