A pocas semanas de haber asumido como presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación, Mario Fera emprendió una recorrida por cada una de las jurisdicciones de la Justicia Federal para tomar contacto con jueces camaristas e integrantes de tribunales orales y relevar las necesidades de cada distrito. "Hay un problema común en todo todos los lugares que estamos tratando de encaminar", reconoció haciendo referencia a la necesidad de cubrir definitivamente varios cargos dentro del Poder Judicial que se encuentran vacantes desde hace tiempo. "Este es, por ejemplo, uno de los problemas que existe en Mar del Plata", sostuvo. Luego de mantener una reunión de trabajo con los camaristas Alejandro Tazza y Jorge Ferro, Fera habló con LA CAPITAL respecto de las sospechas de presiones políticas que existen en torno a los jueces, la tramitación de los juicios por delitos de lesa humanidad y describió sus planes para cambiarle la cara al Consejo de la Magistratura. "Quiero que sea un organismo más profesional y con menos política partidaria", explicó.

-¿Qué diagnóstico ha logrado hacer hasta el momento a partir de su recorrida por las distintas jurisdicciones de la Justicia Federal?

-Mi presidencia tiene apenas un mes y por eso estoy recorriendo todo el país para tomar contacto personal e institucional con los funcionarios para ver de cerca las distintas realidades de los juzgados, cámaras y tribunales. Si bien yo conozco cuáles son a nivel global las necesidades, en especial de infraestructura, estas visitas permiten comprobar y darle una verdadera dimensión a la problemática y establecer prioridades. Mar del Plata tiene un problema común a todo el país que es la necesidad de cubrir definitivamente las vacantes porque existen varios cargos que tienen que ser subrogados transitoriamente.

-Y esto es algo que sucede desde hace demasiado tiempo, ¿no le parece?

-Esta es una realidad común en todo el país y que estamos tratando de encaminar. La mayoría de las vacantes tiene los concursos terminados con lo cual yo pretendo acelerar los trámites para lograr cuanto antes la cobertura de los cargos. Por otro lado estoy viendo las necesidades de infraestructura y encontrando reclamos para que haya designaciones de personal para poder cumplir proyectos definidos como políticas de Estado dentro del Poder Judicial. Uno de ellos es reforzar el equipamiento informático, cosa que la Cámara ya está haciendo mediante la firma de un contrato con un equipo de especialistas que acaba de ser aprobado por la Corte Suprema. También estuvimos hablando con los camaristas de Mar del Plata sobre la necesidad de que haya una sala de videoconferencias y de la problemática que representa el hecho de que las dependencias estén dispersas.

-¿Existen posibilidades de que la Justicia Federal pueda compartir las instalaciones de la Ciudad Judicial proyectadas para la Justicia Provincial?

-Está siempre en la agenda la posibilidad de que exista un edificio que albergue a toda la Justicia Federal. Pero a lo que usted se refiere no lo tenemos como un dato cierto y posible más allá de que si surgiera una posibilidad de unificar tribunales estamos dispuestos a evaluarla.

-¿Tras le reñida elección en la que usted terminó imponiéndose como presidente del Consejo, cómo describiría el clima de trabajo dentro del organismo?

-Diría que hoy ya estamos superando el primer momento de tensiones y ficciones, logrando mayor fluidez en el trabajo y la relación. En las elecciones nos enfrentamos a una situación en la que había un bloque oficialista y otro opositor y yo como representante de los magistrados de alguna manera encarnaba la posibilidad de diálogo entre los dos sectores y eso es lo que estoy haciendo.

-¿De qué manera?

-Esto ya nos permite encarar algunos proyectos, como la necesidad de que el Consejo de la Magistratura se consolide como un organismo profesional. Yo espero lograr la despolitización del Consejo desde el punto de vista partidario, en favor de una mayor profesionalización. Con ese objetivo yo estoy trabajando mucho y tratando de crear conciencia entre los consejeros. La política siempre va a estar a presente a raíz de la presencia de legisladores y del Poder Ejecutivo, pero hay que tratar de lograr que el Consejo de la Magistratura se vea a sí mismo como un organismo de la Constitución que apunta a resolver problemas concretos. En este contexto es que estamos trabajando para modificar el reglamento de selección de jueces para darle mayor transparencia, celeridad y profesionalismo. Queremos que en este caso tengan más importancia los antecedentes objetivos de un aspirante que los criterios subjetivos a la hora de designar a un juez.

También nos proponemos desburocratizar la administración del Consejo para lo cual estoy proponiendo un avance muy importante con la creación de un comité de la Corte y el Consejo.

-¿Qué opinión le merece el hecho de que ante ciertas decisiones de la Justicia Federal ligadas a la política suela generarse un estado de sospecha sobre las motivaciones de algunos jueces?

-Yo desde que asumí la presidencia del Consejo me autoimpuse no referirme a casos puntuales ya que eventualmente puedo tener que tratar alguno de ellos. En general me parece que es importante como parte de la cultura cívica que la sociedad pueda respetar las decisiones judiciales y eventualmente, si hay críticas, que sean canalizadas por las vías que corresponde. Cuando un juez dicta una resolución con repercusión política o no, es revisable por los canales institucionales. Entiendo que a veces las decisiones pueden tener repercusión política, pero confío en que la Justicia puede actuar de un modo independiente toda vez que existen mecanismos de revisión dentro del sistema procesal.

-Durante mucho tiempo hubo reproches contra distintos ámbitos de la Justicia Federal por la falta de avance en los juicios contra la dictadura. ¿Cómo describiría usted hoy la situación al respecto?

-Parte de la política de Estado fijada por el Poder Judicial consiste en llevar adelante estos juicios sin retorno. Tanto desde la Corte como desde el Consejo tenemos la vocación de facilitar esto lo más que se pueda. Yo como presidente del Concejo he tratado de asegurar que estos juicios se puedan realizar lo más rápido posible, se conformen tribunales y haya lugares donde realizar las audiencias. Yo espero que a partir de este año haya una posibilidad plena de que los juicios se realicen y no se demoren, por ejemplo, por falta de infraestructura. En líneas generales veo que estos juicios se están encaminando para saldar una deuda histórica con celeridad y transparencia.