El significado del amor será el eje del cual partirá el taller "Qué decimos cuando hablamos de? amor", que dictará la licenciada Inés Olivero hoy (sábado) de 10.30 a 13, en el Teatro Güemes, (Güemes 2955). La psicóloga adelantó a La Capital algunas cuestiones que muchos se preguntan pero de las cuales muchas veces no encuentran respuestas.

El punto de partida de la realización de este taller, es el libro "Qué decimos cuando hablamos. Parecido no es lo mismo", que escribió Olivero para, justamente, intentar despejar esas dudas que muchas personas tienen y que se les hace imposible dilucidar sin la ayuda de un profesional. También abrió grupos de autoayuda y en Mar del Plata desde hace poco tiempo se encuentra trabajando la "Asistencia a Personas Adictas a Personas", cuyos grupos se reúnen los sábados de 18 a 20 en Moreno 3346. Cabe destacar que Olivero preside Fundapap (Fundación para la Asistencia de Personas Adictas a Personas), y está acompañada por la especialista en psiquiatría Mónica Pucheu.

"El amor es un poder interno que hace que los seres humanos se sientan unidos entre sí. Es un poder del alma, que se expresa como donación para identificar lo que nos une. La aceptación de lo que es, nos permite alcanzar la serenidad. Es un proceso, porque todos vamos aprendiendo haciendo ensayo y error. Se lo identifica como un sentimiento pero es mucho más que eso", definió Olivero.

Analizando la cantidad de casos de violencia de pareja, entendió que "hoy se ha naturalizado tanto el maltrato, que hasta nos estamos acostumbrando a ver que los disturbios emocionales en la pareja pueden acabar con la muerte de alguno de los dos. Hay una percepción equivocada de que la gente se quiere mucho. No es así, sino que se necesitan desesperadamente para tapar carencias individuales y se utiliza al otro como la dosis de una droga. Cuando el otro se desajusta, por cualquier motivo o no quiere responder a los requerimientos de la pareja, enloquece y puede llegar a matar porque ese amor es odio. Es importante hablar de estos temas, ya que el pecado es pasarlo por alto e ignorar el lenguaje del amor. Las consecuencias pueden ser terribles, debido a que no solamente se producen muertes a manos de la pareja, sino también porque en el sometimiento aparecen enfermedades relacionadas al estrés emocional. No es una cosa menor. Estamos frente a una coyuntura de la sociedad", aseveró.

También señaló que las mujeres siguen por sometimiento. "La persona que maltrata llega a anular la voluntad de elección del maltratado. Comienza como un romance, una pasión, donde se satisfacen esas necesidades de cubrir el vacío, y después la persona dominante va ejerciendo un poder sobre la dominada, y la anula de su libre decisión. Por eso las personas golpeadas tampoco lo comentan con nadie, y se van autodestruyendo para mantener la imagen de que todo está bien. También hay hombres que son golpeados, denigrados, denostados por sus mujeres. Tampoco se animan a denunciar porque son tomados en broma, pero es grave. Hoy es común que la pareja se insulte por el simple hecho de cometer un error o que se pegue un grito cuando algo le molesta a alguien".