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16-02-2010

Amas de casa no están dispuestas a boicotear compras de carne vacuna

En Mar del Plata, como en casi todo el país, se sigue considerando que la carne es fundamental en la dieta. De todas maneras, el consumo es menor que antes de los aumentos. En algunos casos se habla de una caída de las ventas de hasta 50%.

Amas de casa consultadas ayer por LA CAPITAL coincidieron en que a raíz del fuerte incremento experimentado por los precios de la carne vacuna desde mediados de diciembre de 2009 -entre 45 y 50% en Mar del Plata- desde entonces el consumo de este producto se redujo a aproximadamente la mitad.

Sin embargo, no se mostraron para nada entusiasmadas con la campaña lanzada desde la ciudad de Buenos Aires para iniciar una suerte de boicot al consumo de carne vacuna durante una semana, como forma de protesta por el alza de los precios. Por caso, la Asociación de Consumidores Libres descartó de plano esa idea argumentando que por un lado es de muy difícil implementación más allá de lo declarativo y, por otro, porque la carne vacuna sigue siendo un producto fundamental en la dieta de los argentinos.

En cambio, otra entidad marplatense, la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios auspicia que "las familias no compren carne una vez a la semana y consuma otros productos que suplantan muy bien a ese alimento". En un comunicado firmado por Elda Sánchez y Graciela Difeo, la organización expresó que esa recomendación se debe "al alto costo de la carne, a la que ya se hace imposible acceder".

Esta entidad realizará un relevamiento de cómo funcionará esta situación, para luego ver si se agrega o no un día más de esta medida de protesta.

La realidad es que al margen de este tipo de convocatorias el público prefiere sostener la dieta de carne, si bien es cierto que el consumo baja a causa de los precios.

En cualquier caso, entre los comerciantes locales del rubro en la ciudad se advierten rostros de preocupación. Si bien por el momento no esperan nuevas subas de los precios, el hecho de que, en cantidad de kilos, estén vendiendo mucho menos afecta directamente la rentabilidad de sus negocios. Así razonan los carniceros: recaudando prácticamente lo mismo que antes, el margen de ganancia se achicó de un modo significativo.

Lo concreto es que hay menos clientes que el mes pasado y el anterior en las carnicerías marplatenses y los que van al mostrador no están en condiciones de comprar lo mismo que llevaban el año pasado. La mayoría, al observar los precios, pide menos cantidad y hay algunos que se inclinan por los cortes más económicos que antes desechaban.

Algunos testimonios son elocuentes al respecto. En una carnicería de avenida Luro al 6900, Mariana Velázquez afirmó que "buscando precio y calidad, sigo comprando, pero menos cantidad que antes. No tengo otra alternativa ya que la carne aumentó mucho y el presupuesto no alcanza". En ese mismo lugar Alicia Pérez sostuvo que "si bien hoy vine dispuesta a comprar, voy a llevar menos que antes. No sé qué haré en lo sucesivo si los precios siguen aumentando".

Otra ama de casa, Mirta Donati, sostuvo que "como los precios subieron tanto, estoy comprando mucho menos que antes. De todos modos algo tengo que llevar porque es lo que estoy acostumbrada a cocinar".

En Moreno y San Luis, Hugo Atena sostuvo que "los precios subieron demasiado", y añadió: "Hoy me voy a limitar a comprar chorizos, porque el asado, que en diciembre lo pagaba 15 pesos el kilo, ahora cuesta casi 24". Para Hugo, no queda más remedio que "limitar el consumo" de carne aunque "siquiera una vez por semana me pienso dar el gusto", aclaró para reafirmar aquello del "producto fundamental en la dieta de los argentinos".

Hernán Gallo, encargado del local, afirmó en cambio que la cantidad de clientes "sigue siendo prácticamente la misma que antes, pero debo admitir que el consumo se redujo". Y agregó: "Así como hay gente que puede pagar los nuevos precios hay otros que no, y mantener la clientela es importante. Está bien que la gente reclame una baja de precios, pero la idea de que se aplique un boicot no me parece adecuada".

Otros comerciantes coincidieron con él al interpretar que "no es cierto lo que se dice de que el ganado está aumentando porque los productores lo están reteniendo". La causa para ellos se acerca más a la explicación que dieron economistas y productores del campo que a la que ensayó el Gobierno: en los últimos años el stock de cabezas disminuyó sensiblemente. En cuanto a los precios, los comerciantes sostienen que ahora pueden llegar a mantener cierta estabilidad, aunque nadie habla de que vayan a bajar a los niveles que tenían antes de las subas de estos dos meses.

Roberto Villalba, encargado de la carnicería de San Luis entre Belgrano y Rivadavia, dijo por su lado que "después de una merma de alrededor del 50% en las ventas de carne vacuna es como que la gente está comenzando a acostumbrarse a los nuevos valores". También él coincidió en que los precios tienden a se mantenerse estables y de hecho habló de que "hace dos semanas que no suben", por lo que "desde el viernes otra vez estamos trabajando bien", concluyó.

El consumo de cerdo

En tanto, las bondades en materia de precios de la carne de cerda como eventual sustituto de la vacuna, aún no se verifican en Mar del Plata, sencillamente porque el acuerdo de precios al que arribaron el Gobierno nacional y los criadores de carne porcina no rige más que para el área metropolitana.

Allí, la implementación de la "barata" (cortes a precios económicos) que se comercializa en cadenas de supermercados, a partir del acuerdo firmado el 27 de enero, provocó un aumento en el consumo de carne porcina, dijeron fuentes de ese sector.

La "barata" está conformada por ocho cortes porcinos no tradicionales en el consumo, que van desde la milanesa a cortes económicos utilizados para guisados, con precios que se mantienen sin cambios desde septiembre de 2009.

El consumo de carne porcina no tiene gran arraigo en la mesa de los argentinos por lo que esta promoción, que según fuentes del sector está funcionando "con muy buenos resultados" en Capital Federal y Gran Buenos Aires, se trasladará a todo el interior.

El presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) Juan Ucelli, adelantó en un comunicado que "estamos trabajando para llevar la barata al interior del país", para lo que ya se firmaron alianzas estratégicas con supermercados y carnicerías.

Ucelli destacó que "este desafío se hace desde el sector privado, con apoyo del Gobierno nacional y con muy buenos resultados hasta la fecha". Por ahora la oferta rota todas las semanas en cuatro cadenas de hipermercados que abastecen la región metropolitana. Entre los cortes ofrecidos figuran la pata de jamón a 8,89 pesos, la pata de paleta a 7,60, milanesas 12,95, patitas y manitos 2,60, rabo 3,30, cabeza y riñón a 2 pesos, en todos los casos incluyendo IVA.