Los concejales que integran la comisión de Transporte del Concejo Deliberante junto a algunos otros ediles acordaron con el concesionario de la nueva terminal de micros, Néstor Otero, recorrer hoy las instalaciones de la estación para observar su funcionamiento y evaluar en qué estado se encuentran las obras requeridas en el pliego de licitación.

La decisión de visitar la terminal fue adoptada ayer durante una extensa reunión de la comisión, a la que Otero asistió para despejar las dudas de los concejales, quienes además, le trasladaron al empresario algunos reclamos que, desde hace tiempo, vienen formulando algunos vecinos de la zona. La queja más recurrente se vincula con el sonido que propagan los parlantes ubicados en las dársenas, los que -según aseguró ayer Otero- ya fueron "anulados" previa autorización de las autoridades de Transporte para evitar que sigan causando molestias en el vecindario, por lo que el audio sólo se escuchará hacia adentro del edificio. Otro de los reclamos tiene que ver con la circulación de micros en las calles de la zona, en especial sobre 9 de Julio. En este caso Otero puso el acento en la importancia de que la comuna logre convencer a las autoridades nacionales para que admitan construir (como estaba previsto originalmente) una calle junto a las vías del tren, desde Champagnat hasta el interior de la estación.

La reunión se llevó a cabo a instancias del concejal Diego Garciarena, del Frente Nacional y Popular Marplatense, quien planteó que contar con una "nueva terminal era un anhelo de todos los marplatenses" pero a renglón seguido señaló que su funcionamiento ha provocado "quejas entre los vecinos" y una serie de inconvenientes que deberían ser subsanados. "Algunos son responsabilidad de la concesión y otros del Estado", admitió.

A lo largo de la reunión los concejales dieron su opinión respecto de la nueva terminal y hubo quienes trataron de poner en evidencia los presuntos incumplimientos en algunas obras que debería disponer el edificio.

Los radicales, los más críticos

Una de las más vehementes críticas fue la radical Vilma Baragiola, quien fustigó a Otero consultándolo sobre si el edificio cuenta o no con enfermería, sede para la Comisión Nacional de Regulación del Transporte o con seguridad propia. El empresario respondió que si bien no estaría obligado a hacerlo construiría una enfermería, que la CNRT ya posee un espacio dentro del predio y que el control de la seguridad lo efectúa la Policía Provincial.

Además el bloque de la UCR se detuvo en cuestionar si la terminal cuenta con habilitación, así como cada uno de los locales que funcionan en su interior. Ante estos planteos, Otero dijo que el edificio tiene habilitación nacional y que los comercios están sujetos al control municipal y pidió que los inspectores de la comuna acudan al lugar para verificarlo y aplicar sanciones si existen incumplimientos.

Lo cierto fue que algunas contestaciones satisficieron a los ediles y otras no, según ellos mismos indicaron. Por caso, el radical Carlos Katz aseguró "no creer" en la palabra del empresario cuando éste le explicó que no estaba obligado a contar dentro de la estación con una planta para tratar los residuos de los micros. Al respecto el empresario sostuvo que si el Concejo Deliberante lo autorizara a prestar ese servicio lo incorporaría como un nuevo negocio dentro del predio.

Más adelante quedó aclarado que las propias empresas de colectivos disponen en sus sedes, de instalaciones donde efectúan el tratamiento de estos efluentes.

De la reunión también participaron vecinos que expusieron sus inquietudes respecto del sonido que existe en torno a la estación y a la circulación de micros por el barrio. Uno de ellos, Daniel Rubio, dejó en poder de la comisión un texto en el que, según dijo, figuran "91 incumplimientos al pliego de concesión"

A lo largo del encuentro el empresario trató de dejar en claro cuáles son sus obligaciones como concesionario y distinguir que, algunos de los problemas excederían sus responsabilidades y que deben ser resueltos por el Estado. En este sentido puntualizó que la ausencia de algunas obras (como la calle de acceso para los taxis y el playón de alistamiento de micros) obedece a que la Nación aún no concretó el corrimiento de vías para liberar el sector y a que todavía no fueron concluidas las casas para quienes residen dentro del predio para trasladarlos.

Al respecto Otero reveló que "desde hace más de un año" abona el alquiler de viviendas para algunas familias que tuvieron que ser trasladadas de allí para que pudiera ser construido el edificio.

El concesionario también fue consultado sobre si paga o no el canon por la explotación de la terminal, ante lo cual admitió que no está obligado a hacerlo hasta que no se concluya definitivamente la Ferroautomotora.

En un tramo de la reunión algunos concejales reprocharon que la estación haya comenzado a funcionar el 12 de diciembre, antes de que estuviera concluida de manera definitiva, distribuyendo las responsabilidades por este hecho entre la comuna y la empresa concesionaria.

Finalmente, Otero pidió que los concejales evaluaran "in situ" la situación de la terminal y el edil Garciarena propuso que la comisión se trasladara hoy al lugar.

Esto fue aceptado, por lo que se resolvió que a las 9 de la mañana serán recibidos por un representante de la empresa para realizar una recorrida.