Creciente interés por los cursos en los que se enseña carpintería
Es a raíz de que permiten tener una rápida salida laboral. Hay tres tipos diferentes y están destinados a adolescentes y adultos. Parte de los trabajos que realizan los alumnos se destina a fines solidarios.
Entre los distintos cursos que se pueden realizar en el Centro Municipal de Formación Profesional Nº 6 (Méjico y Primera Junta), los que se relacionan con la carpintería figuran entre los que tienen mayor aceptación. Hay tres tipos diferentes: de tornería, de perfeccionamiento en máquinas y de carpintería de banco. Para los adolescentes que cuentan entre 14 y 17 años, se contemplan actividades que les permiten aprender el oficio a contraturno del horario escolar; una vez que terminan los cursos se les extiende un título en el que se hace constar que adquirieron los conocimientos básicos del oficio; los mayores de 18 años, en tanto, concurren dos veces por semana, en horarios matutino y/o vespertino.
Con muchos años de experiencia, Carlos Pariani es uno de los docentes del establecimiento; si bien empezó enseñando a jóvenes, después se volcó hacia los adultos, muchos de los cuales asisten a los cursos con la idea de lograr un aprendizaje que les permita encontrar un trabajo.
En diálogo con LA CAPITAL afirmó que "en estos momentos, a través de la Cámara de la Madera, hay mucha demanda de carpinteros; así como hay quienes están en relación de dependencia, otros tienen microemprendimientos; las mujeres, como son muy detallistas, son las más buscadas por los que pretenden trabajos de gran calidad", señaló.
Dijo luego que "sería bueno que los adolescentes, que por razones de edad cuentan con mayor cantidad de tiempo para aprender, se acerquen más a este Centro; es una lástima que no se den cuenta de lo importante que es saber un oficio; hay cursos que duran dos años; cuando los terminan, pueden ingresar a los de adultos, que duran otros dos; cuatro años de aprendizaje les permiten adquirir todos los conocimientos necesarios", señaló.
Actualmente hay alrededor de una veintena de adultos que asisten a cursos que se dictan de 8 a 12 y/o de 17.30 a 21.30. El de tornería se realiza los lunes y jueves; el de perfeccionamiento en máquinas los martes y miércoles y el de carpintería de banco, que es el que más alumnos tiene, los miércoles y jueves. Los dos primeros duran un año; en ese lapso, teniendo en cuenta que se complementan (se realizan en distintos días), el alumno puede asistir a ambos. En el de carpintería de banco se enseña el armado de muebles, puertas y ventanas; el de tornería se dedica a los componentes de los muebles (patas de mesas, de sillas, etc.); en el de perfeccionamiento en máquinas se enseña a manejar y mantener las mismas. De los tres, el más básico es el de carpintería de banco, que dura dos años. En su transcurso se enseñan los materiales, las herramientas manuales y portátiles; una vez hecho ese curso, se puede aspirar a algo más complejo: tornería (se le da forma a la madera) y/o perfeccionamiento en máquinas.
Trabajos solidarios
Hace años que algunos de los trabajos que realizan los alumnos que concurren a aprender carpintería al Centro de Formación Profesional Nº 6 se destinan a fines solidarios; los muebles, bibliotecas y ventanas que se fabrican en el taller suelen llevarse a escuelas y/o organizaciones no gubernamentales que los necesitan; en lo que va del año ya se hicieron bibliotecas para tres escuelas municipales; en 2010, a través del Rotary Club y de la Fundación Faro Austral, se lograron máquinas de última generación que actualmente están siendo utilizadas por los alumnos; después, con ambas entidades, se acordó la entrega de bibliotecas a diversos establecimientos escolares; la última correspondió a la Escuela Municipal Nº 10, para la cual el Centro de Formación Profesional aportó todos los muebles y la Fundación Faro Austral los libros; el año pasado se hicieron ventanas para el Jardín Municipal Nº 1.
Testimonios
Guillermo Rivas, de 42 años, trabaja como peluquero; está casado, tiene tres hijos y realiza los cursos de manejo de máquinas y de tornería. Al dialogar con este medio sostuvo que "para mí, aprender carpintería era una asignatura que tenía pendiente desde hace muchos años; el oficio es hermoso; estoy construyendo mi casa y pienso hacer yo mismo la carpintería, lo cual va a ser una gran satisfacción; los cursos son accesibles; en dos años uno se capacita como para poder trabajar", señaló.
Inés Palacios -ceramista- realiza el curso de carpintería de banco. Tiene un nieto que vive en los Estados Unidos y a quien le gusta la carpintería; "estoy aprendiendo con la idea de poder enseñarle a él" -sostuvo- tras lo cual señaló: "el curso me encanta, como todas las manualidades; por otro lado, es muy llevadero; lo empecé hace menos de un mes y me resulta fácil porque el profesor, que es muy bueno, enseña en forma personalizada; en estos momentos estoy haciendo una herramienta que sirve para marcar la madera; después pienso armar mi propio banco de carpintero", comentó.
