La directora de Gestión Ambiental del municipio, Claudia Baltar, explicó cuáles son los servicios que debe cumplir la empresa 9 de Julio en relación al barrido de hojas, al mismo tiempo que describió las responsabilidades que al respecto les caben a los vecinos, a los que también les solicitó su colaboración y sobre todo, que no realicen quemas en la vía pública por tratarse de una práctica expresamente prohibida.

Según comentó la funcionaria, la compañía recolectora de residuos está obligada por contrato a realizar la tarea de barrido bajo distintas modalidades en diferentes zonas de la ciudad. Por ejemplo en el área céntrica y buena parte del macrocentro es donde este trabajo se realiza con mayor frecuencia e intensidad. Según Baltar, allí los operarios deben realizar un barrido manual, matutino y diario en los cordones.

En cambio en los barrios más alejados el trabajo se realiza con máquinas de transitan en horas de la noche, con una frecuencia más espaciada, que generalmente es de 3 veces por semana. "Básicamente, éstas son las prestaciones que brinda la empresa", señaló la funcionaria, asegurando que las mismas se cumplen sin inconvenientes.

Baltar reconoció que de todos modos en ésta época del año la tarea de la 9 de Julio puede parecer insuficiente ante la enorme cantidad de hojas que caen de los árboles de manera permanente, sobre todo en barrios con mucha forestación. Por esa razón subrayó que la actitud de los vecinos es decisiva para conservar la higiene urbana.

"Los barrenderos limpian los cordones, pero en ningún caso las veredas", aclaró, indicando que siempre esta tarea está a cargo de los frentistas.

Al respecto Baltar dijo que la gente debe tener presente que existe una manera correcta de cumplir con esta tarea. "Las hojas deben ser barridas, colocadas dentro de una bolsa y depositadas en el cesto de basura en el horario en el que pasa el camión, tal como se lo hace con el resto de la basura domiciliaria", precisó.

Baltar comentó que no corresponde ni tiene mayor sentido que barrer las hojas de las veredas dejándolas acumuladas en la vía pública por una razón muy sencilla: las hojas se vuelan y continúan siendo una molestia para el vecindario.

La funcionaria también puso énfasis en que la quema de residuos está prohibida por ordenanza, advirtiendo que cualquier persona que sea sorprendida haciéndolo puede recibir una multa. "Se trata de una práctica que no está permitida, es peligrosa y genera muchas molestias", dijo. Baltar explicó además que la quema de hojas genera una combustión "muy lenta" que provoca que el humo permanezca en el aire durante varias horas. "Se produce una contaminación del ambiente con malos olores y dificultades para la salud de la gente", destacó.

Por otra parte la funcionaria explicó que la empresa 9 de Julio también dispone de un servicio de recolección de residuos que no pueden ser embolsados, que también contempla restos de poda de arbustos de jardín o pasto. "Esta es otra alternativa para que la gente se deshaga de sus residuos. Pero debe tener en cuenta que el camión pasa una vez por semana", dijo la funcionaria, aconsejando que los vecinos se comuniquen con la empresa para saber qué día lo hace por su domicilio para colocar la basura en la vía pública.

Finalmente Baltar aclaró que este servicio no contempla la recolección de restos de podas de árboles, lo que también corre por cuenta de los vecinos. "Cuando alguien poda un árbol no puede dejar las ramas en la calle. Es muy claro que tiene que asegurarse que sean retiradas por el podador o que debe contratar un contenedor", indicó.

Humo... y olor

Desde hace varios días se perciben un fuerte olor acre y un humo intenso en distintos sectores de la ciudad, especialmente durante las últimas horas de la tarde. Pese a que hay quienes consideran que este fenómeno tiene su origen en recurrentes incendios dentro del predio de disposición final de redisuos, la directora de Gestión Ambiental de la comuna, Claudia Baltar, aseguró que en el basural no existe ningun inconveniente de esta naturaleza.

La funcionaria sostuvo que el humo que suele flotar en el aire es producto de las quemas de hojas que realizan los propios vecinos frente a sus domicilios.

"Por más chico que sea el montículo, las hojas experimentan una combustión muy lenta y generan partículas que quedan suspendidas en el ambiente", explicó, señalando que la suma de estos pequeños incendios provoca que el olor se sienta en buena parte de la ciudad.

Baltar puso énfasis en que esta es una práctica que está prohibida y pidió a los vecinos que eviten realizarla.