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16-03-2011

Se agudizan problemas en la vía pública por el déficit de señalización

La ausencia de carteles en las calles de Mar del Plata representa un problema cada vez más notorio. Al iniciar la gestión, el actual gobierno municipal había prometido implementar un plan que nunca llegó a ejecutarse.

La escasez de señalización vertical constituye un problema cada vez más notorio en las calles de Mar del Plata pese a que el actual gobierno municipal había iniciado su gestión hace más de 3 años anunciando la implementación de un ambicioso plan que, según se había prometido, daría lugar a una solución definitiva.

Tras el fracaso de dos licitaciones para llevar a cabo la obra entre los años 2008 y 2009, la Municipalidad sigue todavía sin encontrar la forma de poner en práctica al menos de manera parcial un proyecto que originalmente, preveía la colocación de casi 7 mil señales y la reparación de otras 1300 para revertir así el enorme déficit de carteles nomencladores de calles, informativos y turísticos que existe en la ciudad.

Salvo en la zona céntrica y en otros lugares muy puntuales de Mar del Plata, la señalización vertical sigue brillando por su ausencia o se encuentra en un estado de conservación deplorable.

La inexistencia de carteles es algo que se comprueba en barrios enteros como Constitución, Caisamar, La Perla o el Puerto donde resulta imposible saber el nombre y el sentido de las calles.

Pero se trata de un déficit que suele provocar otro tipo de problemas ya que también faltan letreros con otra clase de indicaciones como la de prohibido estacionar o simples referencias turísticas, lo que genera que haya atractivos desvalorizados o totalmente ignorados.

Ante la imposibilidad de implementar el plan anunciado en 2007 por el municipio, la situación actual de no difiere demasiado de la que había sido diagnosticada en aquél momento: apenas el 10% de los carteles que indican los nombres y la altura de calles y avenidas se encuentra en buen estado. El resto está dañado o directamente no existe. Funcionarios municipales justificaron las dificultades para revertir esta situación argumentando que la implementación de un plan integral de señalización vertical en la ciudad constituye una obra demasiado costosa, razón por la cual fracasaron los dos llamados a licitación realizados en 2008 y 2009.

En ambos casos los procesos fueron declarados desiertos debido a que las empresas interesadas presentaron presupuestos muy superiores al estimado por la comuna, que rondaba los 7,2 millones de pesos.

Se supone que en la actualidad, concretar la obra resultaría mucho más costoso debido al incremento de algunos de los principales insumos necesarios para ejecutarla que, en la mayoría de los casos, son derivados del petróleo.

En 2010, luego de no obtener los resultados esperados mediante los procesos de licitación, el Ejecutivo municipal había resuelto rediseñar el proyecto para implementarlo en dos etapas y abaratar costos.

No obstante, la cuestión tampoco registró avances.

Según pudo saber LA CAPITAL, el gobierno especulaba con la posibilidad de obtener el apoyo del gobierno nacional para que financiara al menos parte de los trabajos con motivo de la Cumbre Iberoamericana que se llevó a cabo en el mes de diciembre.

Sin embargo las gestiones no dieron resultado. La idea era obtener en ese momento fondos que permitieran instalar 4500 carteles de señalización de calles, 750 señales reglamentarias y preventivas, y unas 384 informativas y seguir con el resto de las obras en 2011.

Lo cierto es que ya iniciado el último año de la gestión de Gustavo Pulti, no hay indicios sobre la posibilidad de que el plan prometido al inicio de su gobierno se haga realidad.