Las consecuencias del refulado para las playas y el puerto de Mar del Plata
por Alejandro Aníbal García (*)
La arena no sólo es parte de nuestras playas, sino que representa el "oro negro" del turismo en Mar del Plata. Es, sin lugar a dudas, nuestro principal recurso económico. Al mismo tiempo se presenta como un problema para la zona, al contribuir a la formación de un banco de arena dificultando el acceso al puerto local.
En los últimos años hemos sido testigos de la reducción de las playas a lo largo de la costa. La erosión de las mismas por el mar, es un proceso natural que no puede ser eliminado por la acción del hombre. A lo sumo, sólo podemos atemperar sus consecuencias.
El 15 de febrero en la ciudad de Monte Hermoso el gobernador Daniel Scioli, en conjunto con la ministra de Infraestructura bonaerense Cristina Alvarez Rodríguez y el intendente Gustavo Pulti, presentó el "Plan de Recuperación de la Costa Atlántica Bonaerense" con el objetivo de acercar una solución a dicha problemática.
El proceso de refulado
Se entiende por refulado al proceso mediante el cual se extrae arena del mar, y se la deposita sobre las playas, a fin de aumentar sus dimensiones. Dicho proceso va a involucrar el dragado, es decir la extracción de arena sedimentada, del banco de arena localizado en el morro (extremo) de la Escollera Sur. Se procederá luego a su traslado, mediante un sistema de cañerías, hacia las distintas playas de la ciudad.
El último gran proceso de refulado en la zona fue impulsado en 1998 por la Comisión Mixta para la Recuperación del Puerto y las Playas. Con una inversión cercana a los 30 millones de dólares, se logró aumentar considerablemente la superficie de las playas marplatenses.Los casi 2 millones de metros cúbicos de arena extraída fueron volcados, mediante un sistema de cañerías, sobre las playas Grande, Varese, Cabo Corrientes, Torreón del Monje, Bristol y Popular. La falta de mantenimiento de dicha inversión ocasionó la lógica reducción de las mismas con el paso del tiempo.
Según el anuncio oficial el llamado a licitación se realizará en abril de este año, iniciando los trabajos a mediados del 2011 a fin de aumentar la extensión de las playas para la temporada 2012.
Solución para el puerto
La deriva del mar consecuencia de las corrientes marinas, arrastra a diario la arena de las profundidades oceánicas en la dirección sur - norte. Dicha acción se ve interrumpida por la escollera sur que avanza 2.700 metros sobre el mar, desviando la arena fina que se deposita en el extremo de la misma dando origen a un banco de arena. El mismo dificulta el acceso, al presentarse como un obstáculo físico, para el ingreso a la terminal portuaria de embarcaciones de gran calado (profundidad) y eslora (longitud).
"No es un problema nuevo. El Estado ha ejecutado y ejecuta diversas acciones a fin de solucionarlo", afirma el funcionario experto de la Dirección Nacional de Vías Navegables de la Nación José Pérez de la Sierra. A mediados de 1960, se llegó incluso a realizar un concurso internacional para la ejecución de un estudio sobre la dinámica del mar en la zona. El objetivo era evaluar qué obras eran necesarias para eliminar el banco de arena ubicado en la entrada del puerto, como así también reducir la agitación de las aguas interiores del mismo que perturban la permanencia de las embarcaciones.
La empresa ganadora fue la japonesa "Sunrise Consultant" de Tokio, que envió una misión de técnicos que realizaron investigaciones de 1966 a 1968. A consecuencia de dicho estudio, se propusieron diversas soluciones entre las que se destaca la prolongación de la escollera sur mar adentro en 500 metros de manera curvilínea, a fin de trasladar el banco de arena a una mayor distancia de la entrada al puerto. Otra opción explorada consistió en la construcción de un espigón aislado exterior a la escollera sur de 500 metros de largo, cuyo emplazamiento estaría a 100 metros de distancia en dirección Noroeste, actuando como trampa de arena.
El reconocido experto en el tema, Alberto A. Lagrange, sostuvo en todos sus trabajos que: "Cualquiera sea la propuesta de solución, el dragado periódico y convencional con una draga flotante es inevitable e imprescindible".
En la actualidad, el puerto local cuenta con la draga de succión Mendoza 259- C, que ha logrado recuperar parte del canal de acceso al mismo, al reducir el banco de arena, devolviéndole su operatividad. Con la acción complementaria del refulado se va a poder recuperar la totalidad del canal de acceso al mismo.
Una vez realizado el proceso de refulado, la presencia de una draga con asiento permanente en el puerto local, se presenta como la mejor solución posible a fin de mantener la inversión realizada de manera efectiva en el tiempo.
Más arena para las playas
La acción natural y constante de la erosión marina produce, con cada ola que llega a la costa, la reducción de la superficie de las playas. Numerosas obras de defensa del acantilado, en la zona que une la ciudad con Santa Clara del Mar, se vienen ejecutando para evitar posibles derrumbes.
Del mismo modo se han construido varios espigones para reducir el impacto y mantener el estado de gran parte de las playas localizadas en la costa marplatense. Sin embargo, todas estas acciones no han sido suficientes. Algunas playas han reducido su extensión hasta 15 metros, en sólo un año. Si no se actúa se provocaría en el largo plazo la extinción de numerosos balnearios.
A fin de evitar este escenario, el gobierno bonaerense comenzará el refulado de las playas en la costa atlántica. El mismo incluiría a Playa Grande, Varese y Bristol, entre otras. Esto es fundamental para garantizar más arena para las playas de la ciudad. Del mismo modo se llegó a un acuerdo con la Cámara de Balnearios para reducir en un 20% la cantidad de espacio que actualmente ocupan los concesionarios con carpas y sombrillas.
Más playa significa más espacio, más turistas y más ingresos para la ciudad. La recuperación del espacio público de nuestras playas y nuestro puerto, constituye el único camino posible para consolidar el desarrollo económico y social del futuro de Mar del Plata.
(*): Licenciado en Economía (CEMA).
