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12-03-2011

La usurpación de terrenos creció un 30 por ciento en Mar del Plata

La Comuna recibe hasta seis denuncias por semana. Preocupación por el aumento de los casos. Los barrios más afectados son Alto Camet, Hipódromo, Los Tilos, La Florida y la zona sur.

La usurpación de terrenos creció un 30 por ciento en los últimos seis meses en Mar del Plata y la Municipalidad recibe hasta seis denuncias por semana. El dato fue revelado ayer a LA CAPITAL por el director general del Banco de Tierras de la Comuna, Javier Woollands.

El funcionario se mostró preocupado por el aumento de los casos y admitió que la usurpación se convirtió en un problema recurrente. Los barrios más afectados por este tipo de delitos van desde Alto Camet, Hipódromo y la zona sur hasta Los Tilos y La Florida, entre otros.

Sin embargo, el último caso resonante ocurrió en San Carlos, donde el propietario de un terreno denunció que el lote fue cercado con alambre para "venderlo u ocuparlo", como presume Héctor Landa, su dueño. "Me sorprendió el hecho porque ocurrió en una zona de poder adquisitivo", dijo Woollands.

La metodología delictiva genera preocupación entre los vecinos y referentes de las sociedades de fomento. "Las usurpaciones no son al voleo: se trata de gente que se organiza para estafar", sostuvo el funcionario. Y explicó que en las usurpaciones de terrenos fiscales el Municipio eleva las actas correspondientes y luego procede al desalojo. Pero en los casos de terrenos privados el procedimiento se vuelve más complicado: primero se debe localizar a los dueños para que denuncien el hecho ante la policía. Recién después de ese largo proceso se puede ordenar el desalojo.

"Intentamos hacer hincapié en la prevención. Mantenemos un diálogo permanente con las sociedades de fomento y siempre tratamos de localizar a los dueños cuando se produce una usurpación. Esta clase de estrategias han dado buenos resultados. Por eso, debemos estar alertas para brindar soluciones a los vecinos", señaló Woollands.

El modus operandi de quienes usurpan viviendas para vaciarlas o disputar la propiedad comienza con la búsqueda de una casa con aspecto de deshabitada y preguntas a los vecinos. Sabiendo la calle y el número, en la Dirección de Catastro se obtiene la nomenclatura catastral, que también figura en las boletas de impuestos municipales.

Con ese dato ya se puede acceder, en el Registro de la Propiedad, a un certificado de dominio o un índice de titularidad, que permitirá saber quién es el último propietario, su DNI y cuántos bienes posee. Son todos trámites que puede hacer un abogado, gestor o escribano sin saber para qué los necesita su cliente. Con esos datos, en la Dirección de Rentas, por internet, es posible averiguar si la propiedad en cuestión registra alguna deuda. Entonces, a los delincuentes sólo les queda concretar la usurpación, inicio de un complicado y largo proceso legal.

El Código Penal establece, en su artículo 181, una pena de prisión de un mes a tres años "para el que por violencia, amenazas, engaños, abusos de confianza o clandestinidad despojare a otro, total o parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un derecho real constituido sobre él, sea que el despojo se produzca invadiendo el inmueble, manteniéndose en él o expulsando a los ocupantes".

Según los especialistas en el tema, en el sistema argentino una escritura no es constitutiva del derecho. El ejercicio del derecho se concreta por medio de los distintos modos de poseer.