La implementación de un nuevo servicio semirrápido de trenes que unirá Buenos Aires con Mar del Plata se encuentra en plena etapa de prueba y en los próximos días la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haría anuncios relacionados con esta inversión.

La mandataria vendrá a la ciudad el martes 22 de febrero para inaugurar la estación ferroautomotora (ver aparte). Aunque no está confirmado, se cree que ese día Cristina llegará hasta la nueva estación a bordo del tren Talgo. No obstante, para que se ponga el servicio en funcionamiento todavía resta que se definan algunos aspectos operativos, como por ejemplo quién se hará cargo de la administración, si Ferrobaires o la Nación.

Los trenes están pintados con los colores nacionales, tienen el logo del Bicentenario y se encuentran totalmente renovados en su interior, tapizados, con aire acondicionado y TV. Las formaciones que viajarán cubriendo el trayecto a Mar del Plata son los Talgo IV sacados de servicio hace unos meses para la venta y cuentan con ruedas y tapizados nuevos, similares al Talgo VI y VII de última generación que se usan actualmente en Europa.

A comienzos de semana una formación del Talgo IV hizo una prueba y circuló hasta la estación Lezama. La locomotora llegó a Chascomús como exploradora y allí le dio paso a otra formación que cubrió el trayecto hasta Lezama.

Además, el jueves pasado una locomotora realizó el recorrido entre Plaza Constitución y la estación de Vivoratá, y tiempo después sucedió lo mismo con una formación compuesta por una locomotora y tres vagones. En su interior viajaron funcionarios provinciales y nacionales, técnicos y algunos pasajeros que no ocultaron su asombro por la comodidad de cada uno de los vagones.

A principios de octubre del año pasado, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, suscribió con la empresa española Renfe la compra de seis trenes Talgo IV y seis locomotoras diesel eléctricas para mejorar los servicios a Mar del Plata.

Del total del paquete adquirido por casi $ 90 millones, arribaron en noviembre dos formaciones Talgo de nueve coches cada uno y las seis locomotoras. No bien bajaron al puerto de Dock Sud empezaron los problemas. Tras comprobar que estaba vencida la exención impositiva para esa clase de bienes, la Aduana con un acta de interdicción bloqueó el uso de los trenes hasta que se regularice la situación fiscal.

En los primeros días de diciembre, por medio del decreto 1917, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprobó un nuevo esquema para eximir del pago de impuestos a las locomotoras y trenes importados. Por estas horas, los funcionarios de Transporte están completando los trámites de nacionalización para poder poner en funcionamiento las formaciones.

Los trenes españoles ya comenzaron a ser sometidos a las pruebas de rigor para ver cómo se comportan en la vías locales y así obtener la habilitación técnica de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT).

Después de esas pruebas, la Secretaría de Transporte tendrá que afrontar dos cuestiones clave. Por un lado definir el contrato de mantenimiento que acordó con Renfe. Y por otro lado, resolver a quién le da la operación de los trenes.

El ramal que llega a la costa atlántica pertenece a la provincia de Buenos Aires y desde 1993 los trenes a Mar del Plata y Pinamar son operados por Ferrobaires, la ferroviaria estatal bonaerense.

Si bien en un principio se creía que Ferrobaires iba a manejar los trenes importados, la posición de Transporte es dejarla de lado y adjudicar la operación en forma directa a la concesionaria privada Ferrocentral, que corre los servicios a Tucumán y Córdoba.

Para poder avanzar con la "privatización" de los Talgo, Schiavi le solicitó a la provincia que restituya la concesión de las vías a la Nación. Pero desde la administración bonaerense dijeron que no y propusieron avanzar con un "esquema conjunto" de operación que aún no obtuvo respuesta de la Nación.

Para no repetir la operación del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, que trajo locomotoras y coches usados para ser reparados en el país y que quedaron abandonados por falta de recursos, ahora los funcionarios del área de Planificación optaron por cambiar las condiciones de entrega de los vehículos usados.

Según el acuerdo que cerró el Gobierno, esta vez las locomotoras y los trenes Talgo IV vienen reparados y listos para ser utilizados. Además, por expresa instrucción de los funcionarios locales, los equipos ya fueron pintados con los colores nacionales y el logo del Bicentenario.

La compra de los trenes incluye otra cláusula novedosa. Las tareas de mantenimiento y las revisiones integrales quedarán en manos de técnicos de la empresa Talgo que tienen previsto instalar un taller específico en el Gran Buenos Aires.

El Talgo es un tren de diseño español, basado en coches cortos y más bajos que los tradicionales. Su nombre proviene de las siglas de Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol, en atención a su diseñador Alejandro Goicoechea y al financista que apoyó sus investigaciones y la fabricación de los primeros trenes construidos con ese sistema, José Luis Oriol Urigüen.

Patentes Talgo es también la denominación del grupo empresarial español, creado en 1942, dedicado al diseño y construcción de estos trenes, que además ofrece servicios de mantenimiento de trenes y relativos a equipos ferroviarios.