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04-04-2010

Mar de Cobo, un paraíso natural que vive el boom de la construcción

En 2009 se edificaron unas 300 casas. El fenómeno no se detiene. En lo que va del año ya se están haciendo más de 150 viviendas nuevas.

"Acá el estrés no existe". Son las 11 de la mañana y Gastón Ferré se muestra distendido mientras termina de pintar el frente de su casa. "Este lugar es un paraíso", dice con la playa de fondo. Está enamorado de Mar de Cobo, adonde se fue a vivir hace más de 3 años con su familia. "Levantarte de la cama y ver el mar es impagable", confiesa.

El caso de Ferré no es aislado. Como él, son cada vez más quienes eligen la tranquilidad de Mar de Cobo para vivir. En la última década el crecimiento demográfico hizo aumentar diez veces la población. Pero no sólo eso: el año pasado estalló el boom de la construcción y se edificaron unas 300 casas. El fenómeno no se detiene y ya están en marcha las obras para construir más de 150 viviendas, una cifra que se podría duplicar a fines de diciembre. El dato surge de un relevamiento realizado por LA CAPITAL. "Hay un furor increíble por radicarse aquí", afirma María Elena Llugdar, secretaria de la sociedad de fomento.

En Mar de Cobo -una localidad ubicada a 30 kilómetros de Mar del Plata- viven 2.500 personas, pero la cantidad se duplica en la temporada de verano. La eligen, dicen, por su tranquilidad e intimidad, el aire puro que se respira y la brisa del mar. "Quiero vivir una vida distinta y que mi hijo se críe en un lugar seguro y rodeado de espacio verde", cuenta Ferré.

Quienes eligen construir aquí -en su mayoría marplatenses, pero también porteños que buscan escapar del ruido- destacan las ventajas económicas: afirman que los terrenos y el costo de las obras son más baratos que en Mar del Plata. "Acá podés conseguir un lote desde entre 15 o 18 mil dólares", coinciden.

El auge se dio en los últimos dos años. Las obras no paran de crecer y se estima que este año se batirá el récord de 2009. Aunque no hay cifras oficiales, las inversiones privadas son millonarias y generan mano de obra. "Es impresionante la cantidad de construcciones que están en marcha. El ritmo será sostenido hasta fin de año", aseguran en la sociedad de fomento.

La metamorfosis que sufrió Mar de Cobo no deja de sorprender: hace 15 años se asemejaba más a un pueblo fantasma que a la localidad turística que se convirtió hoy. "No había nada de nada. Hace 26 años para comunicarse por teléfono a Mar del Plata era una odisea, había que esperar más de 6 horas -recuerda Llugdar-. Y no había ni un solo negocio. Para comprar leche había que esperar que pasara un señor con la vaca. Ahora todo cambió".

"Un lugar de ensueño"

La principal característica de Mar de Cobo es su arboleda (álamos, pinos, olmos, cipreses y lambercias), que alberga numerosas especies de aves y forma un techo natural que -según los vecinos- transforma a la localidad "en un lugar de ensueño". Además las playas son extensas, la pesca es muy buena y se puede disfrutar de caminatas y paseos en bicicletas, entre otras actividades al aire libre. También se destacan los bosques de zarzamora, la tentación de los turistas que se deleitan saboreando sus exquisitos frutos.

A Mar de Cobo, que es un desprendimiento de la estancia "San Manuel" y se encuentra a 9 kilómetros al sur de Mar Chiquita, se accede por la ruta provincial Nº 11. Las calles tienen un particular trazado y forman semicírculos que comienzan y terminan en la avenida de acceso Manuel Cobo, que conduce al mar. La sociedad de fomento, cuya sede tiene más de 400 metros cuadrados, es el orgullo del barrio. Allí se dictan todo tipo de cursos, se proyectan películas y los vecinos disfrutan de una biblioteca, entre otras actividades.

La infraestructura de la localidad creció al mismo ritmo que la construcción de casas. Hay una escuela y un jardín de infantes "muy cómodos y equipados" -según destacan los habitantes-, una unidad sanitaria de primeros auxilios, una amplia plaza con juegos y una iglesia con capacidad para 200 personas que cuenta con un salón de espacios múltiples.

Los turistas resaltan que el servicio hotelero es de primer nivel (hay dos hoteles y tres hosterías) y elogian la vista panorámica que tienen tanto los restaurantes como las confiterías. Es el caso de Jorge Petri, un turista de Capital Federal que vino a pasar Semana Santa junto a su familia: "Tomar un café mirando el mar es uno de los mayores placeres de la vida".

Reclamos de los vecinos

Un grupo de vecinos de Mar de Cobo cuestionó al gobierno municipal y reclamó una serie de medidas para mejorar la calidad de vida del lugar. "Estamos abandonados por la comuna", se quejaron. Y revelaron que no hay agua corriente, cloacas ni gas.

La secretaria de la sociedad de fomento, María Elena Llugdar, le puso la voz al reclamo. "Necesitamos que el Estado estimule la inversión y que cuide mejor nuestras playas", pidió. Lo hizo acompañada por Enrique Parnisari, José Luis Gómez Berard, Ricardo Sellart y Gastón Ferré, integrantes de la asociación.

Aunque Mar de Cobo es una localidad que se destaca por su tranquilidad, los vecinos solicitaron que se instale un destacamento policial. "No tenemos efectivos, solamente pasa de vez en cuando un patrullero de Mar Chiquita. Necesitamos mayor presencia para sentirnos seguros", afirmaron.

La elegida de los marplatenses

La población de Mar de Cobo creció fuertemente en los últimos años y se convirtió en la localidad elegida por muchos marplatenses para irse a vivir o pasar el fin de semana. Allí, dicen, encuentran tranquilidad y pueden disfrutar de una vida al aire libre rodeados de bellos paisajes. "Acá no te hacés problema por nada, es un lugar con una paz increíble", coinciden.

Hay quienes viajan todos los días porque trabajan en Mar del Plata. Como el caso de Rubén, que de lunes a viernes recorre 30 kilómetros para llegar a su empleo. "El esfuerzo vale la pena -asegura-. Cuando llego de trabajar, en este lugar me olvido absolutamente de todo".